Chulilla, Valencia.

Chulilla, Valencia. iStock.

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El espectacular pueblo a 62 kilómetros de Valencia escondido entre montañas: es el más feliz de España

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Disfrutar de espacios al aire libre, con poca masificación y con paisajes naturales es una de las principales necesidades de la mayoría de los españoles durante estos meses de otoño. De hecho, son varios los expertos que subrayan estos gestos como fundamentales para la salud física y mental de las personas. 

Al salir de entornos urbanos y conectarse con la naturaleza, las personas experimentan una disminución de estrés, ansiedad y fatiga mental, factores que contribuyen al bienestar general. Estar al aire libre y en contacto con la naturaleza ayuda a reducir el ritmo, permite a las personas desconectar de la vorágine del día a día y restablecer el equilibrio mental.

De hecho, si eres de los amantes de la naturaleza que está buscando un pueblo para huir de la contaminación y masificación de las grandes ciudades, desde EL ESPAÑOL traemos la mejor opción. 

Chulilla, Valencia

Concretamente estamos hablando de Chulilla, un pequeño y encantador pueblo de la Comunidad Valenciana, que ha sido declarado el lugar más feliz de España en varios ránkings, gracias a su combinación única de belleza natural, tranquilidad y una comunidad acogedora.

Ubicado a orillas del río Turia y rodeado de imponentes montañas y cañones, este destino ofrece una calidad de vida que muchos buscan: aire puro, paisajes únicos y una atmósfera de paz. Este pequeño municipio de menos de 1.000 habitantes es conocido por su impresionante entorno natural, su tranquilidad y la cercanía de su comunidad.

Cañón del Turia, Chulilla.

Cañón del Turia, Chulilla.

Uno de los grandes atractivos de Chulilla es el Cañón del Turia, una impresionante formación natural que recorre el río y ofrece rutas de senderismo espectaculares, como la famosa "Ruta de los Puentes Colgantes".

Esta ruta permite a los senderistas caminar entre acantilados, atravesando puentes suspendidos que ofrecen vistas realmente impactantes. La belleza del paisaje, junto con la paz del entorno, crea una sensación de bienestar que hace que tanto turistas como residentes se sientan en un estado de felicidad constante.

Asimismo, para aquellos que buscan refrescarse, el Charco Azul es una piscina natural escondida al final de una corta caminata. Este pequeño oasis de aguas cristalinas es perfecto para darse un baño, ofreciendo una alternativa de descanso y frescura en medio de la naturaleza. Sus aguas y su entorno lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan un rincón tranquilo y apartado.

Además de la naturaleza, el pueblo tiene un encanto arquitectónico con casas blancas y calles estrechas que le dan un aire acogedor y pintoresco. La vida comunitaria también es clave en la felicidad de sus habitantes, quienes disfrutan de una vida tranquila, con eventos locales y fiestas que reúnen a todos los vecinos.

Qué visitar en Chulilla

Tal y como se ha mencionado anteriormente, Chulilla es un destino único para los amantes de la naturaleza, la historia y la aventura, ofreciendo múltiples lugares fascinantes que visitar. Además de la ruta de los Puentes Colgantes, Chulilla también ofrece otros lugares emblemáticos que no podemos olvidar. 

Otra parada obligatoria de esta pequeña localidad es el Castillo de Chulilla. Situado en una colina, ofrece vistas panorámicas del pueblo y del cañón, y aunque está en ruinas, conserva su estructura original, reflejando la rica historia medieval de la región. 

Igualmente, las Ermitas de San José y de Santa Bárbara son lugares de gran importancia para los habitantes de Chulilla. La Ermita de San José, que data del siglo XVIII, es un símbolo espiritual y cultural del pueblo, mientras que la Ermita de Santa Bárbara, ubicada en una colina, ofrece vistas panorámicas de la zona y es un punto de encuentro tradicional para celebraciones locales. Ambas ermitas son reflejo de la devoción y tradiciones que aún persisten en la comunidad.

Por último, Chulilla también tiene cabida para los que buscan un momento de relajación. El Balneario de Chulilla es una parada perfecta. Las aguas termales del balneario son conocidas desde la época romana por sus propiedades curativas.

Este sitio ofrece una experiencia de bienestar en un entorno natural excepcional, siendo ideal para quienes desean desconectar y disfrutar de un momento de calma.