Marya Tereza se enfrenta a 30 años de prisión por degollar a su madre y vivir cuatro meses con el cadáver

La Fiscalía de Valencia solicita penas que suman 30 años de prisión para la joven acusada de asesinar a su madre y convivir con el cadáver cuatro meses durante el año 2020 en una vivienda de L'Alcúdia de Crespins, un municipio valenciano que cuenta con unos 5.000 habitantes y se encuentra en la comarca de La Costera.

El suceso se produjo en abril de 2020 y Marya Tereza, que entonces tenía 19 años, admitió a los investigadores en agosto que degolló a su propia madre con un cuchillo jamonero cuando estaba moribunda en el suelo.

La mujer se llamaba Anna, tenía 46 años cuando fue asesinada y era de origen búlgaro. La familia residía en esta localidad valenciana de interior desde hacia 20 años y mantenía una buena relación con sus vecinos.

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En el crimen también participó el novio de Marya Tereza. Según ha concluido el ministerio público, la pareja primero cogió una botella de amoniaco y se fue al salón donde estaba descansado su madre. Mientras dormía, le arrojaron el líquido por la cara para que no se defendiera.

A continuación, según consta en las actuaciones, la acusada le bajó el cuello del jersey y le cortó la garganta después de que su novio, que entonces era menor de edad, le decía: "¡Venga, hazlo!".

El crimen se cometió por una deuda de 20 euros de marihuana que la pareja tenía con un camello de la zona, según la información avanzada por Levante y confirmada por EL ESPAÑOL.

"El marido la maltrataba y los dos hijos también lo hacían cuando le pedían dinero", lamentó una vecina de Anna en declaraciones a este periódico tras el monstruoso asesinato.

Jurado

Marya Tereza, conocida por su entorno como Theri, será juzgada ahora por un jurado popular en la Audiencia de Valencia por un delito de asesinato y otro de robo con violencia en casa habitada. Por el momento, no hay fecha señalada para el juicio, según esta información.

Los investigadores descubrieron los hechos después de que la hija desvelara a una amiga que había matado a su madre. Le contó que le había asestado dos cuchilladas y que también le había cortado el cuello.

Finalmente, la fallecida fue hallada momificada y con heridas de arma blanca en la bañera de la vivienda que compartían madre e hija en L'Alcúdia de Crespins.

Según revelaron los informes forenses, el cadáver podría haber permanecido unos cuatro meses en el lugar, y el crimen habría sido cometido a principios del mes de abril de 2020, es decir, al inicio del confinamiento por el coronavirus.

Al parecer, la hija hizo creer a los vecinos que su madre estaba de viaje y la Guardia Civil no localizó el cadáver hasta la madrugada del 20 de agosto de 2020.

El novio estaba a punto de cumplir los 18 años cuando se cometió este crimen, pero todavía era menor de edad.

Por ello, fue juzgado por separado por un juzgado de Menores y condenado a 7 años de internamiento.

El hallazgo

El escrito de la Fiscalía recoge que fue precisamente la amiga de la acusada la que ayudó a destapar el crimen. La chica le habría contado la historia a otro amigo y este fue el que acudió al cuartel de la Guardia Civil a alertar de lo ocurrido.

Lo primero que hizo la Guardia Civil fue con la amiga de la parricida, para corroborar la historia, y ella misma confesó que la había ayudado a trasladar el cadáver de una habitación a la bañera.

Antes, la pareja habría tratado de eliminar pruebas rociando el cuerpo con ácido tras cometer el crimen en el mes de abril. Pero no lograron deshacerse del cadáver de la mujer.

Un empleado de los servicios funerario sacando el cuerpo sin vida de Anna del bloque de pisos.

Con el paso del tiempo, los vecinos también alertaron del olor que salía de la casa y también porque llevaban días sin ver a la víctima.

Los agentes se desplazaron a la vivienda, hallaron el cuerpo y procedieron a la joven y su novio por su presunta implicación en los hechos.

Theri y su pareja siguieron con su vida como si nada y compraron más marihuana a su camello. Durante esos meses, los dos lograron retirar hasta 6.000 euros de la cuenta de la víctima.

La defensa de la joven pide su absolución porque asegura que el crimen lo cometió so novio, condenado por el juzgado de Menores. Por tanto, razona que el asesinato ya ha sido juzgado.

Sin embargo, la Fiscalía y la acusación particular, representada por su hermano, insisten en solicitar 30 años de prisión, una pena que incluiría el agravante de parentesco.