
Estación del Grau (Valencia), imagen de archivo. Esteban Gonzalo
La desconocida estación de tren de Valencia que data del año 1852 y será el próximo espacio de moda de la ciudad
Es una de las primeras estaciones ferroviarias construidas en España. El Ayuntamiento ha firmado la cesión gratuita de esta propiedad de Adif.
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En la ciudad de Valencia se encuentra la estación de trenes más antigua que se conserva en pie en toda España. Se construyó en 1852 y se considera toda una joya ferroviaria. Hasta ahora seguía abandonada, con las puertas y ventanas tapiadas, y a la espera de un nuevo uso para actividades culturales.
Ese tiempo de espera al fin ha llegado. La antigua estación de viajeros del Grau, situada en el número 11 de la avenida Enginyer Manuel Soto, frente al Puerto de Valencia, se destinará a un uso cultural.
Así lo confirmó este martes el concejal de Urbanismo, Juan Giner, tras firmar la cesión gratuita de este inmueble, un Bien de Relevancia Local que Adif (Administrador de Infraestructura Ferroviarias) entregará a la ciudad para ampliar las dotaciones culturales de Poblats Marítims.
La línea ferroviaria dejó de funcionar definitivamente entre los años 2004 y 2005, y desde este preciso momento la estación dejó de tener uso.
Diana Sánchez, César Guardeño y Esteban Longares teorizaron sobre esta edificación en la que expusieron su estado actual, la protección que tiene y qué acciones se podrían plantear para su reutilización.
Cuando se habla del patrimonio ferroviario de Valencia es inevitable no relacionarlo directamente con la majestuosa Estación del Norte, obra del arquitecto valenciano Demetrio Ribes Marco (1875-1921), reconocida a nivel nacional.
La Estación del Grau de Valencia es una pequeña parada de tren que se ubicó junto al Puerto de Valencia. La diseñaron los ingenieros James Beatty y Domingo Cardenal, como estación de llegada dentro de la línea Almansa-Valencia-Tarragona, y para uso como terminal de mercancía por su proximidad al Puerto.
Fue inaugurada oficialmente el 21 de marzo del 1852, y la primera en construirse en la capital del Turia.
El Grau era la conexión con la antigua estación de Valencia, llamada de San Francisco, que después pasaría a denominarse como Estación del Norte en 1917, en pleno centro hasta hoy.
Posteriormente, en 1854 se prolongó hasta Xàtiva para llegar finalmente a Madrid. Como dato curioso, destaca por ser la tercera estación que se puso en funcionamiento en la Península Ibérica, tras la puesta en marcha de las líneas Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851).
Servicio público
La cesión, a favor del Ayuntamiento y acordada en la reunión de la Junta de Gobierno Local del pasado 15 de noviembre, cuenta con el apoyo de la asociación de vecinos Grau Port.
Especifica que el destino de este edificio isabelino tiene que ser "de servicio público", conforme la previsión del planeamiento del Sector del Grau, y con carácter anticipado respecto del desarrollo de esta zona.
También contempla la reserva de aprovechamiento urbanístico correspondiente al edificio y a la parcela cedida a favor de Adif.

Antigua estación del Grau en Valencia. EE
Juan Giner celebró el acuerdo y la cesión de este inmueble que goza de protección patrimonial como Bien de Relevancia Local por ser una de las primeras estaciones ferroviarias construidas en España y por reunir un conjunto de rasgos estilísticos "muy característicos de la estética isabelina".
"Y además de ser tercera estación que se puso en funcionamiento en el país, es la única de estas características que sigue en pie", destacó.
Esta propiedad protegida, que fue edificio de viajeros y mercancías de la desaparecida estación Grau de Valencia, en servicio hasta el año 2005, tiene una superficie de 471 m2 y se ubica sobre una parcela vallada de 972 m2.
Esta última también ha sido objeto de cesión "con el fin de facilitar su rehabilitación y que la edificación recaiga en todos sus frentes a propiedad municipal".
De época
La estación del Grau es una pequeña edificación de una única planta de base rectangular con aproximadamente 400 metros cuadrados de superficie y cubierta inclinada, con un diseño sencillo y funcional: de "estilo académico, austero y sin grandes pretensiones estéticas".
El arquitecto Francisco Taberner realizó en 2005 el "Proyecto Básico y de Ejecución de restauración y adecuación del edificio de la estación del Grau de Valencia para uso terciario", trabajo que fue encargado por la Generalitat Valenciana, pero que nunca llegó a ejecutarse.
Mientras, en 2013 Adif finalizó las obras de rehabilitación y mejora en la fachada tras diversas denuncias de la Asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio y la intervención del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana.
Las obras se fijaron únicamente en la restauración y recuperación de los elementos ornamentales, y en volver a pintar la fachada.