La experiencia piloto sobre la jornada laboral de 4 días en la ciudad de Valencia, que se llevó a cabo entre los meses de abril y mayo, generó nuevas oportunidades de empleo, sobre todo en el sector turístico y del ocio, pero perjudicó al comercio y saturó los servicios sanitarios.
El sector hostelero y, en general, todas aquellas empresas dedicadas al ocio parecen haber sido las grandes beneficiadas por esta medida y ha confirmado la "posibilidad de creación de puestos de trabajo".
Casi un 50% (49,7%) de quienes disfrutaron de la jornada de 4 días, afirma haber dedicado más tiempo del que dedica normalmente a comer fuera de casa. Además, el 57,4% manifestó haber pasado más tiempo en bares, terrazas o pubs.
Sin embargo, los comercios disminuyeron sus ventas en un 20% durante ese periodo y los servicios de urgencias se vieron saturados por el cierre de los centros de salud y la inadecuada reorganización de los servicios.
Según el sector del comercio, el gasto de la ciudadanía sufrió un "trasvase desde el comercio al sector del ocio" que también provocó un incremento destacado del consumo de alcohol y tabaco.
Estas son algunas de las conclusiones del informe final que ha realizado el Ayuntamiento de Valencia, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, para evaluar el resultado de la prueba piloto sobre la jornada laboral de 4 días que afectó a un total de 360.000 trabajadores de la ciudad.
El anterior alcalde, Joan Ribó (Compromís), puso en marcha una iniciativa piloto respecto al funcionamiento de la jornada laboral de 4 días en el conjunto de la ciudad durante 4 semanas consecutivas en abril y mayo.
Para ello, se aprovechó que dos de los lunes del mes de abril y el primer lunes de mayo eran festivos, declarando un lunes más festivo y logrando así que durante estas 4 semanas seguidas se diera la circunstancia de que la jornada laboral fuera de 4 días.
En concreto, las semanas en las que se desarrolló este piloto y durante las cuales sólo hubo 4 días hábiles en la ciudad fueron las comprendidas entre el 10 de abril y el 7 de mayo de 2023.
La experiencia ha podido permitir observar cómo se modifican los comportamientos y hábitos de la ciudadanía y cuáles han sido los impactos a medio plazo que estos producen sobre el medio ambiente, la salud y el bienestar personal y, en menor medida, sobre determinados sectores económicos.
Según se observa en los datos recabados a través de las encuestas realizadas a una muestra significativa de población, la ciudadanía afirma haber utilizado parte de este tiempo libre extraordinario para salir a comer y/o cenar más fuera, además de para hacer algunos viajes.
De hecho, casi un 50% (49,7%) de quienes han disfrutado de la jornada de 4 días afirma haber dedicado más tiempo del que dedica normalmente a comer fuera de casa.
Igualmente, el 57,4% manifiesta haber pasado más tiempo en bares, terrazas o pubs.
Resultados diferentes
Así, la reducción de la jornada laboral ha producido resultados diferentes en los sectores económicos estudiados en este proceso evaluativo, según destaca el informe.
"El turismo, la hostelería y los modelos de negocio basados en las propuestas de consumo durante el tiempo de ocio se han visto beneficiados mientras que el comercio y el sector sociosanitario pueden haberse visto afectados de manera negativa", concluye el documento
En este sentido, al preguntar a la ciudadanía cuales considera que fueron los impactos negativos de la experiencia, el 11,7% apunta al hecho de que los comercios estuvieran cerrados, quedando esta opción como la segunda más señalada.
En el caso de los servicios sanitarios, se observa un problema de saturación en el ámbito de atención primaria, que, a su vez, generó un efecto de congestión sobre los servicios de urgencias.
Según afirma el informe, se ha podido producir una sobresaturación en los servicios de urgencias médicas debido al cierre de los centros de atención primaria durante el periodo en el que se ha desarrollado el piloto.
En general, la ciudadanía consultada asegura que ha dedicado más tiempo a practicar deporte, pero el documento pide reflexionar sobre hábitos de vida saludable.
"Se tendrá que reflexionar respecto de cómo generar prácticas y hábitos de uso del tiempo libre que tengan un impacto positivo en nuestra salud y bienestar. Especialmente se deberán pensar y diseñar planes orientados a prevenir el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol".
El estudio también destaca que "no ha quedado claro si las personas trabajadoras de mayor edad han sentido más estrés como consecuencia de tener que desarrollar las mismas tareas en un menor periodo de tiempo".
Tampoco se ha podido constatar si la experiencia piloto ha tenido algún impacto negativo sobre las personas que reciben cuidados por parte de los servicios sociales, en especial aquellas que viven en situación de soledad no deseada.
En todo caso, de aplicarse una reducción de jornada del personal de ayuda a domicilio, "este podría ser otro gran nicho de creación de empleo a la vez que una oportunidad para probar y fomentar la creación de nuevas tecnologías aplicadas a los servicios de cuidados".
El análisis también destaca que la infancia constituye uno de los grupos más beneficiados por esta medida.
Los hijos de los trabajadores que han participado en la prueba piloto, además de haber pasado más tiempo con sus familias, han disfrutado de más actividades de ocio y recreación que aquellos cuyos padres no han tenido la posibilidad de trabajar 4 días, destaca el informe.