La Audiencia Provincial de Valencia ha suspendido el juicio contra los 28 ultraderechistas acusados de las agresiones y disturbios que tuvieron lugar en 2017 durante la tradicional manifestación que cada año convocan entidades nacionalistas y organizaciones de izquierda el 9 d'Octubre, día de la Comunitat Valenciana.
Todos los acusados menos dos, uno de ellos era el conocido cronista fallero Pepe Herrero, habían llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para admitir los delitos a cambio de una reducción de la pena de prisión.
Sin embargo, a última hora, las defensas han alegado que la orden de alejamiento impuesto en el pacto suponía "el destierro de Valencia de muchos los acusados" y el tribunal ha decidido suspender la vista. La Audiencia ha fijado para el mes de marzo de 2024 la nueva vista.
La Fiscalía solicitaba penas de entre tres y siete años y medio de prisión para los procesados. Entre todos ellos destaca Vicente Estruch, conocido como El Alfarrasí porque procede de este pequeño municipio valenciano, situado a unos 80 kilómetros de la capital.
Se trata de un peligroso ultraderechista anticatalanista que durante años dirigió Yomus, el extinto grupo ultra del Valencia CF. Cuenta con numerosos antecedentes policiales y acumula un historial muy violento. Estruch es uno de los ultraderechistas que ha acabado reconociendo los hechos.
El acuerdo estaba cerrado y los acusados habían realizado el ingreso en concepto de responsabilidad civil. Pero se ha roto en el último momento ante la perplejidad del tribunal. "Un poco de seriedad", ha manifestado el presidente de la sala.
Los encausados habían aceptado una condena de 16 meses de prisión y el pago de la responsabilidad civil y las costas del juicio a cambio de reconocer delitos de odio, lesiones y vulneración de derechos fundamentales contra los manifestantes.
Sin embargo, la orden de alejamiento de 300 metros de las sedes de las organizaciones que convocaron la manifestación ha dinamitado el pacto. "Los destierran de Valencia", han alegado las defensas.
La Policía concluyó que las personas reconocidas e identificadas están "relacionadas con el entorno activo de ideologías próximas a la derecha más radical de esta Comunidad y provincia, particularmente como integrantes o simpatizantes del Grupo Yomus".
De los trece identificados y detenidos, nueve eran miembros del grupo ultra del Valencia CF.
Estampida
Las agresiones se produjeron en un contexto de tensión política. El 1 de octubre se había celebrado el referéndum de independencia de Cataluña y a este llamamiento respondieron un numeroso grupo de personas que se concentraron por la mañana junto al campo de fútbol de Mestalla tras una pancarta de Yomus CN10.
Por la tarde, los seguidores de El Alfarrasí se dirigieron al centro de la ciudad con el propósito de obstaculizar el desarrollo de la manifestación convocada y enfrentarse a quienes asistieran por razón de su ideología.
Aquella tarde del 9 de octubre, Vicente Estruch accedió a la plaza de San Agustín de Valencia, lugar de inicio de la manifestación, junto a otras personas entonando cánticos, gritos y realizando un saludo que consistía en mantener el brazo en alto, propio de movimientos fascistas y neonazis.
La actuación de estas personas, que increpaban a los manifestantes y se abalanzaban hacia donde se encontraban, hicieron que finalmente el cordón cediera, según concluyó la fiscal Susana Gisbert. Esto dio lugar a "una estampida" que hacía de todo punto imposible el normal transcurso de la manifestación convocada.
Minutos más tarde, continuaron las agresiones y los puñetazos a participantes en la manifestación. Por ejemplo, varios acusados siguieron a dos manifestantes y le dieron una fuerte patada a uno de ellos a modo de zancadilla, lo que le hizo caer al suelo y arrastró en su caída al compañero.