Los vecinos que vivían en los edificios del bloque de viviendas arrasado en Valencia han constituido la Asociación de Residentes Damnificados por el Incendio de Campanar (Ardic) con el fin de "defender sus intereses" y aglutinar a todas las personas que, siendo o no propietarios, tuvieran su "residencia habitual efectiva" en dicho inmueble.
Se trata de la entidad impulsada, fundamentalmente, por los inquilinos que residían en el complejo residencial. Los dueños de las viviendas, que ya se encuentran agrupados en la comunidad de propietarios de los edificios, también ultiman su propia asociación. La previsión es que esta última vea la luz después de Fallas.
Los residentes, por su parte, han subrayado en un comunicado, la necesidad de disponer de un espacio que les permita desarrollar una actuación "conjunta", "organizada" y "en beneficio de todos" y que, a su vez, permita tener una interlocución "más fluida y directa" con administraciones públicas y entidades a la hora de encauzar "los asuntos de interés".
El colectivo nace como una asociación sin ánimo de lucro, "democrática" y "abierta a todos los vecinos" y que busca "defender el interés" de las personas que allí vivían y sufrieron "los daños personales o materiales del incendio", siempre "sin enfrentarse con ningún otro perjudicado o entidad".
Así, subraya el ejemplo de los propietarios que no tuvieran su residencia efectiva en la comunidad, quienes "disponen de la comunidad de propietarios para defender sus intereses", pero que, "siendo muy respetables, no han de coincidir necesariamente" con los suyos.
Por esta razón, explican que han constituido esta asociación, para así también "no olvidarse nunca de los vecinos que nos han dejado". "Tenemos la intención de defender nuestros derechos y rehacer nuestras vidas lo más rápido posible", han expresado.