Los barrios valencianos de Torrefiel y Russafa contarán, antes del verano, con puntos de recogida de alimentos refrigerados y congelados en sus respectivos mercados municipales. El Ayuntamiento de Valencia inicia las obras en ambos recintos la semana que viene.
El objetivo de este proyecto, ideado desde la Concejalía de Comercio y Mercados, es "ofrecer a la clientela un servicio de recogida de sus compras, libre de colas y de fácil acceso, y garantizar la seguridad de sus pedidos, así como el estado y la calidad de los productos adquiridos".
Las obras de instalación de las taquillas, que se inician este lunes 19 de febrero y tienen una duración prevista de cuatro meses, están enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea en su programa Next Generation EU, y tienen como finalidad la revitalización del comercio de barrio.
La actuación municipal cuenta con un presupuesto global de 252.257,75 euros. Un total de 129.922,60 euros se destinan al mercado del barrio de Torrefiel y el resto, 122.335,15 euros, al de Russafa, ha indicado el consistorio en un comunicado.
El mercado municipal de Torrefiel dispondrá de 26 taquillas refrigeradas y 10 para congelados. Los puestos de recogida, que ocuparán una superficie de unos 22 metros cuadrados, se situarán en los accesos por las calles Alemany y Llibrer Esclapés.
El establecimiento municipal de Russafa tendrá 44 taquillas refrigeradas y 10 para congelados y estarán disponibles en la zona de puestos externos de la plaza Baró de Cortes, con una superficie útil de poco más de 13 metros cuadrados.
Tal como recoge la memoria técnica del proyecto, "las actuaciones previstas afectan únicamente a la dotación de acabados y equipamiento de los mercados, sin alterar la configuración arquitectónica de los edificios ni ninguna determinación urbanística en cuanto a superficie construida ni volumetría".
Desde la calle
Los locales habilitados para las taquillas estarán abiertos fuera del horario habitual de los mercados y serán accesibles desde la calle. Dispondrán de una instalación de climatización y un sistema mecanizado de cierre con persianas enrollables.
Las taquillas refrigeradas estarán compuestas por módulos de ocho o diez unidades con diferentes temperaturas: ambiente, refrigeradas y para congelados, de forma que se contemplen las diferentes necesidades de los productos. Contarán con una pantalla táctil, un PC industrial, rúter 3G, escáner de código de barras, lector NFC, mainboard y placas de control y cerraduras electrónicas.
De esta manera, desde el Ayuntamiento de Valencia se apuesta por la inversión en los mercados municipales "como puntos imprescindibles de abastecimiento de producto fresco local renovados, de menor impacto ambiental y accesibles, que favorecen la conciliación para facilitar el empleo femenino y alentar el relevo generacional".