La población de Alzira despidió este jueves a Esther Sala, una vecina de 37 años de este municipio valenciano que vivía desde hacía un tiempo con su novio en el edificio incendiado en el barrio de Campanar.
El pasado jueves 22 de febrero Valencia vivió una tragedia. Diez personas murieron en el incendio declarado en este bloque de viviendas residenciales de la avenida Maestro Rodrigo, el mayor fuego en estructura registrado en la Comunitat Valenciana.
El día que se registró el incendio, Esther estaba sola en su casa, en la planta novena del edificio.
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Esther vivía y trabajaba en Valencia, pero procedía de Alzira, una población situada a unos 65 kilómetros de Valencia, y seguía manteniendo mucha relación con sus vecinos. De hecho, seguía siendo fallera de la falla Plaça de Germanies de su pueblo, según recordaron este jueves sus vecinos.
Esther era la pequeña de tres hermanos y formaba parte de una familia muy conocida de Alzira. Estudió en la Universitat Politècnica de València (UPV) Ingeniería en Organización Industrial y trabajaba desde hacía unos años en una multinacional sanitaria.
En muy pocos minutos, el edificio de Campanar se convirtió en una gran bola de fuego por causas que se investigan y Esther fue una de las personas que finalmente quedaron atrapadas en su interior.
Pero al igual que otras víctimas, Esther pudo despedirse de su familia y llegó a contactar con sus allegados, según reconocieron a EL ESPAÑOL fuentes de su entorno.
La joven comunicó a sus familiares que estaba atrapada y no podía salir. La comunicación se cortó y ya no volvieron a tener noticias de ella.
Desde el primer momento, su familia la dio por fallecida porque no respondía a las llamadas y estaba entre las desaparecidas. Pero no ha sido hasta esta semana, una vez concluidas las identificaciones, cuando recibieron la confirmación oficial.
El cuerpo de Esther estaba en el edificio, al igual que el de sus vecinos que no lograron escapar del infierno en el que se convirtió el edificio.
"Difícil eres de olvidar"
Cientos de personas se despidieron de Esther, en un entierro celebrado en la parroquia de Santa Catalina de Alzira, justo una semana después de la tragedia.
El juzgado recibió el martes el resultado de los análisis de laboratorio realizado por la Policía Científica para la identificación completa de las diez víctimas mortales y dio traslado del mismo al Instituto de Medicina Legal para su cotejo.
A partir de ahí, se contactó con los familiares de los fallecidos para que pudieran recoger los efectos personales.
Al mismo tiempo, se autorizó la entrega de los restos mortales y la expedición de las correspondientes licencias de enterramiento e incineración para la celebración de los funerales lo antes posible.
El Ayuntamiento de Alzira celebró esta semana un pleno para aprobar una declaración institucional.
En el documento, el consistorio expresa que "Alzira hace suyo el sentimiento de tristeza y dolor por todas las personas afectadas, y muy especialmente por Esther Sala Garrigues, la alcireña que, desde hacía un tiempo, vivía en el edificio incendiado".
Además, agradeció y reconoció "el trabajo en las tareas de extinción, rescate y atención temprana a las víctimas en el incendio llevado a cabo" por los cuerpos de seguridad y emergencias y por el conserje del edificio, Julián.
El entorno de Esther ha lamentado en redes sociales en los últimos días su inesperado fallecimiento.
"Te recordaremos, difícil eres de olvidar. Podías con todo, menos con este horror inhumano. Pero nos quedamos con lo bueno y yo en particular con tu ejemplo", escribía una amiga.
Fallo eléctrico
La Policía Científica cree que un cortocircuito pudo ser la causa del incendio.
Durante una inspección realizada el pasado lunes, los agentes hallaron indicios que apuntan a la posibilidad de que se registrara un fallo eléctrico en la vivienda donde se ha encontrado el foco: la número 86 de la planta séptima.
El vecino de esta vivienda alquilada no se encontraba en Valencia en el momento en el que se produjeron los hechos y no hay testigos que certifiquen lo que sucedió.
Solo existen las primeras imágenes que grabó la gente que en ese momento pasaba por la rotonda de la avenida Maestro Rodrigo. En estas imágenes se observan cómo arde el toldo de la vivienda y rápidamente se propaga por la fachada.
Así, por cómo se comportó el incendio, manifestaron fuentes conocedoras de la investigación a este periódico, todo apunta a que un fallo eléctrico podría haber sido el causante del incendio. Es, de hecho, la principal hipótesis que manejan ahora los investigadores.
La causa sigue secreta a la espera de completarse todas las diligencias.