Vox ha pasado de negar la existencia de la violencia de género a defender en las Cortes valencianas la aplicación del convenio de Estambul, que reconoce que "la naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres está basada en el género", es decir, en el hecho de ser mujeres.
Según explicó este jueves la consellera de Justicia del Gobierno valenciano, Elisa Núñez, su plan para las tres oficinas especializadas en violencia machista de la Comunitat Valenciana es ampliar sus competencias.
Para ello, abogó por aplicar este convenio y que se atienda a todas las mujeres víctimas de cualquier delito contra ellas. El convenio de Estambul es el instrumento jurídico "más importante y específico" para prevenir y luchar contra todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres, tal y como afirman organizaciones como Amnistía Internacional.
"La violencia contra las mujeres es una manifestación de desequilibrio histórico entre la mujer y el hombre que ha llevado a la dominación y a la discriminación de la mujer por el hombre", reza el documento del acuerdo.
Llama la atención la defensa que realizó la consellera de este convenio puesto que desde Vox niegan la existencia de la violencia de género por considerarla ideológica. La propia Núñez siempre había hablado desde la tribuna del Parlamento autonómico de violencia doméstica -término que se refiere a la violencia producida en el seno del hogar-.
Fue su compañero José María Llanos, diputado de Vox que antes de la formación del Ejecutivo valenciano sonaba precisamente para de Justicia, quien aseguró que "la violencia de género no existe". El presidente Carlos Mazón y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se vieron obligados a desmarcarse de esta afirmación.
Convenio de Estambul
El Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica se presentó en el año 2011 en Estambul y de ahí su denominación. Entró en vigor en Europa en 2014.
Este gran acuerdo reconoce la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos y hace hincapié en el género como causa de un "desequilibrio histórico" entre hombres y mujeres.
Con estas premisas, establece como objetivo fundamental proteger a las mujeres de toda forma de violencia y crear conciencia sobre el machismo para lograr una igualdad plena.
En la definición que hace sobre el término violencia contra las mujeres afirma que "designará todos los actos de violencia basados en el género que implican o puedan implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaliza física, sexual, psicológica o económica".
Incluye en esta definición otras formas de violencia como "la doméstica, el acoso sexual, la violación, el matrimonio forzoso, los crímenes cometidos en nombre del honor y las mutilaciones genitales".
"Mujer, madre y esposa"
La consellera de Justicia e Interior, nombrada por Vox tras el acuerdo de gobierno con el PP, afirmó durante su intervención parlamentaria que las Oficinas de Denuncias y Asistencia a las Víctimas de Violencia de Género pasarán ahora a atender a "las mujeres víctimas de todas las formas de violencia contra la mujer, sea cual sea su agresor y sea cual sea el delito".
El gobierno anterior, liderado por el socialista Ximo Puig, abrió tres centros públicos especializados en los que un equipo multidisciplinar atiende a las mujeres que han sufrido malos tratos. Pueden interponer la denuncia y además reciben atención psicológica y social.
Núñez criticó "la propaganda barata y los intentos reiterados de fracturar al Consell con este tema" y negó, en español y en valenciano -para que lo entiendan los diputados, según dijo- que las tres oficinas vayan a cerrarse. De hecho, anunció una partida presupuestaria de 300.000 euros para abrir una nueva oficina, en Elche (Alicante).
Sin embargo, volvió a desmarcarse del concepto de violencia machista o de género, palabras que no pronunció durante su discurso. "No creemos que el hombre sea un criminal por el mero hecho de ser hombre, ni que una mujer necesite protección o tutela por ser mujer", añadió.
La dirigente de Vox, que se definió a sí misma como "mujer, madre y esposa", elevó el tono y acusó al PSOE de "usar a las mujeres para lo que les conviene" y de "seguir viviendo del género para tratar de imponer su proyecto totalitario".
"Con su feminismo de salón y su revolución de pacotilla las únicas que salen perjudicadas son las mujeres", aseguró durante su discurso.
En este sentido, señaló que no juzgarán "con doble rasero a la manada de Pozoblanco y a la de Manresa porque unos son españoles y guardias civiles y los otros son marroquíes en situación irregular en España, y a estos últimos no se les puede tocar porque rompen su relato".
Estas manifestaciones enfadaron a la bancada socialista. La portavoz de igualdad del grupo, Rosa Peris, llegó a incluso a preguntarle, fuera de micrófono, si "había perdido la cabeza".
La diputada del PSOE, por su parte, Alicia Andújar, criticó que al Gobierno valenciano le "dan igual" las mujeres víctimas, y le ha acusado de estar "más ocupado en promocionar y justificar a los maltratadores que en proteger a las mujeres maltratadas".