El ya exvicepresidente de la Generalitat y exconseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, célebre por su 'cobra' a Santiago Abascal tras el discurso del líder nacional en el que rompió los acuerdos de Gobierno con el PP, optó este sábado por la elegancia en su adiós.
En mensaje difundido en sus redes sociales, agradeció al líder de Vox y también al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por su "apoyo y confianza" durante el año -algo menos- en el que ha sido vicepresidente valenciano a propuesta de Vox.
"Dar las gracias a Santiago Abascal, presidente de mi partido, y al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por su apoyo y confianza. Ha sido un año de lucha para cambiar las cosas y devolver la libertad a los ciudadanos de la Comunidad Valenciana. Eternamente agradecido", manifestó.
Barrera también tuvo palabras de cariño para su equipo. "Dar las gracias a todo el equipo que tanto me ha ayudado; altos cargos, eventuales, conductores, secretarias, personal funcionarial y administrativo, vigilantes... a todos ellos, muchas gracias, eternamente agradecido", agregó en su escueto escrito.
El exvicepresidente de la Generalitat fue cesado de forma fulminante la misma noche del jueves por Mazón después de que Abascal anunciase que Vox rompería todos los pactos en gobiernos autonómicos con el PP si aceptaban el reparto de menores extranjeros no acompañados desde Canarias al resto de regiones.
A la Comunitat Valenciana le tocaban 23, y a esa misma cifra ascienden los altos cargos a los que Vox ha renunciado en la región.
Como reseñó este periódico, la imagen de Barrera, que intentó no saludar a Abascal cuando acabó de hablar, fue el claro ejemplo de la tensión que se vivió en la reunión previa.
Barrera, que se ve forzado a abandonar la política, ya que no es diputado autonómico, había mostrado sus discrepancias con Abascal durante la reunión de la dirección de su partido, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de los hechos.
El dirigente valenciano, según estas fuentes, pidió no romper con el PP, pero la decisión ya estaba tomada y la asumió con desagrado, porque considera que no existían motivos que justificaran deshacer el acuerdo en la Comunidad Valenciana.
Prueba de que hubo debate e intervenciones críticas es que la comparecencia de Abascal se retrasó más de una hora y media. Varios vicepresidentes autonómicos, como Barrera, mostraron sus dudas y su rechazo a esta nueva estrategia de la dirección.