
María José Catalá junto a Juanma Badenas (Vox) en una Junta de Gobierno Local. Rober Solsona / EP
Catalá trata de asegurarse la mayoría en las comisiones del Ayuntamiento tras la salida de los tránsfugas de Vox
El informe del secretario municipal amplía el número de componentes de las comisiones y reduce el peso de los votos de los ediles No Adscritos.
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El gobierno municipal de Valencia que lidera María José Catalá trata de rehacerse tras la salida de Vox de los concejales díscolos Juanma Badenas y Cecilia Herrero. Dos ediles que abandonaron las siglas del partido y que han dejado al ejecutivo local en minoría.
La tensión en el consistorio es palpable y, aunque quedó camuflada por las Fallas, este martes se formalizará el paso de ambos a No Adscritos después de que el secretario municipal haya emitido un informe en el que fija negro sobre blanco cuáles serán las condiciones que pasarán a tener los dos.
La salida de Badenas y Herrero obliga a recomponer las comisiones del Ayuntamiento de València. Hasta ahora, siete concejales las integraban y, ahora, la propuesta es que sean un total de nueve ediles los que las compongan.
La representación que obtenga cada grupo, por tanto, quedará alterada. Desde 2023, el PP, con 13 concejales, tenía tres miembros en las comisiones; Compromís, con nueve concejales, contaba con dos; y tanto el PSPV, con siete ediles, como Vox con cuatro, tenían un representante en cada comisión.
Esta distribución dejaba a gobierno de PP-Vox con una mayoría de cuatro votos, frente al bloque de la oposición, que han sumado hasta ahora tres.
Sin embargo, el reparto propuesto ahora por el secretario municipal modifica el peso del voto de los concejales de Vox y los no adscritos. El resto de grupos quedaría, eso sí, inamovibles: tres votos para el PP, dos Compromís y uno el PSPV.
Los votos de los concejales de Vox José Gosálbez y Mónica Gil pasarían a contar 0,5. Mientras que los de los ediles No Adscritos, Badenas y Herrero, lo harán la mitad: "0,25 votos ponderados respecto a la proporcionalidad de la comisión".
"De esta forma no se altera la proporcionalidad establecida en el acuerdo de julio de 2023, que utilizó el criterio proporcionalidad siguiendo la regla o Ley d'Hont", señala el informe.
Además, en la propuesta elevada por el secretario, se insta a aumentar el número de componentes de las comisiones: que pasen de ser siete a nueve, para poder realizar un reparto proporcional de los votos.
El nuevo diseño para las comisiones, por tanto, garantizaría al gobierno de Catalá un total de 3,5 votos y al bloque de izquierdas, otros tres. Herrero y Badenas podrían provocar un empate en cualquier sufragio.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que la presidencia de las comisiones -todas ostentadas por el Partido Popular- goza de voto de calidad en cada una de las sesiones, por lo que en caso de empate, Catalá se garantizaría con esta nueva composición ganar todas las votaciones.
Votación en pleno
Ahora bien, el informe sobre la mesa deberá ser votado en el pleno de este martes. Una circunstancia que, por tanto, no garantiza que vaya a ser la fórmula que vaya a aplicarse finalmente en la corporación local.
Aunque la propuesta sume el apoyo de PP y Vox, podría ser rechazada por Compromís, PSPV y los ahora concejales no adscritos. En total, estos sumarían 18 concejales, mayoría en el Ayuntamiento de València.
El secretario del Ayuntamiento emitió el pasado miércoles la resolución. En ella invoca diferentes sentencias del Tribunal Constitucional para apuntar que los No Adscritos podrán votar y estar en las comisiones, pero sus votos, en definitiva, valdrán menos.
Crisis municipal
La crisis municipal actual tiene su origen a principios de marzo, cuando el partido de Santiago Abascal decidió expulsar temporalmente a su entonces portavoz, Juanma Badenas, por, presuntamente, haber amañado un contrato.
En concreto, se trataba de una adjudicación en favor de la empresa en la que trabaja Javier Cebrián, el marido de la delegada del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, la socialista Pilar Bernabé.
La formación abrió una investigación a su concejal en Valencia y decidió inhabilitarle para ejercer cualquier cargo. Días después, tanto él como Herrero, también concejal y su pareja sentimental, anunciaron su marcha de Vox y que retendrían el acta.
Tras las advertencias de ambos a Catalá -al ser preguntados si seguirían apoyando al gobierno municipal, señalaron que la "aritmética" era la que era-, la propia alcaldesa se defendió recordando que cuando llegó al Ayuntamiento en 2023 empezó gobernando en solitario.
Un mensaje con el que dejó pocas dudas sobre cuáles serían sus planes inmediatos si no podía garantizarse la mayoría en la corporación local: gobernar solo con los concejales del PP.