La suerte está prácticamente echada. Quedan apenas horas para que el Sorteo Extraordinario de Navidad se celebre y los niños y niñas del Colegio Municipal San Ildefonso de Madrid canten el Gordo, entre otros premios mayores este domingo 22 de diciembre.
Los vecinos de la 'zona cero' de la DANA han participado más si cabe este año "en busca de esperanza" ante la pérdida de sus casas, sus vehículos y gran parte de su vida. Así lo traslada Bernabé Martínez, lotero de Benetússer, a EL ESPAÑOL.
Su administración, que repartió el Gordo en 2017, fue la primera en abrir la persiana después de las inundaciones. El día 7 de noviembre, una semana y dos días después de la catástrofe, Martínez empezó a vender décimos y participaciones, aunque solo al 25% del rendimiento al que solían estar acostumbrados.
Su local quedó completamente anegado. "No sé ni cómo empezamos a funcionar", afirma. "Nosotros estábamos en estado de shock inicial. Solo hacíamos que salvar lo que podíamos".
El servicio que empezó prestando Bernabé fue mínimo, pero agradece a los vecinos que le empujaron a abrir de nuevo. Aunque lamenta también el fallecimiento de algunos clientes que frecuentaban su negocio. "La gente ha sufrido mucho, autónomos que lo han perdido todo y tienen una edad no tiene ganas de volver a emprender", asegura.
"Nuestros clientes nos llamaban e insistían en que querían seguir jugando con sus números. Para ellos era como una ventana de esperanza", cuenta el lotero.
"Todo estaba hecho un desastre, pero pudimos activar un terminal, aun con los apagones que habían", añade. Las líneas telefónicas tampoco funcionaban una semana después de la riada.
"La situación era similar a estar pedaleando en una bicicleta antigua y con un pedal", compara el propietario. Asegura, además, que cada día tenían que solventar problemas nuevos que surgían: "Por ejemplo, algunas empresas que por desgracia han desaparecido, anularon sus peticiones".
Otro tema delicado son los bares que tienen como clientes. "El agua se lo llevó todo y con tanto papeleo a ver cómo lo gestionábamos. Fueron días muy complicados", asevera.
Desde un punto de vista más positivo, agradece la solidaridad que ha llegado por todas partes después de la tragedia. Entre otras cosas, ha podido mantener contacto con otras administraciones y entre todas se pudieron ayudar.
Como anécdota, recuerda que un amigo que tiene un bufete en Valencia destinó cierta cantidad e imprimieron participaciones a un euro "para regalar a la gente que hubiera perdido algo". El premio limpio por papeleta son 16.400 euros, por lo que si tocara el Gordo, cada afectado recibiría este dinero.
Mucha gente solidaria también ha llamado a la administración para comprar lotería y repartirla al pueblo si toca. Otro joven de Mallorca hizo lo mismo.
En cuanto a las ventas, han aumentado en esta administración de Benetússer. Su propietario lo achaca a la DANA. "Por lo menos, al mostrador ha venido más gente".
Bernabé tiene buenos presagios. En general, ha sido un buen año para esta administración de Benetússer, exceptuando la DANA del pasado 29 de octubre y sus efectos devastadores: "Este año confiamos más que nunca, tiene que ser esta Navidad. Ojalá cayese en alguna asociación y pudiera llegar a más gente. Ese es mi deseo".