Valencia

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha anunciado que apuesta por implantar un sistema de arrecifes artificiales en las playas del sur de la ciudad para evitar la regresión de las playas y que los temporales no se traguen la arena.

Así lo ha hecho saber este lunes en Santander, en la mesa redonda La adaptación al cambio climático en las ciudades, organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), junto a la alcaldesa de Santander, Gema Igual; la conselleria de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Xunta de Galicia, María Ángeles Vázquez Mejuto; y el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Roberto Media.

El encuentro ha tenido lugar en la sede de la UIMP en Cantabria, y en el marco de la Capitalidad Verde Europea, el Ayuntamiento de Valencia va a trabajar para implantar este sistema de arrecifes artificiales.

"Se trata de una iniciativa altamente demandada por los vecinos de El Saler y queremos trabajar con ellos y el equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), que ya han realizado los primeros estudios”, ha explicado Catalá.

Esta instalación supone "una medida correctora" de la degradación de las aguas costeras y de la disminución de población de peces. La primera edil ha recordado que "Valencia instaló el primer arrecife artificial de España en 2014 en la playa de la Malva-rosa".

"Ha funcionado bien y ahora queremos implantar este sistema en las playas del sur de la ciudad", ha puntualizado.

Capital Verde Europea 2024

Durante su intervención, la alcaldesa ha explicado las diferentes iniciativas que el Ayuntamiento de Valencia ha puesto en marcha con motivo de la Capitalidad Verde Europea.

"Son proyectos ambiciosos con los que vamos a ganar 350.000 metros cuadrados de zonas verdes, equivalente a 35 campos de fútbol, además de cañones antiincendios para proteger la Devesa, el uso de materiales de baja huella de carbono para hacer edificios sostenibles, árboles fotovoltaicos y pavimento inteligente y la construcción de la mayor planta solar urbana pública de Europa", ha explicado Catalá.

En su ponencia, la alcaldesa también se ha referido a la movilidad sostenible y ha destacado los grandes rasgos del plan inversor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) para los próximos cuatro años, dotado con 172 millones de euros.

Este plan incluye la compra de 215 autobuses eléctricos e híbridos y la renovación de diversas infraestructuras de la EMT, entre ellas la instalación de 167 puntos de carga de autobuses eléctricos.

Según el consistorio, estas medidas "evitarán la emisión de más de 9.000 toneladas de CO2 al año". Además, está previsto que en 2028 la EMT cuente con 527 autobuses, de los cuales casi el 93% serán eléctricos o híbridos. A finales de 2024, un 70% de la flota actual será eléctrica o híbrida.

Familias beneficiadas 

En este sentido, María José Catalá ha avanzado que el proyecto Requiem In Power, la mayor planta solar en suelo urbano de Europa pública, "va a buen ritmo". Esta iniciativa implica la instalación de más de 6.600 placas solares en los cementerios municipales para el autoconsumo de edificios municipales y el suministro de energía a hogares vulnerables.

La alcaldesa ha informado de que ya se han firmado los primeros contratos con familias que, o bien no pueden pagar la luz, o bien se la van a cortar, y a partir de septiembre ya podrán usar la energía producida en las placas de los cementerios.

"De esta manera, unimos la transición energética con una transición justa y social, ya que no solo evitaremos la emisión de 1.000 toneladas de CO2 al año, sino que además ayudaremos a 800 familias vulnerables", ha señalado Catalá.

Catalá anuncia la propuesta conjunta con la Universitat Politècnica en un curso de la UIMP en Santander, sobre la adaptación al cambio climático en las ciudades, y destaca que es una petición de los vecinos de El Saler