La DANA que golpeó a la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre ha causado estragos sin precedentes en diversos sectores de la Comunitat Valenciana, dejando una cifra preliminar de pérdidas económicas que supera los 9.365 millones de euros.
Estas cifras, pese a ser una estimación inicial, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) las ha calificado como "alarmantes".
Tres semanas después de las inundaciones, la patronal indica que es difícil fijar una cifra concreta, ya que muchas empresas todavía no han podido valorar el alcance total de los daños y son varios los sectores a los que todavía no les es posible proporcionar cifras definitivas.
En cuanto a los sectores económicos, el sector primario ha sido especialmente golpeado por la DANA. Las lluvias torrenciales afectaron a 33.728 hectáreas en nueve comarcas, con graves perjuicios en cultivos de cítricos, caqui, hortalizas y viveros.
Además, también han provocado daños significativos en infraestructuras agrícolas, maquinaria y explotaciones ganaderas. La estimación de daño que hace la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) asciende a 1.019 millones de euros.
El sector industrial, por su parte, es el que ha sufrido un golpe más devastador. La Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA), sitúa en más de 3.350 millones las pérdidas en su sector.
Según la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), las pérdidas en el sector metal ascienden a 1.488 millones de euros, afectando a 6.150 empresas y poniendo en riesgo el empleo de 47.549 personas.
Por su parte, la Federación de Empresas de la Madera y el Mueble (FEVAMA) estima daños por 1.300 millones de euros, destacando la afectación a 1.300 empresas y 7.000 trabajadores.
Otros sectores como la transformación del plástico, representado por la Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos (AVEP), estiman un impacto inicial de 61,7 millones de euros.
Otros sectores
Con respecto al sector químico, representado por la Asociación Química y Medioambiental del Sector Químico de la CV (QUIMACOVA), señala pérdidas en instalaciones, logística y comercio que superan los 130 millones de euros.
Dentro del sector servicios, CONFECOMERÇ cifra en más de 1.500 millones las pérdidas registradas en el sector comercio. En el caso de la hostelería, una primera aproximación sitúa en más de 300 millones las pérdidas.
La Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (ASUCOVA), por su parte, las sitúa en 95 millones. El sector de la imagen personal (peluquerías, estética y barberías) calcula pérdidas de 15 millones de euros, con más de 350 profesionales afectados.
La misma cifra da el sector de la formación, representado por la Asociación Empresarial de Centros de Formación de Valencia (CECAP-CV). En tanto, los panaderos y pasteleros de la provincia reportan daños que ascienden a 11 millones de euros.
La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), cifra en 47 millones de euros las pérdidas calculadas hasta el momento.
El sector del taxi, por su parte, estima en más de 8,3 millones las pérdidas registradas, y la Asociación Empresarial de Transporte de Viajeros de Valencia (ADIVA) comunica pérdidas por valor de 25 millones.
Las consecuencias económicas se extienden también al turismo, donde preocupa la recuperación de eventos y grupos programados para los próximos meses en la ciudad de Valencia.
Empleo y acción
Las consecuencias sobre el empleo amplifican los daños causados. El total de ERTES registrados asciende a los 1.870, mientras que el número de personas trabajadoras bajo la cobertura de un ERTE (ya sea en suspensión o reducción de jornada) es de 21.295. Además, se han registrado 23 ERES, que afectan a 125 personas trabajadoras.
Según informa la CEV, "esta cifra de pérdidas podría incrementarse significativamente, cuando pueda hacerse una valoración más ajustada a la realidad". Por ello, es complicado calcular las consecuencias sobre el empleo y el total de pérdidas.
Por tanto, los empresarios y representantes sectoriales han subrayado la necesidad de un esfuerzo mayor por la reconstrucción, solicitando un apoyo más potente y ágil que ayuden a mitigar los devastadores efectos de la DANA.
"La magnitud del desastre pone de manifiesto la urgencia de una respuesta coordinada que permita a los sectores afectados recuperar su actividad y garantizar la estabilidad laboral en la provincia", afirma la CEV.