El empresario valenciano José Luis Marín perdió seis viviendas en el incendio de Valencia que arrasó todo un complejo residencial del barrio de Campanar y acabó con la vida de diez personas. Se trata del fundador del Colegio Marni y del grupo Colegios Siglo XXI, mercantil que aglutina cinco colegios y doce escuelas infantiles, entre ellos los reconocidos centros educativos de Mas Camarena.
Marín, según ha podido contrastar EL ESPAÑOL, ostenta la propiedad de las viviendas calcinadas a través de Inmobiliaria Marin Medina SL, una sociedad en la que es el accionista mayoritario y en la que también participa su familia.
"No ha habido ninguna tragedia personal en nuestras viviendas", explicó brevemente el empresario al respecto por este periódico. Rehusó a realizar más declaraciones al respecto. Su sociedad, según consta en el Registro Mercantil, se dedica, entre otras actividades, al alquiler.
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La de Marín no es la única empresa que ha perdido pisos en el incendio. Inversiones Francisky SL, administrada por Gerardo de Pool y con sede en Bétera (Valencia), ostenta otras cinco residencias.
Además de empresarios, al menos dos futbolistas tenían propiedades en el complejo. Es el caso del Michel Herrero, exjugador de Valencia CF, Levante UD o Real Valladolid, que tenía dos viviendas alquiladas. "Bajó a tiempo para huir", explicó el propio Herrero a Radio Marca sobre una de sus inquilinas.
Roger Martí, exjugador del Levante UD que milita actualmente en el Cádiz CF, también tenía una. "Viví durante cuatro años y tengo allí mucha gente conocida", explicó el futbolista a Gol Televisión. Su inquilina no se encontraba en la vivienda durante el siniestro.
Clase media-alta
Las 14 viviendas mencionadas estaban en manos de empresarios o futbolistas, circunstancia que da buena cuenta de que se trataba de un complejo moderno, impulsado por la promotora Fbex en 2005 para compradores de clase media-alta.
Por eso ha resultado tan inexplicable que se produjera un incendio de tal magnitud, propagándose de un piso a la práctica totalidad de las viviendas, en una construcción reciente que presumió de buenas calidades en su comercialización. La clave parece estar en un material combustible del aislante de la fachada.
La Policía Científica cree que un cortocircuito pudo ser la causa del incendio. Durante una inspección realizada la semana pasada, los agentes hallaron indicios que apuntan a la posibilidad de que se registrara un fallo eléctrico en la vivienda donde se ha encontrado el foco: la número 86 de la planta séptima.
El vecino de esta vivienda alquilada no se encontraba en Valencia en el momento en el que se produjeron los hechos y no hay testigos que certifiquen lo que sucedió.
Solo existen las primeras imágenes que grabó la gente que en ese momento pasaba por la rotonda de la avenida Maestro Rodrigo. En estas imágenes se observan cómo arde el toldo de la vivienda y rápidamente se propaga por la fachada.
Así, por cómo se comportó el incendio, manifestaron fuentes conocedoras de la investigación a este periódico, todo apunta a que un fallo eléctrico podría haber sido el causante del incendio. Es, de hecho, la principal hipótesis que manejan ahora los investigadores. La causa sigue secreta a la espera de completarse todas las diligencias.
Indexa e Intemac son las dos firmas que peritarán el complejo residencial incendiado la semana pasada en Valencia. A la primera la ha contratado la comunidad de propietarios. A la segunda, Mapfre, su aseguradora. De sus conclusiones depende una decisión trascendental: la demolición o no del inmueble de 138 viviendas arrasado por las llamas.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Indexa es la compañía elegida por los residentes en su afán de contar con una auditoría completamente independiente, en la que no interfieran intereses de ningún tercero.
La mayoría de los propietarios del edificio abogan por, en caso de que lo avalen los técnicos, aprovechar la estructura y reformar el complejo residencial sin demolerlo. ¿La razón? Una declaración de ruina del inmueble abocaría a los propietarios a una situación mucho más lesiva para sus intereses económicos.
Por ello, han preferido contar con un peritaje propio. En cualquier caso, la compañía aseguradora del complejo, Mapfre, ha contratado los servicios del Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac).
Optimismo
Algunos vecinos han celebrado esta elección porque se trata de una firma considerada independiente y con experiencia en siniestros como el del Edificio España o el Windsor de Madrid.
Indexa, por su parte, es una compañía con oficinas en Madrid, Sevilla y Valencia, esta última ubicada muy cerca del edificio arrasado por las llamas.
Entre los siniestros más significativos en los que ha intervenido se encuentran el incendio de las instalaciones de Grupo Ybarra en Sevilla, Merkamueble en Granada, o las de Gourmet en Paterna, que ardieron en 2017. Esta última firma manifestó expresamente su agradecimiento por el trabajo de la empresa de peritaje.
En la junta de vecinos que tuvo lugar el pasado sábado, solo dos días después del brutal siniestro, la mayoría de los propietarios se mostraron partidarios de reconstruir con la estructura existente. Lo hicieron tras escuchar las consideraciones de Guillermo Aragó, abogado asociado a Loradmi, gestor de la comunidad, que acudió a asesorar a los dueños de las viviendas en las posibles implicaciones jurídicas.
Según arquitectos consultados por este periódico, el tiempo total de duración del incendio puede resultar determinante para que sea posible aprovechar la estructura y evitar la demolición. El de Campanar se prolongó unas 16 horas, lejos de las 48 que duró en 2005 el incendio de la mencionada torre Windsor.
La naturaleza del incendio, que se propagó por la fachada y no desde el interior, y la rápida intervención de los bomberos, que intervinieron con muchísima rapidez para sofocarlo, son argumentos que alimentan el optimismo.
También el estado en el que se encuentra la parte inferior del complejo. Los tres sótanos que conforman el aparcamiento se encuentran intactos. Tanto es así que los vecinos que conservaban la llave de su vehículo -a muchos se les ha quemado junto a su vivienda- ya han podido retirar sus coches
También resulta llamativo buen estado de los bajos comerciales, tanto de la tienda de Tedi como del concesionario de BYD. En el interior de este último luce un vehículo de exposición con los faros encendidos, presumiblemente, por la batería del propio coche eléctrico.