Varios centenares de personas se concentraron este lunes frente a la sede del PSOE en la ciudad de Valencia para mostrar su rechazo a la amnistía a los líderes independentistas que ha planteado Pedro Sánchez en el marco de su investidura.
Los manifestantes, muchos de los cuales portaban banderas de España, corearon consignas como "Puigdemont a prisión", "este presidente es un delincuente" o "España no se vende".
Con el lema "Paremos la traición", la asociación juvenil Revuelta convocó esta protesta que se ha replicado en muchas otras ciudades de España y que ha sido ampliamente apoyada por Vox.
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El líder provincial y diputado nacional, Carlos Flores Juberías, ocupó un lugar central en la protesta, justo detrás de una gran bandera de España. Junto a él, diputados autonómicos y concejales del partido que dirige Santiago Abascal.
Durante la protesta, uno de los presentes -que no pertenece a ninguna formación política, según explicó-, leyó un manifiesto: "Muchos patriotras nos concentramos frente a la sede del PSPV-PSOE para decir basta al gobierno de Sánchez y a sus ambiciones golpistas".
En este sentido, afirmó que están "hartos del chantaje permanente" y exigió que no se "someta" a España a "la voluntad de un puñado de secesionistas".
Entre aplausos, aseguró que el plan de Pedro Sánchez es "desmantelar" el estado de derecho para "exonerar a condenados por terrorismo y corrupción a cambio de votos".
"Traemos un mensaje de unidad y de rebeldía para advertir a los golpistas de que nos van a tener siempre enfrente", añadió, al tiempo que hizo hincapié en que la movilización será constante.
La protesta transcurrió sin incidentes y bajo vigilancia de la Policía
El gran ausente en la concentración fue el vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte del Gobierno valenciano, Vicente Barrera (Vox), quien en sede parlamentaria dejó la puerta abierta a hacer acto de presencia.
Durante su comparecencia en las Cortes valencianas para explicar los presupuestos de su departamento para 2024, Barrera aseguró que iría o no según "le pidiera el cuerpo".
"Yo no le he dicho a nadie que vaya, pero yo no puedo ir riñendo a la gente por la calle porque ustedes están destrozando la unidad nacional. La gente está muy enfada y, si ustedes no lo comprenden, tenemos un problema gordo", afirmó.
No es la primera protesta que se lleva a cabo frente a la sede del PSPV-PSOE desde que el PSOE y ERC llegaran a un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez.
El viernes, un grupo de personas acusó de "sinvergüenzas" y "golpistas" al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al expresidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, cuando salieron de la sede para dirigirse a un acto de partido.
"Manifestación de libertad"
El presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, afirmó desde la feria internacional de turismo World Travel Market de Londres, que las manifestaciones en las puertas de los partidos no son "lo más acertado".
Sin embargo, reconoció que "entiende que la gente esté muy soliviantada en España y muy indignada con lo que está pasando" ya que "algunos están mercadeando" con los valores constitucionales.
Mazón aseguró que el PP organizó "una gran manifestación de libertad, de igualdad, de lucha contra la ruptura de España, a favor de la cordialidad, a favor del encuentro".
"No me gusta irme a la sede de los partidos por muy en contra que esté de ellos, no creo que sea lo más acertado. En cualquier caso, entiendo que la gente esté muy soliviantada en España y muy indignada con lo que está pasando", concluyó el jefe del Consell.
Por su parte, el secretario general del PSOE valenciano, Ximo Puig, culpó este lunes por la mañana al PP de "calentar a la sociedad valenciana de manera irresponsable".
El expresidente de la Generalitat apeló a la "serenidad y responsabilidad" y aseguró que "el pluralismo tiene que ver con el respeto y debe estar siempre en la acción política".
Después de la reunión de coordinación institucional de los socialistas valencianos, Puig criticó también la visita del domingo de Alberto Núñez Feijóo a la Comunitat Valenciana para "insultar a los socialistas". "Vimos a Feijóo alentando y lanzando consignas a favor de esta actitud de hostilidad y de odio", afeó.
Por último, el dirigente del PSOE reclamó hacerle frente al "trumpismo" que está, en su opinión, calando en la sociedad. "El insulto no puede ser jamás una bandera política y el odio no puede ser una referencia", añadió.