La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, decidió este martes tomar cartas en el asunto y despojar al segundo teniente de alcalde, Juanma Badenas, de Vox, de todas sus competencias como miembro del equipo de gobierno municipal.
Apenas 24 horas después de que la dirección nacional del partido de Santiago Abascal expulsara temporalmente e inhabilitara a su concejal para ejercer cualquier cargo, la primera edil resolvió reestructurar su ejecutivo para sacar a Badenas de toda ecuación.
La crisis provocada por el ya exportavoz de Vox en el Ayuntamiento de la ciudad es significativa. Y sin duda, en el PP aguantan la respiración a la espera de que los próximos acontecimientos no pongan en jaque la gobernabilidad del consistorio.
Sin embargo, hay poca esperanza en que esto no llegue a ocurrir finalmente. Después de la inhabilitación de Badenas y de haberle forzado a dar un paso a un lado, tanto en los mentideros de su partido como en el PP las miradas se posan en otra concejal de la formación verde.
Se trata de Cecilia Herrero. La ahora responsable del área de Empleo, Emprendimiento y Formación es la pareja sentimental actual de Badenas. La relación de ambos es conocida por todos, tanto en el Ayuntamiento como a nivel orgánico.
En este sentido, fuentes internas apuntaban este martes a EL ESPAÑOL que habrá que estar pendientes en las próximas horas a los movimientos que podrían realizar ambos.
No descartaban, así, que si Badenas decidiera irse al grupo mixto y retener el acta en caso de que la resolución de Vox acabe siendo firme, Herrero hiciera lo propio y acabara abandonando las siglas 'voxistas'.
Una tesitura que, sin duda, dejaría en una posición de debilidad al ejecutivo actual. Catalá gobierna actualmente gracias a Vox con 17 concejales frente a los 16 de la oposición. Pero sin Badenas y Herrero, la alcaldesa se quedaría con tan solo 15 ediles, 13 de ellos del Partido Popular.
Compromís y PSPV mantendrían sus 16 ediles y la gobernabilidad e, incluso, la continuidad de Catalá al frente de la corporación local quedaría en manos de los dos concejales en cuestión. Un escenario en el que en el consistorio todavía no quieren pensar, pero que admiten que está sobre la mesa.
Si todo esto no ocurriera y Herrero se mantuviera dentro del grupo Vox, gobierno y oposición quedarían empatados en número de concejales, 16, por lo que Catalá debería ejercer su voto de calidad para poder sacar adelante cualquier iniciativa del gobierno.
Catalá durante su toma de posesión como alcaldesa en 2023. Rober Solsona / EP
Gosálbez será portavoz
Por lo pronto, lo que sí parece que ha decidido el partido es quién relevará a Badenas en la portavocía del grupo a nivel municipal. Será el edil Pepe Gosálbez, que ya ocupó este cargo en el pasado mandato. Este asumirá ahora también las competencias de Parques y Jardines.
Herrero, por su parte, asumirá las áreas de Empleo, Emprendimiento y Formación, y, junto a Gosálbez, formará parte de la Junta de Gobierno Local. Mónica Gil, también de Vox, mantendrá las competencias que venía ejerciendo hasta ahora.
Por parte del PP, los miembros de la Junta de Gobierno Local serán María José Ferrer San Segundo, Julia Climent, Juan Giner, Juan Carlos Caballero, José Marí Olano, José Luis Moreno, Paula Llobet, Santiago Ballester y Jesús Carbonell por parte del PP.
En esta reestructuración, Catalá ha aprovechado para quitarle la tenencia de Alcaldía a Vox. Y, en el consistorio, no aclaran si será algo que los 'voxistas' podrían recuperar una vez finalice la investigación que ahora mismo está abierta.
Con este escenario, conviene apuntar que la relación de Catalá y Badenas nunca ha sido la mejor. Ambos guardan ciertas diferencias desde su etapa en la Universidad Internacional de Valencia (VIU).
Grupo municipal Vox, con Gosálbez a la derecha. EE
Él era el rector y fue una de las personas que denunció irregularidades en la "privatización" de la entidad, cuya máxima responsable política fue la entonces consellera de Educación, María José Catalá.
Sus diferencias, de hecho, complicaron el inicio del mandato hasta el punto de que la dirección nacional de Vox tuvo que intervenir en las negociaciones para poder conformar gobierno ante las exigencias de Badenas, que reclamaba ocupar una vicealcaldía.
La investigación de Vox
Este lunes Vox decidieron apartar a su portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Juanma Badenas, de todos los cargos que ocupaba tras conocerse el presunto amaño de un contrato publicitario de la Fundación Valencia Activa por parte del edil.
A priori, el concejal habría favorecido a la empresa en la que trabaja Javier Cebrián, el marido de la delegada del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, la socialista Pilar Bernabé, para lograr que se le adjudicara un contrato municipal.
Tras filtrarse la noticia, la dirección nacional del partido de Abascal decidió abrir una investigación mediante el Comité de Garantías, que resolvió suspenderle de sus derechos como afiliado como medida cautelar.
Anunciaron, no obstante, que no le reclamarían de momento el acta porque el proceso aún no había concluido y la vocación de la formación era "respetar la presunción de inocencia", según explicó el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster.
Tras el movimiento de Catalá de este martes, Badenas rompió su silencio a última hora de la tarde y anunció en sus redes sociales la convocatoria de una rueda de prensa para informar sobre la querella que ha interpuesto por las "grabaciones ilegales" que habrían destapado el presunto amaño por el que se le investiga.
En la querella, denuncia que "desde hace meses viene sufriendo diversas situaciones de acoso, hostigamiento y presión por parte de diversas personas relacionadas con partidos políticos, organizaciones y medios de comunicación".
Actuaciones que atribuye a su condición de concejal de Vox y a su "postura respecto de las actuaciones que viene realizando el ayuntamiento sobre los derechos urbanísticos que se derivan de la construcción del nuevo estadio del Valencia CF".