Valencia
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La devastadora DANA y posterior riada que azotó Valencia el 29 de octubre dejó una herida en muchos pueblos que tardará en cicatrizar. Inundaciones, desbordamientos y un gran rastro de destrucción marcarán para siempre a multitud de poblaciones.

Sin embargo, en medio de esta incertidumbre, el pueblo valenciano ha demostrado estar a la altura de las circunstancias, mostrando un espíritu de solidaridad y resiliencia inspirador que ha servido para desmontar uno de los mayores topicazos de la Comunitat Valenciana.

La DANA se ha llevado por delante este estereotipo. La expresión no tiene traducción y viene a decir que los valencianos pasan de todo y no protestan por nada.

Se conoce como el meninfotismo. Según el diccionario de la Academia Valenciana de la Lengua, el meninfot es una persona que "muestra indiferencia o desinterés por todo, que no quiere saber nada de las cosas que lo tendrían que preocupar o interesar".

"La mejor definición del menifontisme valenciano traducida al castellano es 'me la suda'. Es decir, no quiero saber nada del asunto ni meterme en temas que no me conciernen. No me interesa implicarme en cuestiones de las que no voy a sacar nada en limpio, al contrario, me va a perjudicar", escribió en un artículo publicado en 2019 el historiador Javier Paniagua.

Según el cronista, "así se interpreta lo que piensa una parte de esta sociedad para caracterizar una mentalidad supuestamente arraigada" en la Comunitat Valenciana.

"Se critica que el valenciano o la valenciana se desentiende de las cuestiones comunitarias para limitarse a defender, exclusivamente, su propio interés, lo que le convierte al parecer en un individualista empedernido", manifestó Panigua.

El historiador citó una anécdota para seguir analizando la expresión, mucho más que un tópico. "Felipe González, cuando un debate se encrespaba y no había manera de salir del mismo, afirmaba: 'No valencianicéis el asunto'".

"No tengo claro que los valencianos sean indiferentes a los temas políticos: miren si no a los gallegos que tienen los índices más bajos de participación electoral, mientras que los de la Comunitat son de los más altos", recordó.

Además, recordó que "para ciertos sectores, concienciados de la necesidad de asumir una nacionalidad y una lengua, el meninfotisme es una rémora muy negativa que impide ir más allá del victimismo y plantear las reivindicaciones que procedan con la mayor fuerza posible, como en las Germanías del siglo XVI".

Ola de solidaridad

La cifra total de víctimas mortales registrada a causa de la DANA y las inundaciones que afectaron a la provincia de Valencia el 29 de octubre llega ya a 221, tras la recuperación del cuerpo sin vida de una mujer en el barrio de La Torre, en la ciudad de Valencia.

Por su parte, el número de expedientes por denuncias de desaparición que están activos ha bajado a siete.

la recuperaron será un proceso largo y complejo. Alrededor de 40.000 niños y adolescentes han visto interrumpida su educación debido al cierre de escuelas. Además, muchos de ellos han sufrido traumas emocionales y pérdida de hogares.

La paralización de más de 100 depuradoras ha provocado la contaminación de ríos y acuíferos, aumentando el riesgo de enfermedades. Más de 75.000 viviendas y numerosas infraestructuras, como carreteras y ferrocarriles, han sido dañadas y las pérdidas económicas se estiman en miles de millones de euros.

Frente a este caos, los valencianos han demostrado que ni pasan de todo y que portestan cuando tienen que hacerlo.

Mensaje de agradecimiento a los voluntarios. EFE / A. ESCOBAR

Desde el primer momento, jóvenes de toda la Comunitat Valenciana se movilizaron para ayudar en las tareas de rescate y recuperación. Con determinación, se presentaron como voluntarios para limpiar calles y casas anegadas, retirar escombros y ofrecer apoyo a las personas más afectadas.

Su capacidad para organizarse rápidamente y trabajar en equipo fue crucial durante los primeros días, desmontando otros tópicos como que forman parte de una generación de cristal.

Además, muchos jóvenes han recurrido a las redes sociales para coordinar esfuerzos y difundir iniciativas solidarias. 

La manifestación celebrada en Valencia el pasado 9 de noviembre para pedir la dimisión del presidente Carlos Mazón por la gestión de la DANA llegó a congregar a 130.000 personas, según la Delegación de Gobierno, y acabó de enterrar el estereotipo del meninfotisme.

"Nosotros manchados de barro, vosotros manchados de sangre" fue uno de los lemas que pudieron leerse en las pancartas de la marcha, que transcurrió de forma pacífica, pero incidentes aislados.

Defecto y virtud

La filósofa Adela Cortina lleva años alertando sobre las consecuencias del meninfotisme para el pueblo valenciano, que es mucho más que un topicazo.

En una entrevista publicada en El País en 2009, Cortina dijo que la sociedad valenciana se reconocía por "ese meninfotisme que es a la vez defecto y virtud. Defecto, porque somos poco beligerantes. Virtud, porque llevamos la tolerancia metida en los huesos".

Para Cortina, que ha escrito artículos sobre el meninfotisme y la necesidad de trasformarlo en la ética del compromiso, defendió que "la base de una ética cosmopolita es la compasión".

A su juicio, "cuando falta a la justicia, la cordura o la libertad, pierde sentido. La compasión es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de sentir su sufrimiento y experimentar su alegría. Va más allá de la empatía".

"La compasión es el compromiso para ayudar al desfavorecido a salir de su situación. Una cultura, economía o política montada sobre la compasión será verdaderamente humana. Nos falta compromiso con quienes sufren para ayudarles y capacidad de alegrarnos con quienes se alegran", expuso la filósofa en una entrevista publicada por la Fundación Étnor.

Estas semanas, en cada rincón de Valencia y sus pueblos afectados, la labor incansable de los valencianos ha sido una luz en la oscuridad. Y han demostrado que, ante la adversidad, el compromiso y la beligerancia superan cualquier obstáculo y todos los tópicos.