Al parecer, la inédita presencia de estos insectos está causando ya importantes daños en los cultivos de la zona, especialmente viñedos (uva para elaboración de vino y de cava) y olivos, ya que se comen las hojas y debilitan así las plantas en un momento del ciclo vegetativo determinante para el desarrollo de los frutos, según destacó la organización agraria en un comunicado.
 
Asociados de AVA-Asaja han informado a la entidad de que los saltamontes o langostas aparecieron en primer lugar en la pedanía de Los Pedrones, situada a 21 kilómetros al sur de la población de Requena, y en los últimos días se han expandido a los parajes de Casilla Hernández y Las Cañás, que se encuentran en la pedanía de Campo Arcís.

 El agricultor de Campo Arcís, Raúl Guillamón, subrayó en el comunicado que esta situación "no la había visto nunca".

"Aquí tenemos mucha fauna salvaje (cabras montesas, corzos, muflones, etc.) que ya viene provocando pérdidas graves y continuadas en los cultivos. Pero si no teníamos bastante, ahora llegan los saltamontes y complican aún más la situación. Es necesario que los centros de investigación se pongan las pilas y busquen soluciones, porque cada vez disponemos de menos productos para hacer frente a más problemas", lamentó.
 
El responsable de la sectorial del vino de AVA-Asaja, José Luis Robredo, explicó que esta presencia de saltamontes es preocupante y esperan que la Administración "haga su trabajo para evitar que se convierta en una plaga".
 

La organización agraria informó que Asaja Málaga también dio la voz de alarma hace unos días para advertir de una significativa infestación de saltamontes en tres municipios de Málaga (Coín, Alozaina y Casarabonela) que daña zonas agrícolas y naturales.

Los saltamontes pueden causar daños significativos en los cultivos. Algunos de los problemas que pueden ocasionar incluyen el daño foliar, pues se alimentan de las hojas de las plantas, lo que puede debilitarlas y afectar su capacidad para realizar la fotosíntesis.

Además, si hay una gran población de saltamontes, pueden devorar grandes cantidades de cultivos, lo que provoca en una disminución de la producción. También pueden ser portadores de enfermedades vegetales y transmitirlas de una planta a otra.