Imagen histórica del centro valenciano.

Imagen histórica del centro valenciano. COLEGIO IMPERIAL NIÑOS HUÉRFANOS

Valencia COMARCAS

El orfanato más antiguo de Europa se fundó, y sigue, en Valencia: tiene 600 años y cantó el Gordo en 1936

En el siglo XVIII fue pionero en la alfabetización de las niñas, adelantándose a la ley española que la instauraría

4 junio, 2024 20:49
Valencia

El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer es la institución benéfico-educativa más antigua de Europa, con 600 años de historia. El centro actual, ubicado en el municipio valenciano de San Antonio de Benagéber, atiende a núcleos familiares de carácter monoparental con escasos recursos económicos de la Comunitat Valenciana.

En estos 600 años el centro ha atendido a más de 30.000 menores, según los datos difundidos por la institución. Fue el primer orfanato del mundo y la primera institución educativa que impartió a las chicas una formación académica, adelantándose a la ley española que la instauraría.

Hasta el siglo XVIII, las niñas sólo eran educadas en labores del hogar y preparadas para el matrimonio. Desde entonces "se sigue trabajando por la inclusión y la equidad". 

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, visitó este martes la institución. El jefe del Consell realizó un recorrido para conocer las instalaciones y la labor socioeducativa que realiza la fundación.

Carlos Mazón puso en valor el proyecto educativo de este centro "para construir una sociedad mejor".  

La institución tiene más de 600 años de antigüedad. San Vicente Ferrer, que en 1410 residía en Valencia, recogió a los primeros menores huérfanos y abandonados bajo el cuidado y tutela de los Beguines.

Existe otro orfanato en Florencia que también es considerado como el más antiguo del continente. Pero su estructura se completó en 1419, según informa su página web, nueve años después de que el intelectual valenciano Vicente Ferrer se hiciera cargo de los niños desamparados de Valencia.

Carlos Mazón en la visita al centro.

Carlos Mazón en la visita al centro.

Historia

Más de un siglo después, en 1540, al decaer la asistencia a los niños por parte de los Beguines, algunos nobles se hicieron cargo de aquéllos, formando la Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer, según recoge la historia de la Fundación.

"Diez años después, en 1549, el Emperador Carlos I de España, desde Bruselas, oficia al Virrey de Valencia que provea lo que más convenga en beneficio de esta obra vicentina", detalla el colegio.

El 14 de marzo de 1593, el rey Felipe II, suprime por Real Carta la Cofradía de San Vicente Ferrer. A partir de ahí, "manda a los jurados, el cabildo de la Seo y clavarios del hospital nombren un representante suyo para administrar el colegio, le dio plena personalidad jurídica, como institución benéfica y régimen de gobierno".

El rey Felipe III, en el año 1620, donó el antiguo Colegio de Moriscos, fundado por su abuelo el Emperador Carlos I de España, para que se instale el colegio y las habitaciones de los niños huérfanos de San Vicente Ferrer.

Cuatro años después, el 6 de Noviembre de 1624, los niños de San Vicente pasaron a ocupar la Casa del Emperador.

"Para que puedan recoger más huérfanos hasta tener tiempo de poderles acomodar en los oficios que eligieren", escribió el rey Carlos II, según la historia de la Fundación.

Los niños desamparados de este colegio fueron los encargados de cantar el sorteo de la Lotería de Navidad de 1936 en Valencia, cuando el Gobierno se trasladó a la ciudad del Turia a causa de la Guerra Civil española y ser nombrada Valencia capital de la II República.

En 1968, tras hundimiento parcial de la fábrica del colegio, se edificó otro, de nueva planta, en el término municipal de San Antonio de Benagéber, a unos 14 kilómetros de Valencia. Allí es donde se encuentran las actuales instalaciones.

El colegio pervive a lo largo de seis siglos, fiel a la idea del santo valenciano más internacional. "Es un milagro que lleve en marcha 600 años, su mayor milagro", cuentan desde el centro. 

En la actualidad, el colegio acoge en torno a un centenar de niños y niñas de la Comunitat Valenciana. Los menores están organizados en 9 tutorías, a cargo de un tutor o tutora, formadas por grupos homogéneos de unos 10.
 
En la tutoría, "hacen vida familiar, se reparten las responsabilidades y participan activamente". Además, "reciben una formación extraescolar musical, deportiva, humana y religiosa, para lograr una inclusión en equidad".
 
La Fundación cuenta con un Colegio Concertado de Educación Primaria y Secundaria, el Colegio Fundación San Vicente Ferrer. 

Archivo

La Fundación cedió en 2008 a la Biblioteca Valenciana su archivo para ofrecer a los investigadores más 600 libros y 122 cajas de material documental que detallaban la historia de la infancia y la educación en Valencia desde el siglo XV.

El archivo de este colegio es muy valioso y comprende material datado desde 1410 y hasta 1907.

Está compuesto fundamentalmente por las primeras constituciones del colegio, libros de actas, libros de contabilidad, correspondencia con la Casa Real y con la Santa Sede.

Entre las piezas más importantes, según el Colegio, se encuentra la correspondencia que mantuvo la Familia Real con el organismo, especialmente Felipe II, quien en 1593 reconoció el carácter benéfico y docente del centro valenciano.

Además, incluye libros de ingresos y bajas de los colegiales y diversa documentación del día a día de la institución, como los libros de los gremios de trabajo, de remedios caseros para enfermedades, menús y planos de la ciudad de Valencia.

Hasta el siglo XIX, el archivo está escrito principalmente en valenciano, lo que lo convierte en un referente, pues ofrece una fotografía exclusiva del Siglo de Oro valenciano y su evolución hasta la actualidad.