Los municipios valencianos más afectados por la peor DANA del siglo siguen ofreciendo, dos semanas después de la catástrofe, una imagen desoladora.
Aunque el nivel de barro en las calles ya ha bajado y se han ido retirando progresivamente los coches y los montones de basura, recuperar la normalidad todavía está lejos.
La DANA, que ha dejado más de 200 víctimas mortales en la provincia de Valencia y decenas de desaparecidos, ha afectado a todo tipo de negocios, pero especialmente a las pequeñas tiendas de barrio situadas en los bajos comerciales.
La Cámara de Comercio de Valencia estima, en su último informe sobre las consecuencias de este desastre natural en el sector minorista, que el coste provisional de reparación y reactivación de la actividad comercial minorista asciende a un total 1.789 millones de euros.
Según sus cálculos, hay 5.228 bajos comerciales con daños directos, lo que supone una superficie estimada de unos 500.000 metros cuadrados. Del sector servicios, podría haber afectados unos 10.000 negocios en las localidades más afectadas por la riada y el coste de repararlos superaría los 1.000 millones.
"Lo hemos perdido todo"
La Cámara de Comercio de Valencia recuerda que los 13.000 trabajadores y empresarios del sector comercial de los municipios más afectados se enfrentan ahora a una "gran incertidumbre laboral", por la suspensión temporal o prolongada de la actividad o el empleo. Esto comprometerá directamente sus ingresos en los próximos meses.
De hecho, el informe subraya que la experiencia de catástrofes similares indica que el periodo promedio para la reapertura de un negocio de este tipo gravemente afectado puede estar, de media, entre 50 y 70 días.
Además, podría haber muchos locales que ya nunca más abran sus puertas. El análisis de la entidad establece que, teniendo en cuenta la experiencia de otros eventos similares, existe un riesgo potencial de que, entre un 25% y 40% de los negocios comerciales más afectados cierre definitivamente.
Solamente considerando los daños que han podido sufrir los negocios según su localización en municipios más o menos afectados, se considera que existe un riesgo potencial de cierre de entre 700 y 1.150 tiendas con entre 3.400 y 5.000 ocupados afectados.
Las empresas que corren este riesgo son principalmente pequeños negocios, encabezados por vecinos del propio municipio, como la frutería del barrio, la librería, la zapatería o la panadería. Son normalmente autónomos que además de sus tiendas han perdido sus hogares.
Es el caso de Leonardo, propietario de las librerías Passarella. Tenían dos: una en Paiporta y otra en Picanya. De ellas, no les queda absolutamente nada.
"Lo hemos perdido todo. Hay gente que nos quiere comprar libros, pero no tenemos nada para vender", afirma a EL ESPAÑOL.
Han tenido que pedir el cese de actividad, que ha afectado también a sus dos empleados.
Cuenta que están vivos de milagro. Viven en Picanya y en el momento de la riada, con el agua ya casi a dos metros de altura, tuvieron que cruzar nadando para ponerse a salvo. "Nos sonó la alerta del móvil cuando estábamos en una mesa del patio con el agua hasta la cintura", recuerda.
Ese día decidieron no abrir el negocio, por las alertas sobre la gota fría que vieron en la televisión. Ve el futuro con optimismo, su objetivo es reabrir el negocio familiar. El primer paso es encontrar un lugar donde vivir y esperar a que lleguen las ayudas.
Desde el Gremi de Llibres de Valencia han puesto en marcha una campaña, bajo el nombre de "Devolvamos la vida a las librerías", de recaudación para las librerías situadas en las localidades más afectadas.
Según explicaron a este periódico desde la entidad, hay 10 librerías afectadas en la zona y que están "destruidas casi al completo". Pero la voluntad de todas ellas es volver a llenar de libros sus estanterías y poder abrir de nuevo.
"Estamos recibiendo mucho apoyo y nuestro teléfono no para de sonar", afirman estas fuentes, que aprovechan para agradecer la solidaridad de la ciudadanía. Todos los fondos que se recauden irán destinados exclusivamente a la reconstrucción de las librerías.
Impacto económico
Las consecuencias económicas de la DANA en la provincia son considerables. Del último informe de la Cámara de Comercio de Valencia se desprende que hay 8.106 comercios en las áreas afectadas, es decir, en 19 municipios y tres pedanías de Valencia.
De ellos, la entidad calcula que casi el 65% podrían haber sufrido daños. Esto se traduce en 5.228 negocios minoristas con daños directos.
Se sitúan principalmente en las comarcas de L’Horta Sud, La Plana de Utiel-Requena, La Hoya de Buñol, La Ribera Alta, L'Horta Sud, El Camp del Turia y también a algunos municipios de la Ribera Baja y Los Serranos.
El coste estimado provisional para la reparación de estos locales asciende a 666 millones de euros: 145 en daños estructurales, 395 en limpieza y reparación de interiores y exteriores y 126 en reposición de inventario.
La interrupción de la actividad comercial podría implicar pérdidas en ventas entre 350 y 440 millones de euros y una pérdida económica para las empresas de al menos 50 millones de euros.
En cuanto a los mercados municipales, diez de ellos presentan daños, estimándose sus costes de reparación y sus entornos urbanos en 30,5 millones de euros.
Los daños en los mercadillos en municipios gravemente afectados se sitúan entre 10 y 12 millones de euros, y en los centros comerciales en aproximadamente 70 millones.
En las zonas afectadas también se encuentran 21.126 locales de servicios, como hostelería, peluquerías, academias, clínicas o talleres, entre otros. De estos, el 42% podrían haber sufrido daños graves.
La entidad estima que la reparación de estos locales podría suponer una inversión de 1.012 millones de euros.
En total, el número empresas potencialmente afectadas se sitúa en 66.088, con datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) del año 2023. De estas, 20.886 empresas se ubican en municipios con un nivel estimado de afectación potencial empresarial alto.