Lo que sabemos y lo que no sabemos sobre el juicio de Eduardo Zaplana tras la declaración de los fiduciarios
Los interrogatorios de esta semana deja un listado de incógnitas, de las que, para algunas, se conocen las respuestas y, en otras ocasiones, no.
28 abril, 2024 06:00El juicio que se celebra en Valencia contra Eduardo Zaplana por el caso Erial cierra una semana determinante para el futuro judicial del político de Benidorm con la declaración como testigos de los dos fiduciarios que intervinieron en la trama, el abogado uruguayo Fernando Belhot y Beatriz García Paesa, sobrina del espía Francisco Paesa.
Los dos fueron contratados para ocultar la fortuna hallada en Suiza y que se usó para realizar inversiones en España y el extranjero.
Sabemos que en Suiza quedaban 6,4 millones de euros que han sido intervenidos por la Justicia española, pero no sabemos de quién son. Nadie se hace responsable de ese patrimonio, tampoco Zaplana, que negó en el juicio que sea suyo.
La Guardia Civil contabilizó más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana. Pero el fraude está calculado en más de 20 millones de euros.
Varios de los acusados apuntaron a Zaplana como el verdadero propietario de estos bienes. Esta semana, Belhot, convertido en testigo clave de la Fiscalía, se mantuvo en lo mismo, mientras que García Paesa solo reconoció contactos con colaboradores del expresidente valenciano y exministro de Trabajo.
Estas declaraciones dejan un listado de incógnitas, de las que, para algunas, se conocen las respuestas y, en otras ocasiones, no.
Empresas
¿Hay algún documento que acredite que Zaplana está detrás de las sociedades? La respuesta es negativa. No existe un solo correo, contrato o documento que vincule al dirigente valenciano con las sociedades domiciliadas en Luxemburgo y que habrían servido para canalizar el pago de comisiones, según el relato de la Fiscalía Anticorrupción.
Las dos sociedades son Imison International y Fenix Investments. La primera estaría vinculada a Zaplana a través de su íntimo amigo de la infancia y testaferro confeso, Joaquín Barceló, conocido como Pachano.
Mientras, la segunda sirvió para almacenar las comisiones de su jefe de gabinete, Juan Francisco García, según expuso éste último en el juicio.
El propio Fernando Belhot reconoció en el juicio que en los ocho años en los que estuvo trabajando con Zaplana que jamás se comunicaron por escrito. Ni tan solo para enviar documentación por correo electrónico.
"Daba cuenta a Zaplana tres o cuatro veces al año, que viajaba a España y le llevaba extractos de operaciones con los activos. Normalmente, como hombre inteligente que creo que es, lo entendía todo perfectamente y, en general, destruía los extractos. Algunas veces me pedía una copia para mostrarlos a Francisco Grau, su asesor, y luego los destruía porque era un hombre muy cuidadoso", expuso el uruguayo.
Beatriz García-Paesa se pronunció en los mismos términos y fue un paso más allá al asegurar que los colaboradores de Zaplana nunca le hablaron de él. "Su nombre nunca fue mencionado jamás".
Según la sobrina de Paesa, "yo al señor Zaplana no lo conozco. Nadie me habló de él. Para mí forma parte del mundo político español, pero no tengo ni idea".
¿Quién creó estas empresas y a qué nombres se inscribieron? Se ha acreditado que fue el ex director general de la Policía con Aznar, Juan Cotino.
El dirigente del PP valenciano viajó personalmente a Luxemburgo en 2001 y entregó 650.000 euros a García Paesa para constituir las dos sociedades. La fiduciaria no preguntó por su origen. "Fue la única vez que lo vi"
Cotino no tuvo ningún problema para llevar el dinero en efectivo. Era el máximo responsable de la Policía Nacional y pasó la frontera sin ningún problema.
A partir de ese momento, García Paesa solo se relacionó con Vicente Cotino, el sobrino de Juan.
"Ya trabajaba con el banco y los bancos no hacían más preguntas que las necesarias sabiendo quién era el cliente y que el dinero había salido legalmente de España. Desde entonces ha cambiado mucho la legislación", ha dicho.
Ha concretado que fue Vicente Cotino quien le encargó abrir las sociedades de manera fiduciaria con el dinero en efectivo. Estaban domiciliadas en una entidad fiduciaria y eran anónimas con tres administradores.
Para Paesa, Vicente Cotino era una "perla". "Iba a Luxemburgo una o dos veces al año para la aprobación de cuentes o reuniones con el banco y, lo demás, se gestionaba por teléfono con su director financiero".
