Valencia

El 2023 ha sido un año marcado por el cambio. Las elecciones autonómicas y locales del pasado mes de mayo dieron el poder al PP, que pudo gobernar en las instituciones más importantes de la Comunitat Valenciana. Eso sí, con el apoyo de Vox.

Los populares firmaron con el partido de Santiago Abascal un acuerdo para el Gobierno autonómico. Carlos Mazón, convertido en presidente, nombró a tres consellers de Vox: Cultura (con rango de vicepresidencia), Agricultura y Justicia. Además, el PP les cedió la Presidencia del Parlamento valenciano.

El vuelco electoral no se vivió solo en cuanto a la Generalitat valenciana. Las tres diputaciones provinciales y las principales ciudades pasaron a estar lideradas por el PP.

[Las Cortes Valencianas aprueban los primeros presupuestos del PP y Vox]

Valencia, después de ocho años, volvió a tener una alcaldesa popular, María José Catalá, quien empezó su andadura gobernando en solitario, pero estar en minoría le obligó a acabar pactando también con Vox.

Esta ola azul ha obligado además al PSOE valenciano a repensarse a sí mismo. Ximo Puig, que empezó la legislatura como diputado autonómico y fue elegido también senador, ha decidido dar un paso a un lado. Dejó el escaño y anunció su marcha como secretario general en un congreso extraordinario que se celebrará a principios de 2024.

Estos han sido los hitos más importantes del año en la Comunitat Valenciana:

Cambio político en la Generalitat

El Partido Popular ganó con rotundidad las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Dobló sus últimos resultados, pasando de 19 a 40 escaños y Carlos Mazón fue investido presidente gracias a los votos de Vox (que obtuvo 3 diputados más que en 2019 hasta alcanzar los 13).

El PSPV subió también en escaños (de 27 a 31), pero no fue suficiente para revalidar el Consell, debido a la bajada de Compromís (de 17 a 15 parlamentarios) y la desaparición de Podemos, que no logró superar la barrera electoral del 5%. 

El bloque de la derecha aglutinó 53 escaños frente a los 46 de PSOE y Compromís. El PP ganó más de 350.000 votantes en 4 años, al pasar de 508.000 en 2019 a más de 863.000 en 2023.

Desparición de Ciudadanos y Podemos

Irrumpieron con fuerza en el escenario político valenciano en 2015. La indignación ciudadana y los casos de corrupción que salpicaban al PP favorecieron la aparición de dos nuevos partidos: Ciudadanos, en el bloque de la derecha, y Podemos, en el de la izquierda.

Tras dos legislaturas en las Cortes Valencianas, marcadas por la inestabilidad interna y numerosos cambios de liderazgo, ninguno de las dos fuerzas fue capaz de superar la barrera electoral del 5%. Ciudadanos, con solo un 1,48% de los votos, pasó de 18 diputados a cero. Podemos logró un 3,52% de los votos, lo que supuso pasar de 8 a cero.  

Pacto PP y Vox tras una sola reunión

Doblar escaños no fue suficiente para que el PP gobernara en solitario. Carlos Mazón inició entonces una ronda de diálogo con el resto de grupos políticos, aunque la única opción realista para llegar a un acuerdo era Vox.

Tras una primera reunión entre los líderes de ambas formaciones, fue el candidato de Vox a las elecciones, Carlos Flores, quien anunció el acuerdo de gobierno. Vox logró tres carteras (una de ellas una vicepresidencia) y la Presidencia de las Cortes Valencianas. El PP también consiguió vetar al propio Flores, por estar condenado por maltrato a su exmujer.

Carlos Mazón y su vicepresidente Barrera (Vox) en las Cortes Valencianas José Cuéllar/Corts Valencianes

Firmaron un acuerdo con 50 medidas en las que no se habló de violencia de género, sino de violencia intrafamiliar, término utilizado por el partido de Abascal, que niega la existencia de la violencia de género.

Ante la polémica, los populares subrayaron su compromiso con la lucha contra la violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo y Carlos Mazón nombró a Susana Camarero como consellera de igualdad, con rango de vicepresidencia. Camarero destaca por su trayectoria en la lucha contra esta lacra.

Ola azul local

El PP pasó a ser primera fuerza también en la mayoría de los ayuntamientos tras las elecciones locales de mayo. Consiguió la alcaldía en las tres capitales de provincia y también en localidades clave como Elche, Torrent y Orihuela. En total, de los 542 municipios que hay en la Comunitat Valenciana, los populares gobiernan en 230

Gandía, Sagunto, Paterna o Xàtiva son algunos de los municipios más importantes que conservan los socialistas.

Adiós de Joan Ribó

El PP también ganó las elecciones en la ciudad de Valencia. Consiguieron 13 concejales, Compromís se quedó con 9, el PSPV se mantuvo con 7 y Vox logró 4. Estos resultados permitieron a María José Catalá convertirse en alcaldesa, al ser la lista más votada.

La alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, con la vara de mando tras recibirla de manos del exalcalde, Joan Ribó Efe

Sin embargo, su gobierno en minoría duró apenas unos meses. La negativa de Vox a apoyar la propuesta de rebaja fiscal del equipo de Gobierno obligó a los populares y a los de Vox a sentarse. Finalmente, llegaron a un acuerdo de gobierno, que permitió la entrada de los del partido de Abascal en el ejecutivo local.

El que fue alcalde de la ciudad durante ocho años, Joan Ribó, dio un paso atrás, dejando la portavocía y nombró a su sucesora, Papi Robles.

Primeras medidas de Mazón

Desde que tomó posesión como presidente del Gobierno valenciano, el pasado 17 de julio, la gestión del jefe del Consell ha estado marcada por la bajada de impuestos, por un recorte de altos cargos y asesores, y por su relación con su socio de gobierno, Vox, con quien ha podido sacar adelante sus primeros presupuestos sin conflicto interno.

Su primer acto como presidente fue una visita institucional al Banco de Alimentos. Después se centró en la bajada de impuestos, con la aprobación en el primer pleno la supresión de sucesiones y donaciones. También aprobó nuevas medidas de ahorro fiscal para gastos relacionados con el bienestar y la salud.

Otra de las promesas electorales de Mazón que cumplió nada más llegar a la Presidencia fue la reducción de lo que él denomina grasa política o duplicidades. Por ello, el número de consellerias pasó de 12 a 10 y el número de altos cargos se redujo en un 25%. El número de asesores del Ejecutivo también se redujo a la mitad.

Además, el nuevo Ejecutivo autonómico está trabajando para cambiar la ley del plurilingüismo de Marzà para el próximo curso académico. También prevén implantar el distrito único para dar libertad de elección a los padres. 

Cambios en el PSPV

La pérdida de poder institucional obligó a los socialistas a resituarse en el mapa político valenciano. La idea inicial fue que Ximo Puig siguiera ejerciendo el liderazgo político y orgánico del partido, como presidente del grupo parlamentario, senador por designación territorial y como secretario general. 

Ximo Puig se despide tras comparecer ante el comité nacional del PSPV Efe/Juan Carlos Cárdenas

Se especuló de su posible marcha a Madrid elegido como ministro, nombramiento que no salió adelante. Ahora encima de la mesa tiene la posibilidad de ser embajador de España en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en París.

Mientras, sí ha dejado claro su futuro en el PSPV. Dimitió como diputado autonómico y anunció un congreso extraordinario para elegir a su sucesor en la Secretaría General del Partido, para la que suena con fuerza la ministra Diana MorantCarlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler aglutinan el poder provincial y serán decisivos en el futuro del partido.