Valencia

El asesinato de Don Alfonso López, el canónigo de la catedral de Valencia de 85 años estrangulado en su domicilio por un supuesto amante de origen peruano, ha sacado a la luz un sórdido escándalo sexual que amenaza con destapar la red de contactos íntimos del clérigo.

Entre los jóvenes con los que Don Alfonso mantenía relaciones sexuales se encuentra un hombre con una discapacidad intelectual superior al 40% que reside en Badajoz y conoció en la estación de autobuses de Valencia el pasado verano, un lugar que solía merodear en busca de hombres, según ha revelado la investigación policial.

Allí le invitó a un café y se intercambiaron los teléfonos. Al parecer, el sacerdote estuvo persuadiendo durante meses a este chico, de unos 34 años, para que se desplazara a Valencia y seguir conociéndose.

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La presión de Don Alfonso llegó a tal punto que hasta le envió dinero a través de la plataforma Bizum para que comprara un billete de autobús y pasara unos días con él en su casa, según apuntaron a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de la investigación.

Además, también le envió varios giros postales a través de Correos para que tuviera presupuesto suficiente. El joven finalmente aceptó y recorrió los cerca de 700 kilómetros que separan Badajoz de Valencia para seguir conociendo al sacerdote y se lo comunicó a su anterior pareja, una mujer que reside en la Comunitat Valenciana. 

Según comunicó la Policía al juzgado, la mujer desconfió de las intenciones del nuevo amigo de su expareja y también le dio dinero para que no dependiese de él durante su estancia en la ciudad.

Este joven llegó a Valencia el fin de semana previo al asesinato y se fue horas antes de que sucediera el crimen. El chico declaró ante la Policía Nacional que desconocía la profesión de su amante y confirmó que durante esos días mantuvieron relaciones.

Los encuentros tuvieron lugar en la vivienda en la que residía el canónigo de la seo, propiedad del Arzobispado de Valencia, y en un piso que el religioso tenía en propiedad en El Perellonet, una zona de playa próxima a la ciudad de Valencia.

Entre 200 y 300 euros

Este piso de El Perellonet es uno de los puntos donde está prestando especial atención la Policía Nacional tras el interrogatorio de un testigo clave del caso.

Se trata de un hombre de origen rumano que conocía al religioso desde hacía más de 10 años y con el que mantenía una relación de amistad. El testigo declaró a la Policía que realizó labores de asistente para el sacerdote y que Don Alfonso utilizaba el apartamento de la playa para llevarse a los hombres en situación de vulnerabilidad que conocía por la calle, según precisaron estas fuentes.

Allí los jóvenes pasaban días enteros y Don Alfonso les pagaba entre 200 y 300 euros, según desveló su asistente a los agentes.

Este testigo relató que el sacerdote le confesó que mantenía relaciones sexuales con ellos y que justificaba el dinero que les daba por pequeños recados que les encargaba. De hecho, fue la persona que comunicó a los agentes que Don Alfonso había pasado unos días que el joven de Badajoz. Lo sabía porque él mismo lo había recogido con su coche, según estas fuentes.

En ese piso también estuvo Miguel, el ciudadano de origen peruano detenido por ser el supuesto autor de la muerte del sacerdote. Al parecer, el amigo rumano de Don Alfonso manifestó a la Policía que el sospechoso se quedó allí durante un tiempo a cambio de mantenerle limpia la casa.

El detenido pasó a disposición judicial el pasado sábado y se negó a declarar. Se le imputa el presunto homicidio y un segundo delito de estafa porque la investigación policial ha constatado que usó las tarjetas de crédito del sacerdote y le robó el teléfono móvil.

Un agente de la Policía sale del edificio donde vivía el canónigo.

Con el terminal, el detenido ganó tiempo y envió mensajes al entorno de la víctima haciéndose pasar por él para no levantar sospechas. Uno de esos mensajes lo recibió el portero de la finca cuando ya se había encontrado el cadáver de Don Alfonso.

Capítulo "de Netflix"

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, pidió este jueves dejar que "siga su curso" la investigación judicial y policial sobre el crimen del canónigo emérito.

"Vamos a dejar que la investigación siga su curso", dijo la delegada al ser preguntada por las novedades en este caso, para añadir a continuación: "Lo próximo igual ya lo vemos en Netflix". En todo caso, subrayó que el proceso judicial está bajo secreto de sumario.

Bernabé ha hecho hincapié en que los investigadores, tanto policiales como judiciales, deben seguir su trabajo, y que desde la Delegación de Gobierno y la Policía Nacional no tienen más información que ofrecer al respecto.

Este crimen cometido en el corazón histórico de la ciudad ha destapado un escándalo sexual sin precedentes en el cabildo de la catedral de Valencia.

Alfonso López Benito era experto en la "persecución religiosa en España de 1931 a 1939", escribió varios libros sobre ello y fue juez delegado en la canonización de 250 mártires por odio a la fe durante los años de la Guerra Civil.