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La última vez que se vio con vida a Wafaa Sebbah fue el 17 de noviembre de 2019. Ella tenía 19 años y era natural de Pobla Llarga (Valencia). 18 meses después, su cuerpo era encontrado sin vida en un pozo en la localidad valenciana de Carcaixent gracias a la confesión de su asesino, un joven con un amplio historial delictivo.

El único que conocía su localización era David, de 30 años, con antecedentes por maltrato y sospechoso de dedicarse al trapicheo de drogas. En Valencia le llaman El Tuvi, tiene un hermano condenado por doble asesinato y se le relacionó en su momento con Jorge Ignacio, el asesino de Marta Calvo.

El juicio por este trágico asesinato comenzó este martes en Valencia y El Tuvi defendió ante el jurado que no tenía intención de hacerle daño a la víctima. "Le cogí del cuello para reducirla y al verla muerta me asusté". A continuación, cogió el cuerpo y lo tiró a un pozo.

David se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable, tal y como le reclama el ministerio fiscal, por un delito de asesinato con alevosía y otros ocho años de cárcel por agresión sexual, unos hechos que considera que cometió con las agravantes de género y discriminación racial.

Por su parte, las acusaciones particulares que representan a la familia de Wafaa -los letrados Juan Carlos Navarro, Jesús Ruiz e Isabel Carricondo- también reclaman para el acusado la prisión permanente revisable y 33 años de cárcel por el asesinato, violación y secuestro de la chica más la tenencia ilícita de armas.

La defensa, no obstante, solicita la libre absolución para su representado al alegar que, en el momento de cometer los hechos, el joven sufría un grave trastorno de la personalidad por un accidente de automóvil que sufrió en el año 2015 y que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico grave.

Además, el trastorno que padecía, era consecuencia de la cocaína y el alcohol que consumía con asiduidad, según manifestó en el juicio.

En su declaración de este martes, El Tuvi respondió, únicamente a preguntas de su letrado, que tiene un carácter "complicado" por su accidente de coche y que no ha tenido "problemas" con mujeres, según la información facilitada por Europa Press

El acusado trabajaba en una frutería familiar y explicó que Wafaa era amiga suya. Según declaró, en ocasiones le prestaba dinero o la invitaba a comer.

"Ella me lo pedía". Según su relato, no se sentía atraído por ella. "Nunca le he propuesto ser mi pareja ni nada. Tampoco la despreciaba".

"Ella tenía un carácter fuerte y a veces se enfadaba conmigo", dijo. Sobre el crimen, detalló que "la idea era quedar con ella y pasar el día".

"No tenía previsto hacerle daño ni agredirla sexualmente ni dispararle con el rifle de perdigones", declaró.

Ese día estuvieron bebiendo alcohol y tomando drogas y ella le pidió 1.000 euros, siempre según su versión.

"Le dije que no podía, que estaba ahorrando para una casa y sabía que no me los iba a devolver. Se enfadó, me insultó y me golpeó. La intenté calmar, nos peleamos y la cogí del cuello para reducirla. Se desplomó, le tomé el puso y vi que no tenía. Me asusté. Entré en ataque de ansiedad y no sabía que hacer con ella".

"Un accidente"

Según su versión, "fue un accidente y una desgracia, no le deseaba eso. Sabía que eso me iba a perjudicar y decidí transportar su cuerpo a otro sitio, a otro chalet".

"Le puse cinta en la cara porque me daba pena verla muerta y le até las muñecas porque estaba confuso. Le quité los pantalones y las zapatillas y la dejé caer al pozo desde arriba, que tenía agua".

Días después, regresó a la vivienda familiar en varias ocasiones para ver si seguía el cuerpo en el pozo y vio que flotaba. Entonces le lanzó objetos para que hundiera el cuerpo, tales como piedras o tejas y le disparó con un rifle de perdigones.

En cambio, la fiscal encargada del caso solicita para este hombre una pena de prisión permanente revisable además de otra de ocho años por la violación. No da ninguna credibilidad a su versión.

En su escrito de acusación inicial, la fiscal señaló que el brutal asesinato se produjo para ocultar la agresión sexual porque la joven se negaba a mantener relaciones con él.

De esta forma, la acusación pública pretende que en el juicio se tenga en cuenta el agravante por razón de género y también de raza ya que durante la investigación se han podido encontrar muchos mensajes en los que el acusado vejaba a la joven por ser mujer y por ser magrebí.

No es la primera vez que la familia de El Tuvi se enfrenta a esta situación.

Según publicó el diario Levante-EMV, tiene un hermano llamado Juan, seis años mayor que él y también sabe lo que es matar.

Concretamente, cumple condena actualmente por un doble asesinato: en 2012, acabó con la vida Kamil K., un joven checo de 28 años, a cuchilladas y estranguló a Sidonia S., una eslovaca de 25.