La mayor parte de fallecidos a causa de la DANA se concentran en Paiporta (45), epicentro de la fatídica riada que dejó un total de 222 muertos, según el último informe oficial facilitado este lunes.
En este pueblo de L'Horta Sud de Valencia costará olvidarse de la peor DANA del siglo. Tampoco podrá borrarlo de su mente el escritor Santiago Posteguillo, que compartió un sobrecogedor relato sobre cómo él y su pareja vivieron el pasado 29 de octubre en su piso de Paiporta.
Lo hizo en una conferencia en el Senado sobre la importancia de Hispania. El autor de la trilogía Africanus es vecino de Valencia. Aquel fatídico martes, Posteguillo estaba en el piso de su compañera sentimental en Paiporta y subió a la terraza, donde comprobó que el barranco del Poyo, a unos 50 metros de la casa, "se estaba desbordando, no había llovido y nadie había avisado".
El edificio donde vive con su pareja, Ana Gil, lo construyó el padre de ella, tal y como precisó en su intervención en la Cámara Alta. Su compañera es traductora-intérprete jurado de rumano con doble nacionalidad (española y estadounidense) y la conoció en un tren de cercanías.
Así describió los primeros momentos: "Como tengo el coche aparcado fuera al lado de la estación de metro tomo una decisión que probablemente mucha gente tomó. Cogemos el mando del garaje de mi pareja, mis llaves del coche y salimos a cambiar el coche de sitio. Bajamos las seis plantas, pero ya hay toda una lámina de agua que cubre toda la plaza. Eso es raro en tan poco tiempo".
Varios vecinos le convencieron de que no era una "buena idea" cambiar el vehículo de sitio. "El coche lo encontré cuatro días después a un kilómetro de donde lo había aparcado", relató el Premio Planeta. "Pero eso es lo de menos", indicó.
"Lo impresionante es que en trece minutos había un torrente brutal de dos metros de agua sin control, que arrastraba ramas, árboles, coches. Se llevó por delante una nave industrial que estaba enfrente de nuestro edificio; se llevó la puerta del portal, todo el muro de la fachada, todo el local de al lado...", explicó.
Al observar la llegada del agua temió por la estructura del edificio. Seis horas sin parar de torrentera. Vimos a gente desaparecer en el agua", recordó el escritor al detalle.
Aquella noche, ha descrito Posteguillo, los vecinos se acostaron sin agua ni luz pensando que "lógicamente" al amanecer ya estarían desplegados tanto la Guardia Civil como los bomberos y el Ejército. "Pero al amanecer no había nadie allí", lamentó.
El segundo día, al caer la noche, se produjeron "saqueos". Pero aún confiaban en que las autoridades se acercaran al día siguiente. "¿Cómo puede ser que en 48 horas no venga nadie, alguien me lo puede explicar? ¿En España? ¿En el siglo XXI?", se preguntó.
"Al tercer amanecer", que seguía sin haber "nadie institucional", tan solo voluntarios, cogió el ordenador donde escribe su novela, sus notas de la tercera novela de César y arrastró estos enseres en una maleta junto a su pareja "durante kilómetros y kilómetros hasta llegar a Valencia", donde tiene un piso.
Durante el camino vio "cadáveres que todavía no se habían podido retirar, coches volcados, edificios destrozados...". "El nivel y la sensación de las poblaciones devastadas no lo pueden imaginar", concluyó.