Ni donaciones a su persona, ni subjetividad en la elección. Así expone el comisario artístico Vicente Todolí la relación con Nuria Enguita, la que fuera directora del IVAM. A través de un extenso comunicado, el que fuera jurado en el proceso de elección de la responsable del mayor centro de arte de la Comunitat Valenciana expresa su punto de vista sobre su participación en un proceso que desembocaba esta semana en la dimisión de Enguita tras la denuncia de la Generalitat en Fiscalía.
El comunicado de Todolí recuerda que "Nuria Enguita no me donó a mi persona ni una ni dos parcelas de terreno ni nada semejante. La exacta y única realidad es que Nuria Enguita donó dos parcelas rústicas de secano, abandonadas en los confines de la Vall de Gallinera, en el norte montañoso de la provincia de Alicante, a la Fundación Todolí Citrus de la Comunitat Valenciana. Dicha donación ha supuesto una deducción estatal del 35% de lo donado y de otro 25% como deducción autonómica".
En ese punto, Todolí asegura que "dicha fundación no tiene ánimo de lucro y que, según atestiguan sus cuentas que son públicas y depositadas en el Protectorado de Fundaciones de la Comunidad Valenciana, ha sido y es deficitaria, y cuyo equilibrio financiero ha estado sufragado siempre por mi persona, a lo que he dedicado la práctica totalidad de mis ahorros en los últimos diez años".
Al referirse a fundación que preside, Todolí puntualiza que "consta, además, en los estatutos de la propia fundación que, en caso de extinción de la misma, todos sus bienes y derechos se destinarían a las fundaciones o entidades no lucrativas privadas que decida el Patronato y que persigan fines de interés general análogos a los que persigue la Fundación. Asimismo, hay que resaltar que ni el presidente ni ningún miembro del Patronato puede recibir retribuciones ni puede prestar servicios remunerados como miembros del mismo".
El comunicado critica que "con aviesa intención se subraya constantemente en los artículos que mi figura fue decisiva, "clave" se escribe de modo expreso, como miembro del jurado que sancionó el concurso para la adjudicación de la dirección del IVAM, mediante una redacción plagada de epítetos y completamente subjetiva, cuando el jurado estuvo compuesto por siete miembros, que votaron por unanimidad la elección de Nuria Enguita como directora del IVAM".
Ahí cita a otros tres miembros del jurado que se convocó para sustituir a Enguita tras la salida de José Miguel Cortés. Así señala a "Bernard Blistène, entonces director del centro Pompidou de París –el museo de arte contemporáneo más importante de Francia y uno de los tres más prestigiosos del mundo–; Iwona Blazwick, en esos momentos directora de la británica Whitechapel Art Gallery de Londres que tiene reconocido un gran prestigio internacional; así como por Manuel Borja-Villel, a la sazón director del Museo Reina Sofía de Madrid, el más grande y de mayor presupuesto de todo el país".
Y Todolí recalca que durante ese proceso "mi dedicación al arte consistía, y todavía consiste, en el asesoramiento artístico free-lance a entidades privadas, aunque algunas de ellas importantes, pero no ostentaba cargo alguno en ninguna administración o institución museística pública".
Otro de los puntos destacados que aborda Todolí es el hecho de que solo se presentara Enguita a este proceso. "Se insinúa que, dado que se presentó una única candidatura, la designación de la nueva dirección para el IVAM debió suspenderse. Paradójicamente fui yo, y así debe constar en el acta de la sesión online que se llevó a cabo, quien propuso al jurado que se iniciase una segunda convocatoria o que se ampliase el plazo de presentación de candidaturas. Del mismo modo, sugerí que se admitiese una segunda candidatura que se había rechazado por cuestiones formales".
¿Por qué siguió adelante? "Ambas recomendaciones fueron desestimadas, aduciendo los representantes de la propia administración que era necesario cumplir estrictamente las normas de la convocatoria, pues en caso contrario ya tenían la experiencia de sesiones recurridas y anuladas ante los tribunales, por haber sido alteradas las bases de estas durante el proceso de deliberación", razona.
El texto también se adentra en la relación que mantenía con Enguita. Un factor que rechaza como influencia porque "se insinúa de manera insidiosa que además de una causa-efecto entre la donación de parcelas y la elección de Nuria Enguita como directora del museo, pudo producirse una incompatibilidad por cuanto mi persona y Nuria Enguita somos conocidos desde hace tiempo, que incluso hemos colaborado en proyectos del propio IVAM hace décadas, así como en otros centros artísticos europeos".
Esa "amistad" considera Todolí que es "absolutamente común y ordinaria en el mundo del arte, donde con recurrencia los expertos en museística contemporánea —una pequeña minoría de profesionales especializados— colaboramos en diferentes proyectos, y en donde también es frecuente que participemos en la selección de profesionales para centros de exhibición y conservación del arte".
Y al tratar esta cuestión, el que llegara a ser uno de los directores de museo más cotizados de este siglo tras su paso por la Tate Modern de Londres y el Museo de Serralves en Oporto, reconoce también su relación con la otra candidatura. "La otra persona candidata para el IVAM que fue rechazada por la secretaría del jurado, también era conocida por mí, había colaborado conmigo recientemente en algún proyecto artístico y la tenía en alta estima tanto profesional como personal", explica.
Las críticas de Todolí
El comunicado de Vicente Todolí critica que, "mediante técnicas narrativas consistentes en crear dudas, fomentar insinuaciones y buscar la asociación de conceptos maniqueos, no se ha buscado aclarar la verdad de los hechos, sino condenar a priori los mismos. En ningún momento, se han puesto en contacto conmigo para aclarar las circunstancias de la noticia ni tampoco con ningún responsable de la Fundación Todolí Citrus".
Todolí concluye lamentando que "se reitera la confusión entre una persona física y una fundación sujeta al derecho público. La Fundación Todolí Citrus, cuyos objetivos constituyentes fijados en sus estatutos oficiales no son otros que la preservación del medioambiente así como el mantenimiento de la reserva de especies agrícolas, muchas de ellas casi extinguidas, y la lucha contra el abandono de tierras. Por todo ello, además, la fundación ha sido reconocida por el Generalitat Valenciana como entidad de defensa medioambiental".
[Opinión: Lo del IVAM fue un fraude y la directora solo podía dimitir]