La Policía Nacional intensificará la vigilancia en la zona universitaria de Valencia durante todo el fin de semana tras el ataque violento que sufrió el pasado miércoles por la noche la residencia de estudiantes Damià Bonet, situada junto al campus de Tarongers de la Universitat de València (UV).
Un grupo de unos 100 estudiantes de una residencia "rival" se concentraron frente a estas instalaciones para lanzar huevos, restos de basura o vallas para iniciar una batalla de novatadas que acabó con la intervención de la Policía Nacional para garantizar la seguridad de los estudiantes.
El colegio Damià Bonet ha presentado una denuncia y la Policía Nacional ya ha identificado a varios de los estudiantes asaltantes, según confirmaron fuentes conocedoras de la investigación al diario EL ESPAÑOL.
[Un grupo de 100 estudiantes ataca a una residencia "rival" en un batalla de novatadas en Valencia]
Al parecer, varios de los asaltantes podrían pertenecer al colegio mayor Galileo Galilei. Esta residencia fue sancionada por la Generalitat Valenciana en 2021, por un montante total de 25.000 euros, por permitir una fiesta en su azotea en plena pandemia y cuando estaba en vigor la orden que la prohibía.
El colegio mayor Damià Bonet ha reforzado la seguridad del recinto durante estos días con la instalación de vallas y personal de seguridad privada. Además, habrá más presencial policial en la zona ante el temor de represalias tras denunciar el ataque. Se vigilarán los aparcamientos cercanos y los edificios universitarios para evitar nuevos enfrentamientos multitudinarios.
En las imágenes difundidas por redes sociales se observa a los atacantes, algunos de ellos disfrazados con pelucas y faldas, lanzando sillas, escobas, botellas y basura.
Los residentes del Damià Bonet pasaron una noche de auténtico "terror". "La gente estaba aterrada y llorando dentro del colegio", aseguró uno de los estudiantes a la agencia Atlas.
Tras los incidentes, la Universitat de València recordó que las novatadas están prohibidas en la institución académica y desde hace muchos años se sustituyeron por fiestas de bienvenida. La Politécnica también anunció este viernes la apertura de una investigación.
Sin embargo, los residentes siguen protagonizando actuaciones de este tipo. "Pero esta vez se ha ido de las manos", destacaron fuentes policiales.
Las novatadas se organizan durante todo el mes de septiembre y parte de octubre en Valencia. Este fin de semana es uno de los más sensibles porque es cuando la mayoría de estudiantes celebra la apertura del nuevo curso escolar.
"Sabíamos que iban a venir, pero no tanta gente y con tanta violencia", afirmó otro de los residentes del Damià Bonet.
Desde la residencia califican esta actuación como un "acto vandálico", tanto contra las instalaciones como contra los residentes. Por este motivo han interpuesto una denuncia con la intención de que se investiguen estas actuaciones y la Policía ya ha tramitado varias propuestas de sanción contra los violentos por desobediencia.
La Universidad recordó que la gestión de la residencia es privada y que los incidentes se produjeron en la vía pública, no en las instalaciones de la institución académica, y que la competencia en la vía pública es municipal.
Sobre lo sucedido se pronunció también en la red social X, antes Twitter, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá (PP). La dirigente mostró la "condena más rotunda a los actos vandálicos que se produjeron la noche del pasado miércoles".
Catalá subrayó que el suceso "no son novatadas" sino "violencia e incivismo" y advierte de que el Ayuntamiento no va "a tolerarlo".
En esta línea, el concejal de Movilidad y Policía Local de Valencia, Jesús Carbonell (PP), condenó lo sucedido y confirmó que aumentará la presencia policial en la zona.
"No podemos consentir que se realicen novatadas o actuaciones de ese tipo y, por parte, de la Policía Local redoblaremos esfuerzos y el control para evitar que se reproduzcan en un futuro".
Ley anti-novatadas
En septiembre de 2021, el Consejo de Ministros aprobó la Ley de Convivencia Universitaria.
La normativa, impulsada por el exministro Manuel Castells y que derogó el decreto franquista de 1954, pretendía reformular el marco de convivencia universitaria y evitar las novatadas (que suelen empezar por estas fechas) o penalizar mediante la expulsión a aquellos que copien sus tesis o trabajados universitarios.
Así, si los profesores o alumnos (la ley se aplica para ambos) incurren en algunas de las faltas graves como realizar novatadas, acosar a una persona por razón de sexo o plagiar su trabajo de fin de carrera, entre otros aspectos, se enfrentan a la expulsión de su centro educativo por un tiempo comprendido entre los dos meses hasta los tres años, según su gravedad.
La ley tiene vigencia en todas las universidades públicas y privadas del sistema universitario español y sus centros adscritos.
La gravedad de la inflación condiciona la sanción. Según marca la norma, las faltas disciplinarias (leves) se solventarán con amonestaciones privadas; las graves con expulsión de 1 día a un mes; y, las muy graves, con hasta tres años de expulsión.
Se considerará "falta muy grave" la violencia hacia un miembro de la universidad, el acoso sexual o incumplir las normas de salud pública.