La Policía Local de Valencia ha puesto fin, al menos por el momento, a una pesadilla vecinal de diez meses generada por la okupación del edificio de la Sareb okupado en la Avenida Constitución.

Se trata del ubicado en el número 262 de la vía del distrito de Rascanya. El cuerpo policial ha intensificado durante los últimos meses el control de los accesos en respuesta a las quejas de los vecinos.

El detonante del desalojo, sin embargo, han sido dos incendios de este mes en viviendas del inmueble. El primero tuvo lugar el día 9. El segundo, el pasado viernes 19.

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Testigos oculares grabaron la vivienda en llamas, que podría haberse incendiado por un enganche ilegal a la red eléctrica, según las fuentes presenciales.

La clausura del inmueble se produce tras meses de gestiones con el llamado 'banco malo', cuyo principal accionista es el Estado a través del FROB.

Carta a la Sareb

El pasado mes de agosto, la Policía Local de Valencia envió un escrito a la Sareb en el que les instó a denunciar la okupación ilegal del edificio para poder recuperar la posesión de la finca y proceder a su desalojo.

El concejal del área de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell, impulsó esta iniciativa tras reunirse con los vecinos para abordar la situación.

Desde el consistorio se realizó refuerzo policial para evitar posibles incidentes e incrementar la seguridad vecinal y se activó un protocolo para dar de baja en el padrón a los okupas.

Aunque no existía una sentencia judicial que avalara el desahucio de las personas que habitaban el edificio, desde el Ayuntamiento impulsaron estas medidas alternativas "para garantizar el bienestar y la seguridad de los vecinos".

En la reunión, los vecinos transmitieron al edil su preocupación y le instaron a buscar soluciones "de manera conjunta".

Fue la primera reunión de una ronda de contactos con vecinos de otros enclaves de la ciudad que también sufren problemas de okupación ilegal.