Valencia

Francisco Grau, el contable de Eduardo Zaplana acusado en el caso Erial, ha desmentido este jueves ante el juez que entregara cinco millones de euros a Joaquín Barceló, amigo de la infancia del político valenciano, para que llevara el dinero en Andorra.

Barceló, conocido por su entorno como Pachano, aseguró en el juicio que era el "testaferro" del expresidente de la Generalitat Valenciana y que colaboró con la ocultación de su verdadero patrimonio por "amistad".

Grau, en cambio, ha cuestionado este jueves la confesión de Barceló y ha asegurado que tras finalizar el juicio le dijo que "le habían obligado a hacerlo".

[Un hombre de confianza de Zaplana le señala en el juicio: "Llevé 5 millones suyos en una bolsa a Andorra"]

"En absoluto le di los 5 millones de euros en una bolsa. Lo dijo porque hará lo que haga falta para ni ir de nuevo a prisión", ha manifestado el contable de Zaplana durante un tenso enfrentamiento con el fiscal Anticorrupción.

"¿Y por qué dijo eso ayer Barceló? ¿Se llevan mal?", ha respondido el Ministerio Público.

El acusado ha afirmado que "aquí tenemos la espada de Damocles con la petición de cárcel que nos ha hecho. Zaplana y yo sabemos lo que es la cárcel, lo hemos pasado", ha dicho en referencia a los meses en los que pasó la prisión provisional tras su detención.

"Sabemos lo que es la cárcel. Los dos primeros meses pasamos Barceló y yo juntos en una celda. También sabemos lo que se sufre cuando estamos solos, porque el resto del tiempo lo pasamos solos".

A continuación, según la versión de Grau, Barceló le comunicó un día que no iba a volver a prisión y que "va a hacer lo que haga falta para no ir y que su mujer no tenga ningún problema".

"Yo eso también lo valoro, lo consulto e, incluso, me aconsejan que haga una conformidad. Se consideraba que Zaplana ya había perdido su reputación y tampoco lo que pudiera decir... Pero hay cosas que si no he vivido, no las puedo decir. Yo decido no conformarme. Es más, ayer, al final del juicio, Joaquín me dijo 'me han obligado a hacerlo'", ha concluido Grau.

Grau se ha pronunciado así en su declaración en la cuarta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia por el caso Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana.

En total hay 15 acusados, entre ellos el expresidente valenciano y exministro del PP Eduardo Zaplana, y el fraude está cuantificado en más de 20 millones de euros.

Durante la vista, el acusado, considerado por el fiscal el cerebro financiero de la trama de Erial, ha explicado que conoció a Barceló en 1997 o 1998 y a Zaplana un par de años antes.

Ha basado su intervención en desligarse de cualquier tipo de irregularidad y ha asegurado que no daba órdenes sobre las sociedades y los fondos en el extranjero cuestionados.

Porcentajes

Grau se ha mostrado desafiante en el interrogatorio y señaló al clan Cotino como la familia propietaria del dinero que estaba depositado en Luxemburgo a nombre de una empresa, Imison.

Respecto a las sociedades y las cuentas en Andorra, el acusado ha repetido que no daba órdenes "de nada", únicamente "instrucciones" sobre cifras que debían figurar en documentos. "Yo he instruido sobre la cifra del número de participaciones a suscribir y por qué importe", ha dicho.

Así, preguntado por quién ordenó transferencias de Imision a dos sociedades panameñas, el acusado ha dicho que "quien tenía poder para hacerlo".

"Quien daba los datos de dónde se tenía que hacer la transferencia o a qué empresas e importes, eso sí lo hago yo", ha reconocido.

El fiscal ha proseguido el interrogatorio con su participación e intervención en otras sociedades investigadas. Grau se ha desentendido y los porcentajes que aparecen en sus anotaciones y no ha pedido aclara quién se encontraba detrás de las empresas.

De hecho, el ministerio público le ha trasladado en varias ocasiones que no llegaba a entender por qué tenía que establecer porcentajes en sociedades si todo el dinero era de Barceló.