Un grupo de personas intentó la noche del sábado subirse a la valla de seguridad de la mascletà de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia para retirar los cuatro ninots que están en lo alto, simulando a cuatro migrantes saltando la valla de Melilla.
La Policía Nacional intervino para evitar que se produjeran incidentes. Al parecer, un grupo de unas veinte personas de origen subsahariano se acercó a la valla con la intención de retirar los ninots, al considerarlos ofensivos.
Los agentes explicaron el significado de la falla que, según el propio autor, era señalar "el racismo estructural de la sociedad" y el grupo se disipó, sin que hubiera detenidos.
La escena pertenece a la falla municipal y su autor, Escif, se ha visto obligado a pedir disculpas después de que colectivos de personas migrantes hayan expresado su malestar. Consideraron que la imagen es "insensata, insensible y ridícula".
El artista defendió, sin embargo, que su intención era "justamente la de señalar el racismo estructural de una sociedad".
Escif defendió que "las fallas han sido tradicionalmente un espacio de crítica social comprometida con la realidad de cada momento".
En este sentido, definió estas fiestas como "un espejo en el que se han reflejado las verdades incómodas que nos interpelan como sociedad" y "un altavoz abierto en el que mostrar nuestras vergüenzas y contradicciones".
Sin embargo, en un comunicado de "reflexión y autocrítica", Scif criticó que en los últimos años ese aspecto de las fallas ha menguado progresivamente "dejando mayor espacio a un alarde preciosista de destreza y producción técnica".
"La ironía, la sátira y la crítica están pasando a un segundo plano ante la llegada de espectaculares figuras, equilibrios imposibles y colores infinitos", añadió.
El diseñador de la falla municipal recordó que su propuesta fue escogida por un "jurado independiente no vinculado directamente con ningún partido político".
"Mi apuesta era demostrar que es posible hacer una falla bella y monumental, sin abandonar la sátira y crítica social que siempre caracterizó esta cultura", afirmó.
En este sentido, explicó que la falla titulada "Dos palomas, una rama" muestra dos palomas enfrentadas por una rama de olivo y aborda "con ironía la contradicción que conlleva hacer una guerra en nombre de la paz".
Acompañando a la figura principal se disponen nueve escenas. Una tortuga ninja atrapada en un plástico de los que sujetan las latas de refrescos, dos hombres prehistóricos intentando hacer fuego con un teléfono móvil y la polémica imagen de unos migrantes saltando la valla de la mascletà.
"En esta escena se muestran cuatro subsaharianos saltando una valla, que bien podría ser la valla de Melilla, reproduciendo una imagen muy simbólica que desafortunadamente todos tenemos muy presente", aseguró Scif.
En su comunicado, Scif lamenta que el colectivo Resistencia Migrante Disidente haya entendido que la escena de los migrantes es una "espectacularización del racismo institucional y una tokenización de las vidas negras y racializadas". Por ello, ha pedido disculpas a los colectivos afectados.
"Con mi trabajo siempre he intentado apoyar y reconocer la lucha de colectivos políticos activos por avanzar en un camino común de empatía y solidaridad. Aplaudo pues la crítica y la reflexión en torno a la falla presentada este año, que veo como una oportunidad para abrir un diálogo necesario sobre el uso del espacio público como espacio crítico y de reflexión", aseguró.
Además, reconoció que estas críticas le ayudan a "repensar" su práctica y a cuestionarse la relación de su trabajo con las diferentes capas de realidad que lo sostienen.
"Suscribo firmemente la premisa de que ningún ser humano es ilegal y espero que este incidente pueda ayudar a mantener abierto el debate sobre nuestra participación y responsabilidad en torno a políticas que agreden la integridad y los derechos de cualquier persona", afirmó el artista.