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En la ciudad de Valencia se encuentra la estación de trenes más antigua que se conserva en pie en toda España. Se construyó en 1852 y se considera toda una joya ferroviaria, aunque sigue abandonada, con las puertas y ventanas tapiadas, a la espera de un nuevo uso para actividades culturales. Y es una gran desconocida. 

La línea ferroviaria dejó de funcionar definitivamente entre los años 2004 y 2005, y desde este preciso momento la estación dejó de tener uso. 

Diana Sánchez, César Guardeño y Esteban Longares teorizaron sobre esta edificación en la que expusieron su estado actual, la protección que tiene y qué acciones se podrían plantear para su reutilización.

Cuando se habla del patrimonio ferroviario de Valencia es inevitable no relacionarlo directamente con la majestuosa Estación del Norte, obra del arquitecto valenciano Demetrio Ribes Marco (1875-1921), reconocida a nivel nacional. 

Pero la realidad es que en la capital aún existen otros ejemplos, y esta es la Estación del Grao, situada frente al Puerto de Valencia, en la actual Avenida del Ingeniero Manuel Soto.

La Estación del Grao de Valencia es una pequeña parada de tren que se ubicó junto al Puerto de Valencia, frente al Tinglado número 4.

La diseñaron los ingenieros James Beatty y Domingo Cardenal, como estación de llegada dentro de la línea Almansa-Valencia-Tarragona, y para uso como terminal de mercancía por su proximidad al Puerto.

Fue inaugurada oficialmente el 21 de marzo del 1852, y la primera en construirse en la capital del Turia. El Grao era la conexión con la antigua estación de Valencia, llamada de San Francisco, que después pasaría a denominarse como Estación del Norte en 1917 en pleno centro, hasta hoy.

Posteriormente se prolongó hasta Xàtiva para llegar finalmente a Madrid. Asimismo, se trata de la tercera estación que se puso en funcionamiento en la Península Ibérica, tras la puesta en marcha de las líneas Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851).

De época

La estación del Grao es una pequeña edificación de una única planta de base rectangular con aproximadamente 400 metros cuadrados de superficie y cubierta inclinada, con un diseño sencillo y funcional. 

El diseño del edificio se puede considerar de "estilo académico, austero y sin grandes pretensiones estéticas". 

El arquitecto Francisco Taberner realizó en 2005 el "Proyecto Básico y de Ejecución de restauración y adecuación del edificio de la estación del Grao de Valencia para uso terciario", trabajo que fue encargado por la Generalitat Valenciana, pero que nunca llegó a ejecutarse. Y ya han pasado 19 años.

Mientras, en 2013 ADIF finalizó las obras de rehabilitación y mejora en la fachada tras diversas denuncias de la Asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio y la intervención del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana.

Las obras se fijaron únicamente en la restauración y recuperación de los elementos ornamentales, y en volver a pintar la fachada.

Además, está inscrita como Bien de Relevancia Local dentro del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Ayuntamiento de Valencia, y en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial de 2011.