Semana clave para el proyecto definitivo del nuevo Mestalla con la pareja de valencianistas retenida en Singapur
El club ultima su propuesta, mientras sigue pendiente de la resolución del caso investigado por las autoridades policiales del país asiático.
8 octubre, 2024 21:21La retención en Singapur de la pareja de valencianistas que protestó contra la gestión de Peter Lim en un edificio de su propiedad ha coincidido con la semana clave para la presentación del proyecto del nuevo Mestalla, unas obras que llevan 15 años paralizadas.
El incidente ha generado una ola de críticas de la afición y podría tensar aún más la relación entre el propietario del club y las administraciones. El plazo finaliza el próximo sábado 12 de octubre, por lo que todo apunta a que el proyecto podría presentarse al Ayuntamiento de Valencia el próximo viernes día 11.
El club ultima los detalles de su propuesta, mientras sigue pendiente de la resolución del caso investigado por las auotirdades policiales de Singapur y las posibles consecuencias.
La retención de esta pareja valenciana por protestar contra Lim ha sido la gota que desborda el vaso de la afición del Valencia. Tanto el Ayuntamiento de Valencia como la Delegación del Gobierno declinaron dar más detalles sobre el futuro de caso, a la espera de conocer los cargos que se le imputan a la pareja.
Las obras
El pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Valencia concedió al Valencia CF la licencia de obras para reanudar las obras del nuevo Mestalla. El consistorio exigió al club que se acabe el recinto en un máximo de 30 meses una vez se retomen los trabajos, y toda una serie de condiciones que, si se incumplen, harán que el club pierda los beneficios urbanísticos.
El pleno municipal dio luz verde a las fichas urbanísticas del Nou Mestalla y del actual estadio del Valencia CF con los votos del PP y la negativa de Vox, su socio de gobierno, pero con el apoyo de la oposición que forman Compromís y el PSOE.
Unos días después, el Valencia CF anunció que reanudará las obras de construcción del Nou Mestalla en un plazo máximo de seis meses, después del visto bueno a la modificación del Plan de Actuación Territorial Estratégica, que incluye la demolición del antiguo estadio valencianista cuando se produzca el traslado al nuevo.
"Se completa un proceso de más de un año desde que se sometieron a consulta pública las referidas fichas, y supone otro gran paso de cara a convertir en realidad el Nou Mestalla, después de la aprobación de la Licencia de obras concedida el pasado día 12 de julio", explicó en un comunicado el club valenciano.
La paralización y la falta de previsión para reanudar las obras acabaron por dejar fuera al Nou Mestalla como posible sede del Mundial 2030.
El acuerdo municipal acordó incluir en las fichas "las condiciones que ha de cumplir el nuevo estadio de manera vinculante", la elaboración de una auditoría externa del coste de acabar el Nou Mestalla para establecer una fianza y las sanciones en caso de incumplimiento y la obligación de que el Valencia ingrese el dinero que costará construir el polideportivo del barrio de Benicalap.
Además, se añadió una moción que incluía la referencia a lo usos que podrá tener el consistorio de ese recinto en la línea de lo firma en los convenios con el club, así como la obligación de que el Valencia coloque placas fotovoltaicas en la cubierta y que acabe la "zona museística" del nuevo estadio.
Tras la aprobación, el concejal del PP Juan Giner afirmó que se trataba de un acuerdo "que mira por el interés general por encima de cualquier otro", al que se ha llegado "desde la cordura y sometido a la ley y al derecho" y que sostiene "una amplia mayoría".
Mientras, la portavoz de Compromís, Papi Robles, afirmó que si fuera por su partido "el Valencia no se movería nunca de Mestalla" y afirmó que tratarán de ayudar a partir de septiembre a hacer viable esta opción, pero dijo que si no se le pone "una cortapisa" al club, su máximo accionista, Peter Lim, campará a sus anchas.
Por último, el portavoz socialista, Borja Sanjuán, afirmó que el pleno llegó "en el tiempo de descuento" con el riesgo "despeñarse por el precipicio" y calificó de "mal escenario" el cambio del actual a Mestalla al nuevo estadio.
"Hay que elegir entre lo malo y lo menos malo y lo menos malo es que no sean gratis los derechos urbanísticos para un incumplidor", añadió.