Valencia

El grueso del viejo PP, ni rastro del actual. Es el resumen de la multitudinaria cena celebrada este jueves para homenajear al expresidente valenciano Francisco Camps tras su absolución en la última pieza del caso Gürtel en la que estaba investigado.

El hoy diputado autonómico por Castellón Jesús Lecha fue una de las pocas excepciones en el encuentro. A la actual dirección del PPCV no le ha hecho falta explicitar su desagrado para que los militantes captaran el mensaje.

Ningún dirigente de peso en la formación que lideran actualmente Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, y María José Catalá, alcaldesa de Valencia, acudió al multitudinario encuentro, en el que sí estuvieron presentes centenares de dirigentes históricos. 500 fueron los asistentes, según la organización.

Destacaron el expresidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus; el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra; la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo; los exconsellers Trini Miró y Mario Flores; o la exconcejal de Valencia, Mayren Beneyto.

El cóctel fue organizado por el exdiputado y exsenador Pedro Agramunt en el edificio Veles e Vents, que fue inaugurado por Camps con motivo de la Copa del América de 2007, disputada en València.



Tras conocerse el pasado mes de mayo su absolución en la última de las causas judiciales en las que ha estado inmerso en los últimos 15 años, Camps insistió en su voluntad de regresar a la primera línea política.

Tras recordar su experiencia como concejal, conseller, vicepresidente primero del Congreso o delegado del Gobierno, además de expresidente de la Generalitat, Camps señaló que está "casi más ilusionado que en 1991", cuando empezó como concejal de Rita Barberá, y reiteró su disposición a "volver a la arena política en el primer nivel".

Su voluntad, sin embargo, no parece entusiasmar ni a Mazón ni a Catalá, que insisten cuando se les pregunta al respecto en que debe de ser el partido a nivel nacional el que ofrezca acomodo al expresidente valenciano.