La luna de miel de Dani y Mireia se ha convertido en una auténtica pesadilla. Desde el pasado viernes 4 de octubre permanecen retenidos en Singapur, tras haber exhibido por el país una pancarta en contra del máximo accionista del Valencia Club de Fútbol, Peter Lim.
La pareja valenciana y valencianista, que se casó a finales de este mes de septiembre, fue interceptada en el aeropuerto por dos hombres cuando se disponían a continuar con su viaje de novios, rumbo a Bali.
Sin más explicación, les retiraron el pasaporte y les obligaron a regresar al hotel donde estaban alojados. Todavía desconocen de qué se les acusa, pero podrían enfrentarse a elevadas multas e incluso a penas de prisión, debido a las duras penas que impone la legislación del país asiático por lo que consideran desorden público.
Los primeros que dieron la voz de alarma ante lo sucedido fueron Libertad VCF, una entidad contraria a la gestión del club por parte de Peter Lim. Este colectivo denunció los hechos y exigió la intervención urgente de las autoridades para la "liberación inmediata" de la pareja valenciana.
Desde la asociación apuntan directamente al empresario que residen en Singapur como responsable de esta situación, que califican de "abuso". Consideran que están retenidos "por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión".
Los hechos
El afectado, Dani Cuesta, publicó en X (antes Twitter) varias fotografías de él en varios lugares emblemáticos del país portando una bandera amarilla en la que puede leerse "Lim Go Home", el lema de la afición ché que exige su salida del club.
También compartió un vídeo y unas imágenes con ese mismo cartel en el edificio Abelia, que identificaba como propiedad de Lim, aunque según otro usuario se trataba del domicilio personal del empresario.
En la puerta de la entrada, según puede observarse en el vídeo, además puso una pequeña pegatina del mismo color y el lema Lim Out.
"He ido a casa de Peter Lim sin saberlo (pensaba que era su hotel), maravilloso mal entendido en lo que he disfrutado como un niño", publicó en sus redes sociales.
Dani Cuesta, natural de Bétera, forma parte de la asociación Libertad VCF y es muy activo en redes sociales en contra del dueño del club. De hecho, ya había avisado de sus intenciones antes de partir con destino a Singapur.
El 30 de septiembre publicó un comentario acompañado de una fotografía de la bandera amarilla con el mensaje de que estaban "listos" para la luna de miel "para hacernos alguna fotito cerca" de Peter Lim.
Unos días después, ya desde el país asiático, escribió: "me voy a hacerme fotos con mi banderita tan bonita, si queréis algún recado y puedo hacerlo, no dudéis en pedírmelo, pero que no sea acabar en la cárcel de Singapur que ese plan en luna de miel no lo acabo de ver".
Desde que ha saltado la noticia las autoridades locales se han puesto en contacto con la Embajada de España en Singapur para conocer la situación de la pareja valenciana.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, aseguró este martes que la Embajada asiste a estos dos aficionados del Valencia y se mostró confiada en que las gestiones diplomáticas ayuden a solucionar su situación.
"Están siendo asistidos en todo momento por oficiales de la Embajada y aconsejados por el cónsul, que además es valenciano. Y están teniendo toda la asistencia de la Embajada del Gobierno de España", afirmó Catalá.
En esta línea, confirmó que se les habían retirado los pasaportes y que todavía no hay una "acusación formalizada, sino una investigación policial".
Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, aseguró que "en los próximos días" se aclarará su situación procesal. Estaba previsto que Cuesta prestara declaración este martes.
"Ellos están allí y vamos a dejar que la situación procesal, que se dilucidará en los próximos días, nos lo aclare. Están bien, la familia está al tanto de todo y tienen el apoyo consular", dijo Bernabé.
A qué se enfrentan
Aunque todavía se desconoce de qué se les acusa, podrían enfrentarse a un delito por vandalismo o desorden público, que puede acarrear multas de hasta 2.000 dólares, es decir, unos 1.800 euros, o prisión de hasta 3 años.
Además, el duro código penal de Singapur incluye el castigo físico y por este tipo de delitos se contemplan hasta ocho azotes con bastón.
El delito de vandalismo en Singapur recoge diferentes actos que van desde robar, destruir o dañar la propiedad pública hasta exhibir o colgar objetos en cualquier propiedad sin consentimiento previo.
La sanción mínima de la ley es de 1.000 dólares, por poner sin autorización "cualquier anuncio o papel" sobre "cualquier edificio, pared o valla", un supuesto que se acerca bastante a los hechos de Cuesta.
Las autoridades del país asiático también podrían acusarles de manifestarse sin permiso. La ley de Orden Público prohíbe expresamente toda aquella manifestación política o social o exhibición pública que no cuente con una autorización.
Singapur es un país muy estricto en cuanto a sus leyes. Además, hay numerosas normas de conducta y de convivencia y penas para quienes las incumplen.
Por ejemplo, está prohibido el consumo de chicles cuando no sea por motivos médicos y es recomendable evitar las muestras públicas de cariño.
Arrojar papeles o colillas al suelo es objeto de fuertes multas y cruzar la calle por un lugar no habilitado para ello puede acarrear una pena de hasta 400 euros.
Libertad de expresión
Para la Associació de Juristes Valencians estos hechos son un "ataque a la libertad de expresión".
Por ello, reclamaron a las autoridades que actúen de forma "inmediata" para que "nuestros vecinos vuelvan a la comunidad y sean repuestos en sus derechos fundamentales".
Por último, el Valencia CF emitió este martes un comunicado en el que mostró su deseo porque la situación de dos de sus aficionados retenidos en Singapur tenga "el mejor y el más rápido desenlace".