La actividad de las sociedades creadas en Luxemburgo era "mínima" hasta que en 2005 se adquirieron participaciones de dos sociedades españolas: Inversiones Imison e Inversiones Impega.
"Se me comunicó que había un cambio de accionistas y por eso me presentaron a Joaquín Barceló quien asistió a una reunión con su asesor fiscal, Francisco Grau -el asesor de Zaplana-. También apareció ahí Juan Francisco García. Unas sociedades eran para Barceló y otras para García".
"Con Grau es con quien coordinaba las ampliaciones de capital, me mandaba documentos, me pedía la traducción... No hablaba con Barceló, puesto que él me dijo que para todos los temas fiscales y todo hablara con Grau. Era la persona de contacto".
En 2009, hubo otra serie de reuniones ante un nuevo cambio: el dinero se traspasó desde Imison a una sociedad holandesa.
"Ahí entró en juego Fernando Belhot. Me comentó que dado que la gestión del banco hecha en Luxemburgo no debía convenirles, se iba a firmar un contrato de gestión con una sociedad holandesa y los fondos se traspasaron. ", ha expuesto.
Belhot declaró que comunicó a García Paesa el verdadero propietario de los fondos, pero ella lo desmintió. "Para mí actuaba como si fuera socio de la sociedad. Jamás me dijo el propietario real de las participaciones. Jamás".
Movimiento del dinero
¿Quién daba las instrucciones sobre las inversiones y movimiento dinero? Eduardo Zaplana, según declaró Belhot.
"Gestionaba y decidía, él tenía los contactos en España y en los bancos".
También señaló que en su propio despacho no sabían que los activos eran del exministro "por un tema de confidencialidad". Únicamente dejó una carta escrita a su exmujer, escondida en un cofre, en la que le indicaba, si le pasaba algo, que esas cuentas y bienes pertenecían al expresidente valenciano.
No obstante, señaló que no se la entregó a la Guardia Civil porque era "una nota personal, de mi puño y letra, y no un documento oficial".
El testigo dijo que se enteró de que el dinero era de Zaplana "con el tiempo", pues inicialmente se le comentó que era de Barceló.
"Me fui dando cuenta de que quien tenía el poder de decisión y tomaba la iniciativa en las reuniones era Zaplana, hasta que un día me confesó que en realidad él era el titular de los activos en el exterior".
A través de su asesoramiento, se transfirieron los fondos de Imison a una sociedad holandesa que luego los enviaría "a donde se indicara" tras una comisión.
"La idea era que todos los activos líquidos terminaran en una sociedad uruguaya. Mi despacho había abierto una cuenta a esa sociedad en un banco en Suiza". En total, se transfirieron 7.950.000 euros.
Diposiciones en efectivo
¿Quién ordenó las retiradas en efectivo? Según Belhot, Zaplana, pero no aportó ningún documento.
"Me pedía que una parte de los activos se mantuvieran en liquidez. Le explicaba que no era rentable y que podía ser peligroso pero él necesitaba dinero para sus gastos personales y porque tuvo un problema de salud muy importante y se planteaba hacer un trasplante de médula ósea en Nueva York".
En los ocho años en que administró su patrimonio le envió a España unos 2.300.000 euros.
"Él me pedía cada cierto tiempo dinero, sobre todo en los años 2016 y 2017, para poder hacer frente a sus gastos personales, cosa que era difícil de hacer pero se hacía". Se hizo a través de "personas con contactos en distintas partes del mundo".
La entrega del dinero se realizaría a través de la secretaria de Zaplana, Mitsouko Henríquez. "Nunca lo recibió él", puntualizó. A continuación, afirmó que cuando tenía el dinero, le decía: "Los documentos llegaron. Todo correcto. Y nada más".
¿Belhot sabía que el dinero procedía del supuesto pago de comisiones? A preguntas del abogado de Zaplana, respondió que no.
"Él me decía que el dinero lo había ganado legítimamente y que lo tenía fuera de España no declarado. Me sorprendí de los cargos contra él".
¿El uruguayo llegó a un pacto para señalar a Zaplana a cambio de inmunidad? De nuevo respondió que no.
"No tenía por qué porque no tenía nada que ver con los actos que se imputaban a Zaplana. Mi actitud era de colaborar con lo que me pedía la justicia española"
Por último, sobre cómo es posible que Zaplana le diera todo el dinero sin firmar ningún documento ni acuerdo escrito, destacó que "la relación con él era muy buena".
"De confianza generada, y entendió que la estructura montada no era la ideal y era muy costosa para él. En cualquier caso es una pregunta buena para hacérsela a Zaplana. No se firmó nada porque él no quiso, no quería que se hiciera público".