Valencia
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La DANA que ha dejado a parte de Valencia sepultada en una gran ola de agua y barro ha dejado a su paso un panorama de devastación y emergencia, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de todas las administraciones.

Y en un acto de solidaridad y compromiso, policías locales de diversas partes de España se han desplazado estos días a la Comunitat Valenciana para asistir en las labores de rescate y apoyo a la población afectada.

Uno de esos grupos procede de Calpe, en Alicante. Una decena de agentes que estaba fuera de servicio, junto a una compañera de la población alicantina de Xaló, organizaron una caravana y se desplazaron este martes hasta Paiporta, la población más castigada por la tragedia que suma ya más de 70 personas fallecidas.

Este grupo de policías llegó a Valencia con un objetivo claro: proporcionar ayuda inmediata y colaborar con la población en las labores de limpieza y desescombro. Una semana después de la riada, las calles de Paiporta todavía son un escenario que recuerdan a la posguerra.

Este grupo de agentes conoce muy bien el peligro que supone enfrentarse a un fenómeno meteorológico de esta naturaleza, típicos de la cuenca mediterránea, y el rastro de devastación que deja.

En septiembre de 2022, una fuerte tormenta golpeó con fuerza Calpe. Fue en medio de ese episodio tormentoso cuando el agente Juan Manuel Policarpo Moll, un joven policía calpino muy querido por todos, perdió la vida mientras rescataba un ciudadano que resultó atrapado en el interior de su vehículo en un barranco. Su sacrificio dejó una marca imborrable en sus compañeros del cuerpo de la policía local.

Dos años después, cuando la DANA se desató en Valencia, aquellos mismos policías que habían llorado la pérdida de Juan Manuel, honraron su memoria de la mejor manera posible: ayudando a otros en esta tragedia.

"En Calpe perdimos en una riada a un compañero. Sabemos lo duro que es perder a una persona en estas circunstancias, de un momento a otro, y eso nos ha empujado un poco más para colaborar con los pueblos afectados", manifestó en declaraciones a EL ESPAÑOL Bea Tomás, agente de la policía en esta localidad.

Los policías trabajando en Paiporta.

Día de trabajo

El viaje a Valencia de este grupo de policías fue muy emotivo y la llegada a la zona cero impactante. "Una cosa es verlo por la televisión y otra muy distinta estar allí con personas que lo han perdido todo".

"Cuando todavía estábamos ubicándonos en la calle, nos pararon porque iban a recoger con maquinaria pesada escombros amontonados en la calle. Cuando estaban trabajando, hemos visto un cadáver que estaba escondido entre los materiales. No se habían dado cuenta y tuvimos que darles indicaciones para que pararan", explicó la agente.

En ese momento, "pensamos que eso mismo podría haber pasado con más personas al no ser conscientes que podría haber cadáveres entre los escombros".

"Una persona se alteró muchísimo en ese momento. Esta persona estaba indignada porque estos escombros llevaban siete días y nadie se había dignado a limpiar la calle. Decía que tanto los presidentes como el rey habían estado paseando por las calles y esa víctima mortal todavía estaba ahí sin que nadie la viera".

Los agentes en las labores de desescombro.

Bea y sus compañeros se pusieron rápidamente a trabajar con los vecinos que les iban pidiendo ayuda por la calle. "A veces salían de un local a buscarnos. En total, hemos estado limpiando en cuatro casas y entre los 10 hemos avanzado trabajo".

"Una mujer nos pidió ayuda y nos dijo que si podíamos ir a casa de su madre a sacar barro, agua y muebles porque su madre murió allí el día de la catástrofe y le costaba mucho entrar en esa casa".

"Era una mujer mayor que estaba impedida. Sus sobrinos accedieron a la vivienda buceando e intentaron sacar a la mujer. No lo consiguieron y no se pudo hacer nada".

Policías de Calpe en Paiporta.

Colaboración entre policías

A medida que Valencia comienza el largo proceso de recuperación, la ayuda de los policías locales desplazados de toda España será recordada como un ejemplo de dedicación.

Su intervención no solo ha ayudado a gestionar la emergencia inmediata en medio de un caos, sino que también ha reforzado la colaboración entre los cuerpos policiales.

Estos policías están preparados para hacer frente a cualquier situación, pero admiten que la magnitud de esta tragedia supera a cualquiera.

"Son testimonios duros y muy emotivos porque estas dentro de su casa. Ves las marcas de agua, su cocina, su cama... Ves todas sus cosas y piensas qué tristeza. En ese momento comprendes a una mujer no sea capaz de entrar a la vivienda donde murió su madre siete días después".

Mensaje de apoyo a los voluntarios.

Bea cuenta que hay mucha presencia de militares y policías en la zona para ayudar en la reconstrucción de Paiporta. Pero ella se queda con la imagen de cientos de voluntarios que estos días se vuelcan con Valencia.

"La labor más importante es la que está haciendo el pueblo. Los voluntarios, sin conocer a nadie, se meten en las casas a limpiar para ayudar. Nos fuimos con la sensación de haber aportado algo".

Los policías de Calpe se despidieron de Paiporta con un sentimiento de logro y satisfacción. En cada rincón de Valencia, el recuerdo de esta tragedia perdurará como un testimonio de la resiliencia humana y el compromiso con los pueblos valencianos.