El actor valenciano Juli Mira ha fallecido a los 75 años en la madrugada de este viernes al sábado, según ha informado el Ayuntamiento de Alcoy (Alicante), su localidad natal.

Mira es un actor reconocido en el panorama interpretativo valenciano, que, a lo largo de una dilatada trayectoria, ha alternado el doblaje, el cine, el teatro y la televisión.

En el año 2021, recibió la distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana y en 2022 el Ayuntamiento de Alcoi le concedió el Premi 9 d'Octubre.

El consistorio ha trasladado su "apoyo y solidaridad" a la familia, los compañeros y los amigos del artista en "unos momentos muy dolorosos para todos aquellos que han vivido y trabajado a su lado".

Por su parte, el alcalde de la localidad alicantina, Toni Francés, ha expresado, a través de sus redes sociales, que hoy es "un día muy triste".

"Nos ha dejado Juli Mira, un gran actor, un gran alcoyano y un gran amigo", ha lamentado.

"Se labró su prolífica trayectoria a base de esfuerzo, mostrando no solo una gran calidad interpretativa, sino también una gran calidad humana. Adiós, amigo", ha escrito.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, también se ha sumado a las muestras de condolencia.

"Mi más sentido pésame a toda su familia y amigos. Nos deja un gran actor".

Autodidacta

Prototipo de actor autodidacta, sus innatas calidades expresivas y su innegable magnetismo en escena le han permitido desarrollar un amplio registro interpretativo en producciones adscritas a todo tipo de géneros, recuerda el consistorio de Alcoy en un comunicado.

Destaca que su afición interpretativa empezó a aflorar en su etapa estudiantil, cuando hizo sus primeros pasos como actor aficionado en el grupo de teatro Assalla, y posteriormente formó parte del grupo teatral La Cazuela, entidad fundamental de las artes escénicas en Alcoy con la cual debuta en 1972 con "El retaule del flautista" ("El retablo del flautista"), publicada por Jordi Teixidor en 1968.

En 1978 realizó su primera incursión en el cine, con "La portentosa vida del padre Vicent", y desde entonces ha tenido una presencia constante en películas y series de televisión, donde ha destacado en papeles como el de Blasco Ibáñez en "Cartes de Sorolla" para la Televisión Valenciana y últimamente en la serie "Desenterrats".

Mira también participó en películas como "Gràcies per la propina" ("Gracias por la propina") (1996) de Francesc Bellmunt, "La mar" (1999) de Agustí Villaronga; "L'illa de l'holandés"(2000) de Sigfrid Monleón; "Las voces de la noche" (2002) de Salvador García o "Nos vemos mañana", de Xavier Berraondo.

En una entrevista con la Agencia EFE, en julio de 2022, relató su paso del trabajo en la banca al de la interpretación, a la que le llevó su amigo Lluís Miquel, de Tabalet, y como el teatro se convirtió en un "gimnasio" para él, en el medio para "ponerse en forma".

"Cosas que no hubiera hecho nunca en la vida las hago en el teatro y siento que vuelvo al principio", agradecía de su profesión, que le llevó a trabajar con directores como Luis García Berlanga, que le hizo una "encerrona" para participar en la película (para televisión) de Blasco Ibáñez.

Mira vivía entre sus dos residencias en Alcoy (Alicante) y Cullera (Valencia), frente al Mediterráneo, cuya "luz, color y olor" le daban la vida.

El actor había superado varios diagnósticos de cáncer y aseguraba que la muerte no le daba miedo. Lo que sí que temía era al sufrimiento.

"Cuando los médicos te dicen 'ya no podemos hacer nada más', dejémoslo estar entonces, qué hacemos aquí", señalaba.