Situado en la que estaba llamada a ser una de las calles más importantes del primer ensanche de Valencia, se alza un edificio peculiar del siglo XX, conocido como la Casa de los Dragones y catalogado como Bien de Relevancia Local.
Diseñada por el arquitecto valenciano José Manuel Cortina Pérez en 1901, lo que singulariza esta edificación de viviendas a escasos metros de la arteria comercial principal de Valencia, la calle Colón, es la decoración de sus fachadas, de estilo modernista.
Tiene cuatro alturas y está dedicado a viviendas con bajos dedicados a la actividad comercial.
A lo largo de los años, las fisuras y grietas han envejecido la Casa de los Dragones, aunque ya se ha dado luz verde para iniciar la restauración de los elementos que la hacen reconocible.
El motivo ornamental predominante son los dragones de la fachada, que trepan por la pared bajo ménsulas o se sitúan desafiantes sobre remates y son los que dan nombre al conjunto de la vivienda. De hecho, es una de las razones que ha contribuido a evitar su desaparición.
El personal estilo de autor ha sido bautizado como medievalismo fantástico, ya que además de las figuras de los dragones, incluye conjunto de elementos neogóticos, como columnas, ornamentos florales y hasta una locomotora con alas, alegoría de la modernidad y el progreso.
La pieza se encuentra decorada con una estrella, que corresponde al escudo de la Compañía de Ferrocarriles del Norte.
Por lo general, la fachada sigue, en su composición arquitectónica, los cánones del clasicismo, aunque los elementos ornamentales se basan en los presupuestos decorativos del Modernismo.
Restauración de la fachada
Para preservar este monumento, la Concejalía de Urbanismo ha dado luz verde a la restauración del edificio de la calle de Sorní. El objeto del proyecto es la rehabilitación de las fachadas recayentes a la vía pública.
Urbanismo ha acordado conceder licencia de intervención en el inmueble, un conjunto arquitectónico catalogado con nivel 1, tipo Integral.
Las obras previstas consistirán en la reparación de las fisuras y grietas en los frentes de forjados de balcones y en el resto de fachada, con acabado del mortero liso.
La pintura nueva será del mismo color que el actual y se aplicará un tratamiento superficial de protección hidrófuga en la zona de las fachadas que presentan ladrillo cara vista.
Asimismo, se prevé restaurar las barandillas metálicas de balcones, que se lijarán y se limpiarán para, posteriormente, pintarlas en color negro satinado.
Finalmente, se acometerá la limpieza del zócalo, dejando la piedra vista y la restauración del portón de acceso de madera con acabado de barniz transparente.
La obra se realizará mediante trabajos verticales con una marquesina de protección en planta baja, como elemento auxiliar.
En total, se ocuparán 76,42 metros cuadrados de acera durante un periodo de ejecución previsto de cuatro meses, tal como se planteó en su momento en el proyecto técnico de intervención.