Carlos Mazón pidió por carta una quita como la que tendrá Cataluña y Sánchez ni le contestó

La Generalitat Valenciana de Carlos Mazón (PP) envió en septiembre una carta al Ministerio de Hacienda en la que trasladó al Estado todas sus reivindicaciones financieras. Entre ellas, pidió una quita de su abultada deuda, como la que tendrá Cataluña. El Gobierno de Pedro Sánchez ni siquiera contestó, según precisa el autonómico. 

"Consideramos imprescindible que se habilite de un mecanismo de compensación que resuelva la anomalía", manifestó la región. Lo hizo en una misiva para pedir información con la que elaborar sus presupuestos, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

En algo más de dos folios, expuso que su situación es "consecuencia de los déficits de financiación acumulados durante años por la insuficiencia de recursos que proporciona el Sistema de Financiación Autonómica" a la Comunitat Valenciana. Debe 57.246 millones, el 43,5% del PIB.

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"La deuda de esta región se ha situado en niveles que comprometen nuestra sostenibilidad financiera, máxime teniendo en cuenta el escenario de elevados tiempos de interés frente al que nos encontramos", manifestó el nuevo Gobierno autonómico al estatal.

La carta la firmó la consellera de Hacienda y portavoz del Gobierno Valenciano, Ruth Merino (PP). Se dirigió personalmente a la ministra del ramo, María Jesús Montero (PSOE), que no ha respondido desde entonces. Resolver la deuda autonómica no se ha situado entre las prioridades del Ejecutivo hasta que lo ha solicitado el independentismo catalán a cambio de los votos que Sánchez necesita para ser reelegido como presidente del Gobierno.

ERC arrancó al PSOE la promesa de una quita de 15.000 millones -el 20% de su deuda con el Estado-. La condenación será extensible a otros territorios, pero basándose en los criterios fijados por Cataluña en su negociación bilateral con el PSOE. En concreto, se condonarán los gastos financieros asociados "al ciclo económico y a la insuficiente respuesta europea".

Carlos Mazón y Ruth Merino. Efe / Ana Escobar

Esta es fórmula que permitirá al Estado aplicar una quita que beneficie a Cataluña, comunidad con el mayor volumen de deuda pese a que no se encuentra infrafinanciada. Autonomías como Comunitat Valenciana, Murcia, Andalucía o Castilla-La Mancha sí reciben por habitante menos que la media, fruto de las deficiencias del actual sistema de reparto, caducado desde 2014.

Estos cuatro territorios, tal y como reconoce el Gobierno de España, reciben del Estado menos de lo que aportan vía impuestos sin ser comunidades 'ricas'. Por ello, la Generalitat de Carlos Mazón subrayó en la carta su "preocupación por la falta de avances en la reforma del actual Sistema de Financiación Autonómico".

"Cabe recordar que la infrafinanciación sistemática que viene padeciendo la Comunitat Valenciana supone, de facto, asumir un déficit estructural primario que genera un fuerte deterioro de nuestras finanzas públicas", reclamó el Ejecutivo del PP.

"Injusticia histórica"

Agregó que el mismo "contribuye a alcanzar un nivel de deuda, medido en términos de PIB, que casi duplica el nivel del conjunto de las Comunidades Autónomas y que está muy por encima del límite establecido en la LOEPSF para las Comunidades".

La autonomía de Mazón, armada con estos argumentos, se mostró categórica. "En definitiva, la Comunitat Valenciana necesita una solución a la injusticia histórica
que representa el Sistema de Financiación Autonómico vigente, por lo que le urgimos a reactivar de inmediato los trabajos para la reforma del actual sistema de financiación autonómica", aseveró.

"Mientras tanto -agregó-, resulta esencial articular un mecanismo transitorio para corregir los déficits de financiación por habitante ajustado respecto a la media de las CCAA y garantizar la llegada de recursos suficientes a la Comunitat Valenciana con el objetivo de aproximarla a la financiación media mientras culmina la reforma pendiente de la Ley de Financiación de las CCAA".

El Gobierno central no respondió a la Comunitat. Ni siquiera el PSOE atendió su petición de una quita en el pacto de investidura alcanzado con Sumar, donde solo promete, sin precisar plazos, abordar la reforma del sistema.

Solo la petición de una quita por parte de ERC ha llevado a los socialistas a contemplar una quita de la deuda autonómica, que se producirá con los criterios que benefician a Cataluña.