Valencia

Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta Valencia es la irrupción de pisos turísticos en edificios residenciales, protegidos o bajos comerciales.

Solo en mayo, en la ciudad se solicitaron 411 de las 494 licencias pedidas en los cinco primeros meses del año. Además, se han presentado 239 declaraciones responsables para abrir nuevas viviendas turísticas, 95 solo en el presente mes.

Por ello, el ayuntamiento aprobó esta semana por unanimidad, a propuesta del gobierno de PP y Vox, un año de moratoria para limitar el uso de las viviendas y evitar el colapso. La medida ya ha entrado en vigor.

Pero la fiebre de los apartamentos turísticos no se detiene y ha llegado hasta el histórico edificio de Valencia donde estaba la casa que editó una primera edición de Don Quijote de la Mancha en 1605, en los primeros números de la calle San Vicente Mártir, la más larga de la ciudad, una vía que todavía conserva su trazado romano.

Así lo ha autorizado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) tras anular una sentencia del año 2022 de un juzgado de lo Contencioso de Valencia que rechazó la petición de una empresa.

El Ayuntamiento de Valencia justificó su rechazo al cambio de uso en una serie de deficiencias que entendía que no estaban subsanadas y el expediente recogió el alto nivel de protección de la zona.

Sin embargo, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso ha estimado finalmente la petición del recurso planteado por Margarita Tuni SL contra la resolución que denegaba la licencia para el cambio de uso a apartamento turístico en la calle San Vicente Mártir 7 de Valencia y da luz verde a sus propietarios.

Así, el Tribunal revoca la sentencia apelada y en su lugar estima el recurso de apelación y reconoce "la obtención de la licencia solicitada por silencio administrativo positivo", según recoge la resolución, dictada a principios de mayo y consultada por EL ESPAÑOL.

Por tanto, el Ayuntamiento de Valencia "deberá otorgar la oportuna licencia de autorización" para cumplir con el mandato judicial cuando la sentencia sea firme.

Además, el TSJCV condena al Ayuntamiento de Valencia al pago de las costas, que se limitan en este caso a 1.500 euros. 

El edificio está al lado de la histórica casa de una destacada familia de impresores valencianos. Se encuentra en la calle San Vicente Mártir 7 de Valencia, junto a la plaza de la Reina, en pleno centro de la capital valenciana.

Entrada del número 7 de la calle San Vicente Mártir.

No obstante, al número 7 se accede por la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Martin, uno de los históricos templos parroquiales fundados tras la conquista cristiana de Jaume I, en 1238. Se trata de una zona de un alto valor histórico y patrimonial de Valencia.

El expediente

Los hechos revisados ahora por el TSJ de Valencia se remontan al 11 de febrero de 2016, cuando el representante de la mercantil Maragata Tuni SL, un abogado residente en la capital del Turia, solicitó al ayuntamiento el cambio de uso a vivienda turística de un inmueble situado en la calle San Vicente Mártir 7.

Un año después, el 28 de abril de 2017, el Servicio de Licencias Urbanísticas y Obras de Edificación del Ayuntamiento de Valencia emitió un informe sobre el proyecto presentado junto a la solicitud.

El informe, señaló, entre otros extremos, que el edificio está catalogado con Protección Histórico Patrimonial, nivel 2, y se encuentra en el área catalogada de protección arqueológica.

El expediente recoge la ficha del edificio en el catálogo de bienes y espacios protegidos del Plan Especial de Protección de los entornos de los bienes de interés cultural en Ciutat Vella y el plano del entorno BIC en el que se incluye el edificio.

Pese al grado de protección de la zona y su legado histórico, la sentencia explica que "no consta ninguna limitación en la zona examinada a la existencia de apartamentos turístico, que podría haber formalizado el Ayuntamiento de Valencia" conforme a la doctrina del Tribunal Supremo (TS).

Además, "en la zona examinada no existe incompatibilidad por parte del Ayuntamiento de Valencia, el uso turístico es compatible con el urbanístico residencial".

"La solicitud era completa y los plazos han transcurrido con exceso. Por tanto, vamos a entender adquirida la licencia solicitada por silencio administrativo positivo", concluye la Sala.

Pasado histórico

Justo al lado del inmueble, se encuentra el bloque que albergó una de las primeras imprentas de España y que apostó por la obra de Miguel de Cervantes Saavedra.

La primera edición de la primera parte del Quijote se imprimió en Madrid, en casa de Juan de la Cuesta, en 1605.

Pero solo unos meses más tarde, el editor valenciano Pedro Patricio Mey, viendo el potencial que tenía esta novela, se decidió a imprimir una nueva edición, según explica el blog Curiosidades de Valencia.

Este impresor, de familia de famosos impresores, regentaba un prestigioso taller situado en la calle que iba desde la Iglesia de San Martín hasta el Convento de Santa Tecla, que fue conocida por varios nombres como Barretería o Comunión de San Martín.

"En lo que hoy serían los primeros números de la calle de La Paz se encontraba la Casa de la Ceca de Valencia donde se acuñaban las monedas del Reino de Valencia y justo a su espalda se encontraba el taller e imprenta de Patricio Mey", detalla esta publicación.

La ciudad recordó esta efeméride en el tercer centenario de la primera impresión del Quijote en 1905 y en el lugar donde estuvo emplazada la imprenta se colocó una placa conmemorativa fechada el 7 de mayo

Moratoria

El Ayuntamiento de Valencia aprobó este martes la moratoria de un año de la suspensión vigente de las licencias para nuevos pisos turísticos. 

Esta medida afecta a las viviendas en comunidades de propietarios y en bajos y no a los edificios dedicados en exclusiva a los apartamentos turísticos, que son una actividad económica que el ayuntamiento equipara a un hotel.

También quedan excluidos los inmuebles que cuenten con licencia o declaración responsable que autorice el uso terciario en la planta primera, siempre que dispongan de acceso independiente desde la vía pública.

La moratoria está planteada para toda la ciudad. La intención del consistorio es trabajar durante este periodo en una normativa más restrictiva para la conversión de residencias en pisos turísticos.

La medida no ha gustado al sector. Este viernes, propietarios de viviendas de uso turístico se concentraron frente al Ayuntamiento de Valencia para protestar por los actos de "turismofobia" y defender el "derecho al turismo".

Propietarios de pisos turísticos protestan frente al ayuntamiento.

"Frente al relato de la supuesta afección a la convivencia vecinal, el comercio minorista y el precio de los alquileres, este sector representa el 1,63% del parque residencial, registró 84 denuncias por alguna queja vecinal de los 738.770 turistas alojados en 2023 y, por el contrario, generaron 561.558.935 euros a la economía local", reivindicaron en declaraciones recogidas por Europa Press.