Vox planteó este martes la desaparición de la Agencia Valenciana Antifraude en pleno proceso de renovación de su dirección.
El portavoz del partido de Santiago Abascal en las Cortes Valencianas, José María Llanos, abogó por tomar las "medidas necesarias" para repensar esta agencia.
Abrió la puerta a hablar de su "reubicación, reconversión, desaparición o lo que sea" con su socio en el Gobierno valenciano, el PP. Pero será, según afirmó, el "segundo capítulo", tras elegir al nuevo director.
Sobre esta propuesta, el portavoz grupo parlamentario popular, Miguel Barrachina, no descartó nada. Señaló que, por su propia experiencia como denunciante, esta agencia "podría haber hecho muchísimo más".
"Tengo la sensación de que tiene capacidad para trabajar mucho mejor y con mayor alcance, pero no soy quien para determinar cuál debe ser su organización futura", defendió.
Falta de acuerdo
Este organismo adscrito al Parlamento valenciano fue creado por el Gobierno de Ximo Puig en 2016. Tiene la función de prevenir, investigar y combatir el fraude y la corrupción. Los grupos parlamentarios están obligados a entenderse para sustituir al director, Joan Llinares, cuyo mandato caduca tras siete años en el cargo.
Según la ley de creación de la agencia, el director ha de ser elegido por una mayoría de tres quintas partes de la Cámara, es decir, por 60 diputados. El bloque del PP y Vox cuenta con 53 parlamentarios, por lo que necesita al menos a un grupo de la oposición (PSPV o Compromís) para poder nombrar al nuevo director.
Hay dos aspirantes propuestos por organizaciones sociales. El primero es el ahora director de Análisis de Antifraude, Gustavo Segura, propuesto por la Plataforma por la Lucha contra la Corrupción.
El segundo nombre es el de Eduardo Beut, exdelegado de la Agencia Tributaria, planteado por la Asociación Española de Gestores para la Administración Pública (AEGAP) y su presidenta, Inmaculada Luz Collado.
Barrachina descartó que su grupo tenga relación con alguno de ellos e insistió en que ambas propuestas parten de entidades civiles y no de los grupos. "No tengo preferencias", subrayó respecto a las críticas de la oposición de que el PP ha intentado "poner a una persona de su confianza" al frente de Antifraude.
Críticas de la oposición
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, denunció que la presidenta de AEGAP, que es "militante del PP", presentó la candidatura de Beut "a última hora". "Su mérito es haber sido íntimo colaborador de Eduardo Zaplana", criticó.
En cualquier caso, explicó que su partido seguirá dialogando para el relevo en Antifraude, aunque situó como "línea roja" para llegar a un acuerdo a Vox, porque, a su juicio, "no cree en las instituciones estatutarias".
Por su parte, el portavoz socialista, José Muñoz, acusó a los populares de intentar controlar las instituciones como la Agencia Antifraude.
Estas acusaciones y líneas rojas complican el acuerdo entre los diferentes grupos para renovar la dirección de la entidad. La ley establece que en el caso de que ningún candidato obtenga la mayoría necesaria, se vuelve a abrir un plazo para registrar nuevas propuestas.