Valencia

Vagaba de madrugada, borracho y herido, por el Campus Universitario de Gandía. Pidió ayuda por los contundentes cortes que sufría en el costado y una rodilla, por los que manaba abundante sangre. Quienes lo vieron alertaron al 112. Pero él no era la víctima, sino el asesino.

Las heridas de este ciudadano letón de 56 años eran insignificantes al lado de las que él mismo le había proferido a Alexander, de 51 años. Ambos malvivían en la playa de Gandía, donde, según los investigadores, se produjo una discusión que acabó con un horrible crimen.

Tal y como reveló Cope Onda Naranja, emisora de la ciudad, Alexander, natural de Ucrania, fue asesinado de forma brutal con una contundente maza de obra, herramienta de varios kilos de peso y grandes dimensiones utilizada para derribar muros.

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Los terribles golpes en la cabeza y en el tórax de Alexander le arrebataron la vida con gran violencia. Esa fue la escena que se encontraron los agentes guiados por el propio agresor, completamente ebrio, junto a la tienda de campaña donde malvivía, rodeado de basura.

Según comunicó posteriormente la Policía Nacional, los agentes detuvieron al individuo "como presunto autor de un delito de homicidio acusado de golpear mortalmente a otro varón con un objeto contundente en la cabeza".

Los abundantes restos de sangre del asesinato de Alexander. Cedida por Cope Onda Naranja

El Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia se hizo cargo este martes de la investigación.

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, confirmó durante la jornada en declaraciones a los medios de comunicación que se trataba dedos personas que vivían en la calle, y que los hechos sucedieron en el transcurso de una discusión.

"Parece que, bajo los efectos del alcohol, una de esas personas con un objeto contundente le dio un golpe en la cabeza", dijo.