La sobresaliente labor de los bomberos reduce a nueve las muertes en el incendio: hasta un tetrapléjico fue rescatado
El siniestro deja intervenciones heroicas, como el rescate de una pareja en las plantas altas o el aviso del conserje, que se jugó el tipo por los vecinos.
24 febrero, 2024 02:54No es oficial, y puede que tampoco definitivo. Pero el número de muertes en el brutal incendio de Valencia podría variar ya poco. La delegada del Gobierno confirmó este viernes que eran diez los fallecidos confirmados -después la Policía Científica redujo la cifra a nueve-, y que ya no había desaparecidos. En consecuencia, el dato solo variará si aparece el cadáver de alguna persona que nadie haya echado en falta hasta la fecha.
El drama humano es innegable, pero también lo es que podría haber sido mucho mayor. El complejo, que ha sido completamente calcinado por las llamas, contaba con 138 viviendas más los bajos comerciales. Se estima en 450 el número de vecinos del residencial, ubicado en el barrio valenciano de Campanar.
Los bomberos, tal y como resaltaron este viernes el Gobierno, la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento, actuaron con celeridad y acierto en situaciones puntuales muy complicadas. Al espectacular rescate de dos supervivientes de un balcón cuando ya parecía imposible, se suma una nueva hazaña trascendida este viernes: el rescate de una persona tetrapléjica.
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"No sé quién es, pero me gustaría agradecérselo", manifestó este viernes Belén a los medios de comunicación. Se refería al bombero que realizó este salvamento. Se trataba de su marido.
Los efectivos se jugaron el tipo con muchísimo arrojo. Tanto, que uno de los bomberos quedó atrapado en el primer piso del complejo y tuvo que saltar para abandonar el edificio en llamas a una colchoneta habilitada por sus compañeros. Fue otra de las imágenes sorprendentes conocidas este viernes.
Cuatro de los fallecidos fueron encontrados en un balcón. Podría tratarse de la trágica muerte de una familia desaparecida, compuesta por un bebé de menos de un mes, un niño de dos años y sus padres. Hubo, al menos, 15 heridos. El grueso, precisamente, bomberos. Cuatro ya han recibido el alta y solo quedaban dos agentes ingresados este viernes.
La delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, manifestó que todavía no hay una hipótesis sobre las causas del incendio y recordó que se ha decretado secreto de sumario. La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, por su parte, explicó que en estos momentos son ya 105 las personas realojadas en hoteles.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, decretó tres días de luto en toda la Comunitat Valenciana y anunció que ya se está coordinando con el Ayuntamiento de Valencia para el establecimiento de medidas económicas para los afectados por el incendio. Se trata de beneficios para la compra de bienes de primera necesidad, así como para el alquiler y la compra de vivienda, entre otras cuestiones.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazó a Valencia para conocer sobre el terreno las tareas que siguen realizando los bomberos. Desde la capital valenciana mostró su "empatía, cariño y solidaridad" a los afectados y prometió "todo tipo de ayuda".
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Desde el Ejecutivo, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, recalcó desde los alrededores de la zona "la máxima colaboración" del Gobierno con las autoridades valencianas "en los distintos estadios" que se vayan desarrollando. "Estamos aquí para lo que se necesite", dijo.
Gritos desgarradores procedentes desde el interior estremecieron a los presentes durante toda la tarde del jueves. Todos, sin excepción, daban por seguro que habría víctimas mortales, pero no fue confirmada ninguna hasta la madrugada.
La tragedia, independientemente de la cifra final de fallecidos, pudo haber sido mucho mayor. Junto a la intervención de los bomberos, la también actuación heroica de Julián, el conserje, que se jugó la vida para salvar la de los demás al avisar puerta por puerta con el incendio ya declarado, evitó una masacre.
La clave de la rápida propagación de las llamas parece estar en los compuestos plásticos que contenía el aislamiento de la fachada ventilada, y en el intenso viento. Soplaba a unos 20 kilómetros por hora, con rachas de hasta 60, cuando se propagaron las llamas.