Un tribunal popular juzga desde este lunes a un matrimonio y a su hijo, miembros del clan gitano Bocanegra, acusados de matar a tiros a dos hombres y de intentarlo con un tercero el Día de Todos los Santos de 2021 en el cementerio de la ciudad valenciana de Torrent.
El jurado deberá decidir si los tres procesados coincidieron en el camposanto con otra familia, los Canuto, con la que habían tenido ciertos conflictos, e iniciaron un altercado con gritos, amenazas y golpes con sillas y palos.
En un momento, la acusada habría sacado una pistola que llevaba oculta entre la ropa y se la habría dado a su hijo para que disparara contra la otra familia.
El tribunal popular determinará si el acusado, sin que le importase la cantidad de gente que había en la zona, comenzó a disparar a las víctimas, que no tenían posibilidad alguna de protegerse.
Los tiros habrían alcanzado a tres hombres y habrían provocado la muerte inmediata de dos de ellos, uno de los cuales no tenía ninguna relación con las familias y se encontraba visitando la tumba de su mujer.
El tercer perjudicado resultó herido en una pierna y sufrió lesiones que tardaron 15 días en sanar. Los tres acusados se enfrentan a penas que suman hasta 50 años de prisión por estos hechos.
El juicio se está celebrando con fuertes medidas de seguridad para evitar incidentes. Los acusados han rechazado llegar a un acuerdo para confesar los delitos a cambio de una reducción de la pena.
El sumario apunta a que fueron los Bocanegra quienes tendieron la emboscada a los Canuto (también conocidos como los Marco), el clan con el que mantienen una rivalidad desde un antiguo altercado en 2016.
Antonio G. G., de 45 años, murió con dos impactos de bala, uno en el pecho y otro en la espalda. Su hijo, de 20 años, tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario después de que otra bala le alcanzase en una pierna con orificio de entrada y salida.
La segunda víctima mortal fue José Luis, un zapatero jubilado de 79 años que fue a visitar la tumba de su mujer y le alcanzó una bala perdida.
José Luis, un vecino de toda la vida de Torrent, fue la víctima colateral del enfrentamiento. La autopsia reveló que falleció desangrado tras dañar la bala la vena aorta.