Valencia

La memoria tradicional sitúa el traslado de la villa de Castellón en el tercer domingo de Cuaresma del año 1252. Este hecho se rememora anualmente, desde 1945, durante las fiestas fundacionales mediante la celebración de la Romeria de les Canyes a la ermita de la Magdalena.

La vida en el Castellón de los siglos medievales tuvo su peso en las actividades artesanas y comerciales, por encima de la dedicación rural del cultivo de los campos. Como muestra del impulso real al desarrollo económico, el 16 de marzo de 1260 Jaime I autorizó la construcción de un camino para unir la villa con el mar, dando origen a lo que ahora se conoce como el Grau.

Pero lo que marcó un antes y un después fue la tragedia que vivió la comarca de la Plana un 9 de marzo de 1810. El ejército francés acababa de ocupar todo el país y, a manos del ejército francés, murieron 55 vecinos de Castellón, 6 de Vila-real y 17 de Almassora.

[Stéphane Debost, el galerista que ayuda a invertir en arte desde los 5.000 € para ganar hasta un 40%]

Ahora, una calle rememora aquel suceso. Aunque esa matanza y los franceses pudieran arrebatar la ciudad y quedársela, o simplemente destruirla, Castellón resistió, pero ¿hasta cuándo podrá hacerlo? 

La única capaz de crear un posible escenario es la inteligencia artificial. La redacción de EL ESPAÑOL ha vuelto a pedir a ChatGPT que elabore una narración ficticia sobre el final (con fechas y causas) de la ciudad de Castellón. Este ha sido el resultado:

El fin de Castellón: 2050

Castellón no llegará a celebrar la nochevieja de 2050. El 30 de diciembre del mismo año será su fin, según ChatGPT. Las razones, según la inteligencia artificial, son las siguientes:

"En el año 2040, la ciudad de Castellón, ubicada en la costa este de España, se encontraba en medio de una crisis que la sumía en un lento pero constante declive", inicia su narración ChatGPT.

"Durante décadas, la ciudad había luchado por mantener su economía a flote debido a la disminución de la industria cerámica y a la creciente competencia de otros destinos turísticos en la región", prosigue

El 15 de junio de 2040, un desastre ambiental golpea la región: un terremoto sacude la ciudad y sus alrededores, causando daños considerables en la infraestructura urbana.

El puerto de Castellón, que había sido un importante motor económico para la ciudad, queda parcialmente destruido, lo que afecta aún más la economía local. Así hace su descripción la IA, que expone que los costos de reconstrucción y la pérdida de confianza en la seguridad sísmica del área ahuyentaron a muchas empresas e inversores.

Fin de la ciudad de Castellón, imagen creada por Bing Creator. Generador Imágenes Bing

Pero, según el relato de la IA, la ciudad de Castellón enfrenta desafíos aún mayores con el paso del tiempo. El cambio climático provoca un aumento en las temperaturas y una disminución de las precipitaciones, lo que afecta gravemente a la agricultura de la región.

La historia ficticia de ChatGPT cuenta que la sequía y la escasez de recursos hídricos se convirtieron en problemas crónicos: "Los residentes comenzaron a abandonar la ciudad en busca de mejores oportunidades y una calidad de vida más alta en otras regiones".

A medida que la población disminuye, los servicios públicos empiezan a deteriorarse. La falta de inversión en infraestructura y la creciente inseguridad ciudadana ahuyentaron aún más a los habitantes. Para 2045, la población de Castellón se había reducido a la mitad de lo que había sido en su apogeo.

El turismo, que una vez había sido la principal fuente de ingresos, también disminuyó drásticamente. La falta de mantenimiento de playas, hoteles y atracciones turísticas hace que los visitantes opten por otros destinos más atractivos.

Finalmente, en el año 2050, el ayuntamiento de Castellón declara la bancarrota debido a la acumulación de deudas y la incapacidad de mantener los servicios esenciales.

El 30 de diciembre de ese mismo año, la ciudad se vio obligada a solicitar la disolución de su municipio, no llegando ni a celebrar la Nochevieja, y la administración local fue asumida por el gobierno regional.

El declive de Castellón (en una historia ficticia), destaca que incluso la Inteligencia Artificial es consciente de los desastres naturales debido al cambio climático, de los cambios económicos y los desafíos ambientales que hay por delante para evitar un colapso en el planeta.

"La desaparición de Castellón se convirtió en una triste página en la historia de la región, recordando a las generaciones futuras la importancia de la resiliencia y la adaptación en un mundo en constante cambio". Así es como ChatGPT concluye su tragedia final.