Grupo Pamesa rompe con su socio local en Brasil, al que le ha vendido la participación que poseía en la sociedad creada en el país para explotar la marca de cerámica en Latinoamérica. Así lo comunicó este mismo jueves la propia compañía.
"El Grupo Pamesa ha llegado a un acuerdo para la venta de la participación financiera que mantenía en Pamesa do Brasil SA a su socio local, que viene gestionando la sociedad brasileña desde su constitución", explicó en un escueto comunicado.
La enseña agregó que, "dado el carácter financiero de la citada inversión, los estados financieros de esta sociedad participada no se integraban en las cuentas anuales consolidadas". "De ahora en adelante, la sociedad brasileña dejará de comercializar los productos bajo la marca Pamesa en los diferentes mercados internacionales", agregó.
[Pamesa gastó un millón al día en luz y gas durante 2022]
La enseña brasileña se autodescribe en su página web como "una fábrica con 20 años de excelencia, dedicada al desarrollo, fabricación y comercialización de porcelanatos, cerámicas y revestimientos". En 2021 realizó una gran inversión para ampliar sus instalaciones y su producción de metros cuadrados.
En las últimas cuentas consolidadas del grupo empresarial de Fernando Roig revelaba también el fin de la actividad de su filial en EEUU, si bien se trataba en este caso de una enseña sin actividad desde hacía años.
En dicho balance, Pamesa informó de la compra de una participación del 50% en una sociedad minera de Rumanía para garantizarse la arcilla necesaria para su producción. Todos los movimientos se enmarcan en una reorganización de la compañía, líder mundial del sector cerámico, para responder al reto del encarecimiento energético de su actividad.
El reto energético
En 2022, la compañía palió en 2022 el incremento disparado gracias a su filial Incogas, a través de la cual abasteció de gas a las empresas del grupo. La firma es propiedad al 94,4% de la corporación de Roig, registró ese ejercicio una cifra de negocio de 949 millones de euros, un 200% más que un año antes, y obtuvo un beneficio de 7,4 millones (4,5 millones ganados en 2021). Así consta en las cuentas anuales de la empresa depositadas en el Registro Mercantil.
La multinacional presidida por Fernando Roig se alió en el año 2005 con otras empresas del sector cerámico de Castellón para adquirir la mayoría del capital de Incogas, entonces una pequeña comercializadora con domicilio en Murcia que proveía de gas natural a particulares.
El objetivo de aquella adquisición fue reducir costes eliminando intermediarios -el sector cerámico es uno de los mayores consumidores industriales de gas-, y se presentó como una reacción frente a los que las empresas cerámicas consideraban un monopolio en el sector gasístico.