Max Anrubia lleva trabajando 15 años como agente de policía local y nunca había disparado con su arma reglamentaria en una intervención.

Su habilidad, junto a la astucia de sus dos compañeros para comprender lo que estaba sucediendo, impidió una tragedia a plena luz del día el pasado domingo en Canals, un tranquilo municipio valenciano de unos 14.000 habitantes.

Un violento atracador con numerosos antecedentes policiales se atrincheró con dos rehenes durante el asalto a un salón de juegos en la calle Sant Gaietà de la localidad, en pleno casco urbano.

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El suceso se produjo en torno a la una de la tarde, poco antes de la hora de la comida, y el hombre, vecino de la zona, pretendía llevarse la recaudación de la mañana.

El delincuente se encerró en el interior del local de apuestas y amenazó a los rehenes con una pistola y un cuchillo de cocina. Una de las víctimas logró escapar y pedir ayuda.

La Guardia Civil recibió primero el aviso de la empresa de la casa de apuestas Codere, titular del local. Los propietarios denunciaron que se estaba produciendo un atraco en uno de sus establecimientos en la provincia de Valencia e inmediatamente después se dio el aviso para que acudieran las patrullas más cercanas.

Max y sus compañeros estaban de servicio esa mañana y pusieron rumbo al establecimiento dispuestos a reducir al atracador con un único objetivo: no poner en riesgo la vida de los rehenes.

"Como la situación era muy grave, pasamos a por nuestra compañera para que se viniera con nosotros y nos dirigimos a la zona en la que se encuentra el establecimiento sin perder más tiempo".

Los tres llegaron a la calle Sant Gaietà sin saber con lo que se iban a encontrar. "Vimos a los vecinos y nos dijeron que había una persona armada dentro con dos rehenes", recuerda Max Anrubia en declaraciones a EL ESPAÑOL.

Max, en el centro, posa junto a los dos agentes que le acompañaron en el servicio.

"El local es bastante oscuro y me quedé en la puerta porque no veía nada", destaca el primero de los policías que se encaró con el atracador.

Se vivieron momentos de mucha tensión e incertidumbre. Los vecinos no podían creer lo que estaba sucediendo y difundieron en redes sociales vídeos de la operación policial.

Las imágenes confirman la rápida actuación de los agentes de la Policía Local y cómo se dirigen en un primer momento al atracador para que se entregara voluntariamente. "Suelta la pistola", se escucha en las imágenes.

"No sabíamos lo que había ni cómo estaban los rehenes, me identifiqué como policía y pedí que, si había alguien dentro, saliera con las manos en alto".

Amenazas

No hubo ninguna respuesta. Solo fueron unos segundos de silencio, pero parecieron eternos. El agente vio una sombra que intentaba esconderse detrás de un pilar y se dio cuenta de que era el delincuente que estaban buscando.

"Me eché un poco para atrás y apuntó a mis compañeros. Mientras, yo le repetía que dejara el arma, pero no nos hacía caso. En ese momento cogió a uno de los rehenes y le puso el cuchillo alrededor del cuello", relata Max Anrubia.

Casi sin pensar en las posibles consecuencias, este policía valenciano se situó en la puerta del salón de juegos para que el ladrón no escapara y efectuó dos disparos disuasorios que no impactaron contra nadie.

Max lleva 15 años como policía local y era la primera vez que la utilizaba. "La he llegado a desenfundar alguna vez, pero nunca había disparado en un servicio".

"Le dijimos en innumerables ocasiones que dejara el arma". Pero no les hizo caso. El sospechoso tropezó cuando caminaba hacia atrás y ahí fue cuando Max y sus dos compañeros de servicio aprovecharon el descuido para abalanzarse sobre él y desarmarlo.

"En ese momento lo que se me pasa por la cabeza es que mis compañeros y las personas que estén dentro estén a salvo y bien. Simplemente actúas, no piensas. La seguridad era lo más importante y no éramos conscientes de que nos estábamos jugando la vida", recuerdan.

"Actuaría igual, seguro, y mis compañeros también", admiten los tres. Finalmente, el hombre fue detenido por agentes de la Policía Local y la Guardia Civil. Ninguna persona resultó herida grave, aunque uno de los rehenes sufrió un ataque de ansiedad.

El detenido cuenta con numerosos antecedentes penales y es muy conocido en la zona, entre ellos robo con fuerza, violencia de género y atentado contra agentes de autoridad.



Ahora, de la investigación se ha hecho cargo el equipo técnico de Policía Judicial de Xàtiva (Valencia) y el detenido pasará en las próximas horas a disposición judicial, según informaron fuentes policiales.