De todas los restos que quedan de ciudades romanas en tierras valencianas -como Saguntum (Sagunto) o Edeta (Llíria)-, Lesera aparece como un caso peculiar, y apenas es conocida, aunque está declarada como Bien de Interés Cultural.
Lesera se ubica en el yacimiento arqueológico conocido como La Moleta dels Frares, en el término del actual municipio de Forcall (Castellón), a 62 kilómetros de la costa y a tan solo 3,5 kilómetros de tierras aragonesas.
En efecto, fue una importante ciudad romana, la única existente entre los grandes núcleos mediterráneos de Dertosa (Tarragona) y Saguntum (Valencia). Su origen ibérico que dominaba la montañosa comarca de Els Ports y la convertían en "estratégica bisagra" entre el río Ebro y las tierras litorales.
Su antiguo topónimo (Lesera) se conoce gracias a una inscripción actualmente conservada en Morella, que fue interpretada por el historiador Alföldy en 1977 y dictaba: res publica leserensis.
Según recogen los autores José M. Torregrosa y Ferran Arasa, del Departamento de Prehistòria i Arqueologia de la Universitat de València, en la publicación La circulación monetaria en la ciudad romana de Lesera y su territorium, el yacimiento fue descubierto en 1876 por el Dr. Nicolás Ferrer Julve y hasta hace pocas décadas era "bien poco conocido arqueológicamente". Tampoco lo es popularmente.
Después de una primera campaña de excavaciones realizada en 1960 por el arqueólogo Enrique Pla Ballester, cuyos resultados permitieron conocer la importancia arqueológica del mismo, en 2001 se reanudaron los trabajos. Continuaron hasta 2009, cuando se interrumpieron por falta de financiación.
Mapa de la localización de Lesera, con respecto a los municipios actuales. J.M. Torregrosa y F. Arasa
Diferentes restos epigráficos y funerarios hallados en la zona confirman la fase de crecimiento y consolidación de la ciudad durante los siglos I y II.
La condición de Lesera como ciudad romana prosiguió hasta el siglo III, momento en el que, tal y como ocurrió en paralelo en todo el Imperio Romano, entró en un proceso de lento declive, tanto en lo económico como en lo social.
Totalmente abandonada en el transcurso de los siglos siguientes, Lesera se convirtió en "cantera" de aprovisionamiento de materiales constructivos en etapa musulmana hasta su casi completa desaparición sepultada bajo el polvo de la Historia.
Ciudad romana
El rango jurídico de ciudad no tenía que ver con las personas que habitasen en ella, sino por la importancia de su situación en el mapa para administrar y controlar el territorio. Lesera debía tener murallas, un foro, un capitolio, un templo, una basílica, un mercado o unas termas.
Entre los restos conservados, a pesar de ser una ciudad arrasada por el paso del tiempo, hay varios tramos de muralla y una puerta de acceso.
Asimismo, con las excavaciones de los arqueólogos en las recientes décadas también se ha conseguido sacar a la luz una domus (vivienda urbana de las familias de un cierto nivel económico).
Restos de la ciudad romana de Lesera. Oppida imperii romani
Los restos en el yacimiento obtenidos por los científicos, dirigidos por el arqueólogo Arasa en multitud de excavaciones, dan testigo de la evolución humana en este territorio.
De la Edad del bronce Final-Hierro Antiguo, de los íberos, de la época romana y del periodo califal se han encontrado algunos fragmentos cerámicos en una alquería en la que se ha exhumado parte de una necrópolis.
Con motivo de dar a conocer el pasado romano de Forcall, desde el 2008 hasta 2017 se realizó a mediados de junio la Feria Iberoromana para difundir e informar sobre el yacimiento romano de Lesera. Pero a día de hoy se realizan visitas interpretativas para conocer el lugar.
Forcall
El municipio, con un importante pasado romano, posee un rico patrimonio natural e histórico: se encuentra cerca de un paraje natural protegido (Mola de la Vila) y dos Lugares de Interés Comunitario (L’Alt Maestrat y Bergantes). Destaca también por poseer el horno más antiguo de Europa.
En el término se encuentra también la necrópolis tumular de San Joaquín de la Menadella. Además, cuenta con varios palacios renacentistas de época medieval y hoy en día tiene 465 habitantes.
Vista de Forcall (Castellón). Turisme CV
En el pasado, la economía de Forcall se sustentaba en la ganadería y la agricultura, aunque destacaba la confección de alpargatas de cáñamo como actividad característica.
Pero en la actualidad, la población se ha orientado hacia el comercio, los servicios, la distribución de bebidas y la construcción, tendencia que refleja una transición hacia sectores más diversificados.