Valencia

Dos días después de su sorprendente deportación de Venezuela, el valenciano Carlos Albert se enfrenta a un aluvión de ataques en las redes sociales por parte del chavismo.

"Me llaman facha, y yo he estado gobernando con PSOE y Compromís en mi pueblo, hace ya unos años", replica a las "cuentas falsas" defensoras del régimen que le atacan. "He votado a todos los partidos, menos a los extremos", agrega.

Se trata de un ciudadano español al que expulsaron del país que gobierna Nicolás Maduro por lucir en el aeropuerto una camiseta de la selección del país con el nombre de María Corina, líder de la oposición.

Para el periodista, natural de Torreblanca (Castellón), "las dictaduras son dictaduras". "No deberían importar si son de derechas o de izquierdas", afirma.

Albert explica que ha vivido "un boom" desde su deportación, y envía "un abrazo a los venezolanos".

Carlos Albert, con la camiseta de María Corina por la que lo deportaron de Venezuela. EE null

También mensajes de apoyo a Andrés y José María, los españoles detenidos en el país bajo una acusación de espionaje.

"Yo podría haber sido uno de ellos. No es justo, no tienen nada que ver, estaban haciendo turismo. Es una cortina de humo para tapar lo que está pasando en Venezuela", afirma.

Carlos viajaba a Caracas por turismo. Regresaba para disfrutar Venezuela de nuevo y visitar a unas amistades. Pero eligió un atuendo que resultó fatal en un régimen donde la censura desciende hasta los pequeños detalles.

Por una camiseta

"Me han expulsado por llevar una camiseta de la selección venezolana con el nombre de Maria Corina", lamentó el sábado en declaraciones a EL ESPAÑOL desde el vuelo de vuelta.

Le ocurrió lo mismo que a la delegación del PP que acudía como observadora el día de las elecciones, pero siendo él un mero ciudadano.

"Sabía que llevando esa camiseta podía no gustar. Pero no hasta ese punto. Así está el país, esto es el reflejo de cómo están las cosas", lamento con resignación.

"Es como si no te dejan entrar en España con una camiseta que ponga Feijóo, por ejemplo", comparó.

"Lo he hecho conscientemente y lo volvería a hacer", aseveró. Considera que este tipo de acciones son "un ejemplo de valentía y libertad".

Carlos iba a estar en Venezuela desde el 13 de septiembre al 4 de octubre. "Sabía la situación del país, estuve el año pasado y sé que no es fácil. Pero la situación en la que está ahora no ha estado nunca", reflexiona.

Según relató, "la gente del avión de vuelta, ciudadanos venezolanos, se han quedado sin palabras". "Algunos me han hasta pedido disculpas por lo que ocurre en su país, pero les he dicho que la culpa no es de ellos. Se avergüenzan de lo que pasa en su país", concluyó.