La cooperativa valenciana de viviendas colaborativas Vacaciones Permanentes busca personas mayores que quieran vivir en comunidad, para luchar contra la soledad no deseada y garantizar un envejecimiento activo.
Después de disponer del terreno en Alfara de la Baronía y del diseño del proyecto constructivo, el reto al que se enfrentan ahora es conseguir el número de socios suficiente para empezar las obras de lo que será uno de los primeros proyectos de cohousing sénior en Valencia.
Javier Vicente, portavoz de la cooperativa, explica a EL ESPAÑOL que tienen ya la mitad de las 44 viviendas asignadas, pero hasta que esa cifra no alcance el 80% del total de casas no pedirán el permiso de obra para iniciar la construcción.
"Siendo realistas, creo que a finales del año 2025 estaremos en disposición de empezar a construir", afirma, y añade que el grupo va creciendo "poco a poco" y que hay 20 personas interesadas en el proyecto.
La idea del grupo es poder mudarse a finales de 2027 o principios de 2028. "Estamos muy ilusionados y lo vamos a conseguir", subraya esperanzado.
La asociación, creada en el año 2020 por un grupo de amigos de Villamalea (Albacete) que querían disfrutar de su vida juntos tras la jubilación, adquirió un solar de casi 40.000 metros cuadrados en Alfara de la Baronía, a media hora de Valencia.
Allí construirán 44 viviendas de 60 metros cuadrados y unos espacios comunes, como comedor comunitario, lavandería, salas multiusos, gimnasio, biblioteca, sala de televisión o enfermería. El resto del terreno se destinará a jardines y huertos.
Las viviendas cuentan con una pequeña cocina en el salón, dos habitaciones, baño, trastero y patios en ambas fachadas.
"Nuestro proyecto es un proyecto de vida, no es para morir. Implica convivencia, actividades, estar ocupados y estar más ilusionados", subraya el portavoz de la entidad a este periódico.
En este sentido, considera que es "otra forma de vivir" la etapa madura de la vida. "Todos envejecemos, pero se trata de tener una vejez activa y autogestionada".
Aportación económica
La aportación económica para formar parte del proyecto de viviendas colaborativas es escalonada. Por una parte, hay una cuota de ingreso en la cooperativa es de 500 euros por persona y, por otra, una aportación de 41.000 euros por unidad habitacional.
Este es el capital aportado hasta este momento por los integrantes de la cooperativa y la previsión es que no supere los 150.000 por unidad de convivencia.
En este sentido, el portavoz de la organización destaca que han hecho "el esfuerzo" de comprar el terreno, en vez de solicitar la cesión de un suelo público, ya que consideran que este ha de destinarse a aquellos que tienen menos recursos económicos.
Además, la organización está negociando la posibilidad de financiar esa cantidad con algunas entidades bancarias para aquellos socios que no puedan hacer frente a la totalidad en un plazo breve.
Asimismo, a estas aportaciones habrá que añadir el coste mensual de los servicios, es decir, los gastos de comida, limpieza o lavandería, que variaría según se trate de una sola persona o de una pareja. En cualquier caso, señala que estos gastos son menores que en una residencia.
Con este modelo de cohousing la propiedad es de la cooperativa. Los miembros tienen la cesión de uso de la vivienda colaborativa, el uso de servicios y zonas comunes hasta que por el motivo que sea abandonen el proyecto, momento en el que se devuelve el dinero que haya sido aportado a los socios o a sus herederos.
"Somos empresas autogestionadas y sin interés económico, pero que da beneficios en servicios, en compañía, en buen trato y en amistad. Y eso es impagable", afirma Javier Vicente.
Para unirse al proyecto de Vacaciones Permanentes hay que ser mayor de 50 años y participar en lo que denominan la fase de conocimiento, un periodo de tiempo en el que los interesados participan en las actividades de la cooperativa y conocen al resto de socios.
"Es muy importante conocer bien al grupo, porque no somos un número más, aquí la idea es conocernos todos", afirma Javier Vicente.
Qué es el cohousing
"Colaboración, apoyo mutuo y autogestión" son las palabras que usa para definir el cohousing sénior. "Ofrecemos una visión optimista de la vejez, teniendo en cuenta que es un periodo de la vida que tiene muchos sinsabores de salud", destaca.
La Comunitat Valenciana cuenta con una ley, de marzo de 2023, de viviendas colaborativas que fue la primera de España. Este fenómeno consiste en una forma de vida en la que los vecinos disponen de viviendas individuales y espacios comunes compartidos.
La idea es compaginar la intimidad de las viviendas individuales con las ventajas de la convivencia entre personas de la misma edad. "No nos apetece ni ser un miembro pasivo de una residencia habitual ni ser un abuelo que llamamos maleta, que está unos meses con cada hijo", defiende el portavoz.
En la Comunitat Valenciana cerca del 40% de las personas mayores vive sola, tal y como se desprende de la estrategia valenciana de envejecimiento activo y lucha contra la soledad no deseada.
En el territorio valenciano una decena de grupos se han constituido en cooperativa, aunque la falta de financiación y de apoyo por parte de las Administraciones públicas hace que todavía no se haya puesto en marcha ninguna obra de este tipo en Valencia.